domingo, 9 de octubre de 2022

Parecidos razonables #34

El retrato de Brian Eno, capturado por Shigeo Anzai en 1980, sintetiza los dos fotogramas siguientes, los del actor Ted Levine encarnando al villanísimo de El silencio de los corderos




En la segunda instantánea, se ve a Levine con el pelucón que se planta en la legendaria escena en la que se trasviste mientras suena «Goodbye Horses» de Q Lazzarus, alias artístico de Diane Luckey


La canción, que se convirtió en un éxito imperecedero a partir de entonces, ya había sonado tres años antes en otra película de Jonathan Demme, la simpática comedia Casada con todos. Luckey, muy amiga de Demme, interpretó en 1993 una versión de «Heaven», de Talking Heads, en Philadelfia. Y nada más se supo de ella. Siempre se le deberá la hipnótica interpretación de un tema muchas veces versioneado después sin ninguna trascendencia y que el director tan buen partido sacó en la angustiosa escena de una película también imperecedera. 

Por conjeturar, de haberse rodado hoy día, algún tema The XX habría encajado muy bien. Y si Demme no hubiese dado con Q Lazzarus entonces, podría haber funcionado en su lugar algo de Brian Eno, «Baby’s On Fire» o «Backwater», por ejemplo.

domingo, 24 de abril de 2022

Ovejas negras #21

Salvador Dalí y Fernando Alfaro guardan en común esa querencia suya por vivir fuera del rebaño. Y que el manchego se fijara y de alguna manera se viera reflejado en el catalán resulta de lo más natural. 

En el Museo Ludwig, en Colonia, puedes toparte con el impresionante “La estación de Perpignan” (1965) de Dalí. Es una obra llena de simbolismo, todo el que cabe en sus magnas dimensiones. La pared en la que cuelga se ve sobrecogida por el peso físico y metafísico. El visitante, abrumado, se sienta ante él para extasiarse y poder tomar un respiro ante la epifanía que lo contempla. Porque uno parece ser mirado por el cuadro y no al revés, como es costumbre:



Sobreimpresionado al fondo se ve la figura del Cristo crucificado con una corona de espinas. A los lados, más perfilados, hay personajes reconocibles del cuadro ”Angelus", de Jean-Francois Millet. En el centro, cómo no, la figura del propio Dalí, que con los brazos y las piernas extendidas parece estar en caída libre absorbido por la luz.

Este motivo central es el que nos lleva de vuelta a Fernado Alfaro, que lo retoma para la portada de La vida es extraña y rara (Marxophone, 2011), según la ilustración de Pedro Herraiz.

 

Además, el tema que lo abre, "Extintor de infiernos", contiene un buen número de referencias religiosas simbólicas y surrealistas (la identificación ángel/huevo) que probablemente hubieran sido del gusto del pintor:

sábado, 23 de abril de 2022

Arquitectura y moralidad #12 / Sagas #12

La casa Tassel, construida por Victor Horta en 1893, fue la obra, puro Art Nouveau, que rompió la disposición clásica de las habitaciones en las oscuras residencias de Bruselas y la primera síntesis mundial del Modernismo. 


Se encuentra en la calle Paul Emile Janson, 6. Aunque hay un cartel que la señala y explica, y una placa en el suelo que anuncia que es patrimonio de la UNESCO, no puede visitarse ni parece que tenga gran actividad. 


Una foto del famoso hall con la escalera que asciende, sinuosa y moderna, sirvió para la portada del primer álbum de Mazzy StarShe Hangs Brightly (Capitol, 1990). 


David Roback
, su cabeza pensante, había empezado mucho antes en Rain Parade. Tras el primer álbum y la gira de rigor, dejó la banda para unirse a la bajista de Dream Syndicate, Kendra Smith. Formaron la banda llamada Clay Allison en 1983, pero un año después le cambiaron el nombre por el de Opal. En 1987 fue Smith quien abandonó. Es entonces sustituida por Hope Sandoval y se inicia Mazzy Star.

De ese álbum inicial, "Ghost Highway" es el tema más potente, o al menos el más enérgico, lo cual no podría ser de otra forma estando construido sobre el riff del "Really Got Me" de The Kinks:

 

domingo, 27 de marzo de 2022

Cameos musicales #69: Doble cuerpo

A Brian de Palma le habría gustado ser Alfred Hitchcock —bueno, y a cuántos otros cineastas no. La ochentera Doble cuerpo es probablemente una de las principales pruebas de la afirmación inicial. Es como asistir a La ventana indiscreta con mucho erotismo. El voyeurismo de la cinta llega hasta tal punto obsesivo que uno se pregunta si no será el propio De Palma el primer voyeur, si no fue todo un montaje para sacar al mirón que llevaba dentro. 

Desde el punto de vista cinematográfico, quizá de lo más interesante sea el tratamiento del mundo del cine y su ambiente desde dentro, o sea, el cine dentro del cine. En una de las escenas donde se representa un rodaje de una película porno, aparece Holly Johnson interpretando «Relax». Frankie Goes To Hollywood. Claro, si es que ya sólo el nombre cuadra, porque mira que es angelina la película de De Palma. Hay un sinnúmero de pelis neoyorquinas, pero existen las de Los Angeles.


Johnson lo petó en 1984 con su megahit. Tal fue el revuelo y la propagación que ese mismo año hizo las maletas y se presentó en Hollywood para ponerse a las órdenes de De Palma, que olfateó rápidamente dónde podía sacar partido al escándalo.