sábado, 31 de enero de 2015

¿Y tú de quién eres? #24: Adam Cohen y Justin Townes Earle

Últimamente han coincidido en el tiempo los trabajos de los vástagos de dos ilustres artistas. Adam Cohen y Justin Townes Earle llevan adosados en sus apellidos el peso de la fama y la reputación. Así pues, ni pueden permitirse muchas tonterías ni acudir en demasía a los patrones artísticos paternos, todo lo cual, la verdad, debe de resultar un lastre a la hora de componer, grabar y hacerlo público. Es probable que tengan más a mano los medios que muchos otros, pero la exigencia se cierne sobre ellos como una espada de Damocles. Y una maldición les acompañará de por vida: prácticamente nunca se hablará de ellos sin mentar a sus padres. 

En el caso de Adam Cohen, con una madre llamada Suzanne y un hermano llamado Lorca, ese peso tendría que notarse por toneladas; acaba de publicar su cuarto álbum, We Go Home (Cooking Vinyl, 2014), sin contar otro grabado en directo. 


Con gafas desproporcionadas, Earle también lleva tiempo en la escena musical y Single Mothers (Vagrant, 2014) es su quinto trabajo. 


 

Ambos discos tienen en común que son musicalmente sencillos, con poca instrumentación —más piano en Cohen y más pedal steel en Earle, cuyas raíces country supuran por todas partes—, con medios tiempos en los que sacar a pasear la melancolía.

martes, 27 de enero de 2015

Hoy llego tarde #11: Billy Thermal


Billy Steinberg es un ejemplo de esos raros, pasmosos y desconcertantes casos en los que se puede conocer muy bien a alguien del que jamás has oído hablar. En principio, es más que probable que si, lector, estás ahora mismo leyendo estas líneas no sepas ni por asomo quién fue ese Steinberg, líder de una banda californiana llamada Billy Thermal a la que ahora se le publica un álbum inédito desde 1980. Pero claro que lo conoces. ¿Es que nunca has escuchado «Like A Virgin»? Sí, la compuso él. ¿Y «True Colours»? También es suya aunque la hiciera famosa Cindy Lauper. ¿Y el «Eternal Flame» de las Bangles? ¿Y «So Emotional», de Whitney Houston? ¿Y «Alone», de Heart? Y esto sólo por mencionar los temas que escribió que alcanzaron el #1 en las listas. Pero tiene otros que cedió a, por ejemplo, The Pretenders, o los tres originales suyos que se reproducen en Billy Thermal (Omnivore, 2014) y que luego versionearon otros: «Precious Time» (Pat Benatar), «How Do I Make You» (Linda Ronstadt) y «Don’t Look At Me» (Rick Nelson). Brutal. ¿Cómo es posible que un disco de alguien tan conocido en la industria discográfica haya permanecido oculto tanto tiempo? 

Así que aunque sólo sea por justicia poética, merece la pena ahora hacerse con una copia de estos quince cortes de power pop clásico, que además son vigorosos, eléctricos y suenan asombrosamente frescos. Pasma su facilidad para la melodía y para hacer rimar en una sola estrofa palabras como eucalyptus / narcissus / psychosis / focus. Que no se nos olvide jamás: se llama Billy Steinberg.

domingo, 25 de enero de 2015

Discos con portada con discos #73

Captain Sky: The Adventures of (AVI, 1978). Funk de finales de los setenta, poco conocido pero que no desmerece ante trabajos similares de la época. 


Camel: A Live Record (Deram, 1978). Rock sinfónico y, además, en directo. 


Mediterráneo: Nº 1 en USA (Chapa, 1980). Los de Alicante no consiguieron llegar tan lejos como proponía el título, pero sí que vendieron un buen puñado de discos gracias al bailongo tema homónimo que abría el álbum.

viernes, 23 de enero de 2015

Sales en mi canción #87

Buenos artistas los hay a montones y están muy bien, en efecto, pero dejadme que yo prefiera a Frank Sinatra y quedaos vosotros con todos los modernos. Es la interpretación que se desprende de ese medio tiempo lánguido y nostálgico, sostenido por un teclado y arreglos orquestales, que Alain Chamfort incluyó en su álbum Le Plaisir (Virgin, 2004). Entre el inexorable paso del tiempo y la lucha generacional: 

Björk et Bowie 
Tom Waits, Lou Reed, Nirvana 
Etienne Daho 
Miossec et Dominique A 
Pet Shop Boys 
Air, les Daft Punk, Madonna 
sont à toi.

Sinatra est à moi. 

martes, 20 de enero de 2015

Dime qué lees y te diré cómo se llama tu banda #30: La Casa Usher


Cuenta la leyenda que, en 1988, cuatro chicos (los hermanos Jabo y Carlos, más Txarly y Julio), que se habían bautizado como La Casa Usher, ensayaban en una cocina de una casa de Santurce medio en ruinas cuando vieron cómo se desplomaba el suelo bajo sus pies. La caída de la casa Usher más literal que haya habido nunca; Edgar Allan Poe se removería orgulloso en su tumba. 

En 1992, grabaron un EP titulado Obsesión (Munster) que contenía cuatro cortes que supuraban hechuras góticas y dramaturgia oscura y que invocaban a Bauhaus, Stranglers y Parálisis Permanente desde su santuario musical. Poca suerte, muchos cambios, desencanto, fin. Hasta un efímero despertar en 2006 para dejar grabado todo su legado en el álbum De vuelta a casa (La Casa Usher). Y como siempre fueron una banda literaturienta, ahí estaban «El soldado Kraler» (inspirado en una obra de Bertolt Brecht) y «Carroña» (adaptación del poema de Baudelaire).

viernes, 16 de enero de 2015

Todo el mundo quiere a PJ Harvey #17


Hay dos cosas al menos que todo aficionado empedernido a la música ha deseado secretamente alguna vez: salir mencionado en los créditos de un álbum (aunque sólo sea en los agradecimientos) y poder asistir a una sesión de grabación de una banda en un estudio. Esto último se lo va a hacer realidad PJ Harvey —desde hoy al 14 de febrero— a los afortunados que hayan conseguido entrada para lo que ella llama Recording In Progress; o lo que es lo mismo, ver en directo cómo graba lo que será su noveno álbum. Ello tendrá lugar en Sommerset House, un palacio del siglo XVIII junto al Támesis, donde ha mandado construir una caja de cristal aislada herméticamente y que sólo admite la visión de afuera adentro.

miércoles, 14 de enero de 2015

Hit instantáneo #33 // Qué se sabe de los belgas #30

Apenas una percusión y unos rasgueos de guitarra aparentemente destartalados, y de repente entran dos preciosas voces acopladas y lo iluminan todo, lo inundan de emoción y sentimiento. Y de remate ese estribillo interpretado de manera sublime, en el que, con sólo dos breves líneas, expresan todo su dolor y se muestran fuertes y decididas a ser libres. 


Se puede escuchar sin parar una vez tras otra, hasta la obsesión. Es el tercer corte del único álbum hasta la fecha del quinteto de Brooklyn Lucius, que como buen quinteto consta de cinco miembros, si bien son mucho más visibles las dos formidables cantantes, Jess Wolfe y Holly Laessig


A ese universo femenino reafirmado y poderoso se adscribe la artista pop Evelyne Axell, a quien se debe la ilustración de la portada de Wildewoman (Mom+Pop, 2013). Axell nació en Namur (Bélgica), en el seno de una familia arrasada por la II Guerra Mundial. Fue discípula de Rene Magritte y su renombre como artista lo consiguió en la década de los años sesenta. (En este enlace puede verse una galería de su asombrosa obra.) El cuadro original, como puede comprobarse, es mucho más sugerente y parece que la banda, al cortarlo, no ha querido llevar las cosas tan lejos:

domingo, 11 de enero de 2015

Género chico #67: Discos Walden


En los últimos tiempos se viene hablando mucho del auge del vinilo en el mercado musical, como si se tratara de un surgimiento dado por generación espontánea. No se da la importancia que merece a esa ingente cantidad de pequeños sellos que no paran de aportar sus esporas para que la germinación se mantenga. En esos pequeños sellos independientes hay gente llena de ilusión pero con los bolsillos algo menos repletos, y que a base de sacrificio, afán y bocadillos de mortadela consiguen hacernos llegar el trabajo creativo de una proliferación de bandas como hacía tiempo no se daba. Hoy vamos a detenernos en uno de ellos, Discos Walden, y más en concreto en su apartado del Club del Single. 

La única premisa estilística que se ha impuesto su fundador y currante, Manuel Moreno, es publicar lo que a él le guste. Un ejemplo del maravilloso mundo que le anima es el doble recopilatorio que sacó en 2013 con una muestra de las bandas del sello, titulado Cenizas y diamantes, 31 canciones y un imponente diseño gráfico, que lo convierte en una especie de pequeño tesoro para todo aquel que posea una copia. Y otro elepé que con el tiempo ha de convertirse en una referencia esencial de la historia del pop patrio es el álbum Esconde tus alas en la torre fantasma (2014), de Los Caramelos


El Club de Single lleva tres años vigente. En esta colección se publican cuatro pequeños artefactos al año, uno por estación. Son 7’’ coloreados con dos grupos y cuatro canciones, a dos por cara y grupo. Hasta hace poco sólo se podían conseguir todos conjuntamente por suscripción anual, pero ya es posible acceder a ellos individualmente si lo que se desea es uno en particular y no el lote completo. De los correspondientes al 2014 recién caducado, aún no se ha publicado el de invierno; el split del verano lo compartieron Son Bou y Terrier

En el de otoño, en vinilo rosa, aparecieron Dúo Divergente y El Palacio de Linares

➢ Dúo Divergente son Paula Yei Yei y Micky Montecarlo, y le dan al pop yeyé para guateques de época. En directo se acompañan de Atilio González (bajo y órgano) y Alicia Holgado (batería). “Autoedición”, con un ritmo trotón muy divertido, es una loa al DIY, no exenta de enorme ironía y coña verbenera, ya que en el fondo es un fresco del panorama musical actual y a lo que se ven abocados los artistas sin el apoyo necesario. “La mala” comienza con un riff de guitarra espectacular, que se aparta para a continuación dejar al órgano que lleve el tono del tema; la letra es una crítica social a la situación laboral de algunas mujeres embarazadas. 

➢ El Palacio de Linares es un trío compuesto por Mariví Hernández (bajo), Clara Collantes (voz, guit. y gafas) y Gonzalo Marcos (bat.). Dominan el pop de guitarras. En “IMDB” rinden un homenaje al cineasta Ernst Lubitsch y en “Hoy empieza todo” coquetean con acierto con el shoegaze. Tienen álbum publicado y habría que estar muy atentos a ellos, tienen muchas cualidades. 



Y en primavera, en color burdeos, un maravilloso trabajo compartido por dos de las mejores bandas actuales: Doble Pletina y Los Lagos de Hinault, ambos ya reseñados varias veces en Esta Quiero Humo. 

➢ Doble Pletina muestran una muy interesante faceta nueva, más electrónica y con caja de ritmos, en “Mientras suena esta canción”. “Un delito” es la típica delicia de Doble Pletina, una pequeña historia cotidiana narrada y musicada con el estilazo que acostumbran, con la sierra musical de Marc Ribera incluida. 

➢ Los Lagos de Hinault… Aaah, Los Lagos de Hinault, qué enormes hacedores de estribillos, melodías, parapapeos y frases atinadas. “De los faros en el mar” tiene ese comienzo típico de algunas composiciones de Carlos Ynduráin como in medias res, y ese “tan guapa, tan guapa” que repiten y que no puede ser más sencillo, más entrañable y más pegadizo. “El giro angular” cabalga a ritmo sostenido y trepidante, conducido por una batería y una guitarra desbocadas, y con el bajo y los coros de Matilde Tresca poniendo orden y dulzura. Un par de estupendos discos ya publicados y aquí han conseguido dos de las mejores canciones de todo su repertorio. 



Y “sin más equipaje nos ponemos a bailar”.

jueves, 8 de enero de 2015

Debut #93 // Ellas llevan el ritmo #65: Ex Hex


La sinergia, esto es, la suma de varios factores que juntos consiguen crear un efecto mayor que el que hubiera podido esperarse de cada uno en caso que hubieran operado independientemente, es un concepto capital en el rock. Cuántas veces no se habrá repetido la historia de una banda magnífica que, al disgregarse, sus miembros no consiguen ni por asomo aproximarse a las excelencias alcanzadas como grupo. 

Nada más darle al play al álbum de debut del trío washingtoniano Ex HexRibs (Merge, 2014)— se percibe una sinergia apabullante entre las tres componentes. La voz y la guitarra de Mary Timony (antes en Wild Flag), la monstruosa batería de la intuitiva Laura Harris y el bajo de Betsy Wright suenan con la solidez de una bola de acero y el ensamblaje de un motor; desprenden una energía excitante, son un generador sónico potente y veloz, sin tiempo que perder. Acción/reacción. Ya lo dicen ellas mismas en "Don't Wanna Lose": Come on, baby, come on, give me a little reaction.

Helas aquí en directo en los estudios de la emisora WVAU:


El productor Mitch Easter (Let’s Active) ha sabido encauzar el torbellino. Y la mejor forma de escucharse Ribs es a todo trapo (a ser posible dentro de un coche), que además tiene este contraportadón:

lunes, 5 de enero de 2015

No son hombres: son Devo #28: Paris Hilton

Paris Hilton posando en los años noventa ataviada con devo-indumentaria para el calendario promocional de una emisora de radio californiana:


viernes, 2 de enero de 2015

Debut #92 // ...Y ellos se juntan #91 // Ellas llevan el ritmo #64: Pale Lights


O lo juran sobre un vinilo o no hay quien se crea que este cuarteto es de Brooklyn y no de alguna remota localidad de Australia o Nueva Zelanda. Su jangle pop tan extremadamente prístino y radiante es la condensación perfecta de The Go-Betweens, The Lucksmiths, The Bats, The Chills y Felt (que no eran de Oceanía, pero tampoco de Estados Unidos). Ni el más fervoroso seguidor de este sonido podría haber imaginado en sus sueños una réplica igual. 

Con los Lucksmiths guardan además una similitud curiosa: la batería de Lisa Goldstein es tan esquemática como la de los australianos, apenas una caja y un Tom (ni siquiera hay bombo). Y es igual de efectiva y rítmica, lo cual demuestra que muchas veces menos es más. Además de Goldstein, el resto de la banda aporta un ADN la mar de curioso: Philip Sutton (voz, guit.) viene de Comet Gain y Cinema Red and Blue (en los que curiosamente toca la batería), Andrew Adler (guit.) es el bajista de Crystal Stilts, pero aquí es Maria Pace la que lleva el bajo. 


Si alguien no es un conocedor de toda esta cascada de nombres y de interconexiones a modo de saga interminable, eso no impide un disfrute placentero, cabal y espontáneo de Before There Were Pictures (Calico Cat, 2014), que es como Pale Lights han titulado su álbum de debut y que lo produce Gary Olson, ni más ni menos, el líder los fantásticos The Ladybug Transistor.