En los últimos tiempos se viene hablando mucho del auge del vinilo en el mercado musical, como si se tratara de un surgimiento dado por generación espontánea. No se da la importancia que merece a esa ingente cantidad de pequeños sellos que no paran de aportar sus esporas para que la germinación se mantenga. En esos pequeños sellos independientes hay gente llena de ilusión pero con los bolsillos algo menos repletos, y que a base de sacrificio, afán y bocadillos de mortadela consiguen hacernos llegar el trabajo creativo de una proliferación de bandas como hacía tiempo no se daba. Hoy vamos a detenernos en uno de ellos, Discos Walden, y más en concreto en su apartado del Club del Single.
La única premisa estilística que se ha impuesto su fundador y currante, Manuel Moreno, es publicar lo que a él le guste. Un ejemplo del maravilloso mundo que le anima es el doble recopilatorio que sacó en 2013 con una muestra de las bandas del sello, titulado Cenizas y diamantes, 31 canciones y un imponente diseño gráfico, que lo convierte en una especie de pequeño tesoro para todo aquel que posea una copia. Y otro elepé que con el tiempo ha de convertirse en una referencia esencial de la historia del pop patrio es el álbum Esconde tus alas en la torre fantasma (2014), de Los Caramelos.
El Club de Single lleva tres años vigente. En esta colección se publican cuatro pequeños artefactos al año, uno por estación. Son 7’’ coloreados con dos grupos y cuatro canciones, a dos por cara y grupo. Hasta hace poco sólo se podían conseguir todos conjuntamente por suscripción anual, pero ya es posible acceder a ellos individualmente si lo que se desea es uno en particular y no el lote completo. De los correspondientes al 2014 recién caducado, aún no se ha publicado el de invierno; el split del verano lo compartieron Son Bou y Terrier.
En el de otoño, en vinilo rosa, aparecieron Dúo Divergente y El Palacio de Linares:
➢ Dúo Divergente son Paula Yei Yei y Micky Montecarlo, y le dan al pop yeyé para guateques de época. En directo se acompañan de Atilio González (bajo y órgano) y Alicia Holgado (batería).
“Autoedición”, con un ritmo trotón muy divertido, es una loa al DIY, no exenta de enorme ironía y coña verbenera, ya que en el fondo es un fresco del panorama musical actual y a lo que se ven abocados los artistas sin el apoyo necesario.
“La mala” comienza con un riff de guitarra espectacular, que se aparta para a continuación dejar al órgano que lleve el tono del tema; la letra es una crítica social a la situación laboral de algunas mujeres embarazadas.
➢ El Palacio de Linares es un trío compuesto por Mariví Hernández (bajo), Clara Collantes (voz, guit. y gafas) y Gonzalo Marcos (bat.). Dominan el pop de guitarras. En “IMDB” rinden un homenaje al cineasta Ernst Lubitsch y en “Hoy empieza todo” coquetean con acierto con el shoegaze. Tienen álbum publicado y habría que estar muy atentos a ellos, tienen muchas cualidades.
Y en primavera, en color burdeos, un maravilloso trabajo compartido por dos de las mejores bandas actuales: Doble Pletina y Los Lagos de Hinault, ambos ya reseñados varias veces en Esta Quiero Humo.
➢ Doble Pletina muestran una muy interesante faceta nueva, más electrónica y con caja de ritmos, en “Mientras suena esta canción”. “Un delito” es la típica delicia de Doble Pletina, una pequeña historia cotidiana narrada y musicada con el estilazo que acostumbran, con la sierra musical de Marc Ribera incluida.
➢ Los Lagos de Hinault… Aaah, Los Lagos de Hinault, qué enormes hacedores de estribillos, melodías, parapapeos y frases atinadas. “De los faros en el mar” tiene ese comienzo típico de algunas composiciones de Carlos Ynduráin como in medias res, y ese “tan guapa, tan guapa” que repiten y que no puede ser más sencillo, más entrañable y más pegadizo. “El giro angular” cabalga a ritmo sostenido y trepidante, conducido por una batería y una guitarra desbocadas, y con el bajo y los coros de Matilde Tresca poniendo orden y dulzura. Un par de estupendos discos ya publicados y aquí han conseguido dos de las mejores canciones de todo su repertorio.
Y “sin más equipaje nos ponemos a bailar”.