martes, 31 de julio de 2012

martes, 24 de julio de 2012

Hit instantáneo #19: Hidrogenesse

Jóvenes, Gog cierra el chiringo durante unos días. Si puede, y la lejanía no se lo pone muy difícil, intentará asomarse por aquí para poneros unas letras. Mientras, a disfrutar todos con este hit instantáneo de Hidrogenesse, que para Gog es la canción del verano. Chachachá.

   

Incluida en Un dígito binario dudoso (Austrohúngaro, 2012).

lunes, 23 de julio de 2012

Cameos musicales #39: Valley Girl

Valley Girl (1983) tal vez contenga la banda sonora peor aprovechada de la historia del cine. Un desperdicio musical para una simplona comedia de adolescentes. El argumento no es más que la manida historieta de chicas pijas de la alta sociedad (en este caso, de Los Angeles) seducidas por el peligro feromónico de los chicos de barriada, con final feliz, for supposed. Como curiosidad para cinéfilos, el protagonista fue un Nicolas Cage tan joven que estaba sin terminar de hacer, desgarbado como un potrillo. En fin, que se ve por la curiosidad del par de cameos musicales: The Plimsouls y Josie Cotton

Los primeros aparecen dos veces (32’25’’ y 1h 12’’) y en ambas ocasiones interpretando dos temas: «Oldest Story in the World» y «A Million Miles Away». Estas escenas transcurren en el mismo local angelino. La primera vez, como puede percatarse el espectador por un cartel que cuelga en la pared, es sábado por la noche. 

Josie Cotton interpreta otros dos temas; el segundo es su afamado «Johnny, Are You Queer?», y lo hace en el típico baile de graduación norteamericano. Rock n’ roll high school.

 

domingo, 22 de julio de 2012

Debut #59: DIIV


Grandes enigmas del primer mundo: ¿aguantará bien la sudoración el nuevo equipamiento olímpico español?, ¿es Twitter el haikú moderno?, ¿continuará Zach Cole Smith formando parte de Beach Fossils? A la espera de que comiencen las olimpiadas y de que salga una tesis sobre la poesía japonesa en las redes sociales, centrémonos de momento en la tercera cuestión. 

El caso es que DIIV, tras su exitoso debut —Oshin (Capture Tracks, 2012)—, amenazan con hacer sombra a la banda madre. Y eso que en los comienzos hubo algún que otro trompicón, como el de tener que cambiarse el nombre de Dive después de que una banda belga homónima de los noventa les llamara la atención; por eso ahora DIIV, que suena igual pero no lo es.

En Oshin se emplean muchas guitarras, que se enrollan y desarrollan como arrejuntamientos de nubes: es hipnótico escucharlas como es hipnótico mirarlas. Todo ese trenzado guitarrístico, a base de meter reverb, seguir las enseñanzas del krautrock, el dream pop, el post-punk y la pose de mirarse los pies (el shoegaze, you know), se resuelve en una épica ondulante que puede conseguir pulsar el punto G de nuestros oídos. Y cuando meten el bajo a saco y aceleran, ocurre esto:

 

Hay edición limitada en vinilo de color océano, lo cual casa muy bien con la atmósfera que se respira al escucharlo.

viernes, 20 de julio de 2012

Las nuevas aventuras del llanero solitario #25 // Género chico #27: J'aime


Jaime Cristóbal se ha dejado crecer el bigote y la guitarra. Aparcados Souvenir —suponemos y esperamos que momentáneamente—, continúa aplicándose a su proyecto paralelo, J’aime. Después del single que preparó para la colección de Jabalina Love Songs, ha hecho otro tanto con la nueva serie de dicho sello discográfico: Dedicatessen. 

J’aime en la noche eterna (aquí en bandcamp) es un 7’’ de color verde con cuatro temas, a dos por cara. Los avances y logros con respecto al anterior single se han ampliado más que el IVA: un estilo ya definido plenamente y, sobre todo, una profundidad, una pericia técnica y un enciclopedismo musical (escúchese, si no, su Popcasting) de alcance. 

 

> «Midnight Shift». Sin rebozo ni escrúpulo ninguno, Gog se atreve a afirmar que el corte inicial es el «Albatross» ibérico, y que Cristóbal lo canta como si fuera nuestro Richard Hawley. Especial mención para el deslumbrante juego de guitarras, un despliegue de cuerdas con efectos de todo tipo (twang, fuzz), y la fiel compañía de su wurlitzer. Por su alma cinemática, podría pertenecer a la banda sonora de Mulholland Drive

> «Garden of Shades». Americana añeja. Ahora habría que llamarlo nuestro M. Ward. Reposada, calmada, un rincón de sombra para cuando aprieta el sol, con pedal steel caricioso. 

> «This time (Black time)». Turno para el pop, y más concretamente para el pop a lo The Go-Betweens —no puede pasar inadvertido el paralelismo con «This Girl Black Girl»—, en este caso con la decoración de la preciosa autoharpa de Patricia de La Fuente (el otro 1/2 Souvenir).

> «Honolulu Dark». Final instrumental con guitarraza hawaina y pedal steel de escándalo. Si al comienzo se remitía a David Lynch, que ahora vuelva Sergio Leone y la escuche.

Ganas de que saque álbum.

jueves, 19 de julio de 2012

Las cosas del directo #28

Ataviada como una Sherlock Holmes galáctica, orgullosa de su africanismo y dándole al discurso del amor universal. Era el segundo directo que veía Gog de Erykah Badu, esta vez un poco menos arrebatador que el anterior, aunque sigue siendo asombrosa esa manera de construir en directo los temas: van superponiendo piezas que después acaban ensamblando tan ajustadamente que para sí quisieran los muebles de Ikea. El puzle final es una mezcla untuosa, plasmática, de funk, rap, jazz asoulado a lo Terry Callier y bases electrónicas. 


Y otra forma de asistir a los conciertos: no diréis que no mola hacerse un picnic mientras un par de grupos amenizan los bocados. En el vídeo, la iniciativa vasca MusikaParkeanCristinaEnea, con Wild Honey (el grupo de Guillermo Farré, acompañado, entre otros, por Alberto Matesanz) tocando "Gothic Fiction"; y Quebec, versioneando "It's All In My Mind" de Teenage Fanclub.
 
MusikaParkeanCristinaEnea from Baskische Musikvereinigung on Vimeo.

miércoles, 18 de julio de 2012

Últimamente se está muriendo gente que no se había muerto nunca #24 // Preparados para un solo de órgano #14: John Lord


Oh, Lord, mi Lord, milord. Oh, John Lord. Qué tiempos aquellos en que Gog (circa 1978-79) le daba al Made in Japan (1972)… Con Deep Purple el hard rock abría las puertas al heavy. Ritchie Blackmore era el dios de los riffs poderosos y pétreos. Pero detrás de él estaba el teclista John Lord, que supo darle empaque, textura cruda y dignidad rockera a su Hammond en un mundo dominado por las seis cuerdas. De hecho, el suyo es el primer instrumento que se escucha en el afamado live:

  Highway Star (Deep Purple)

Lord era discípulo de Jimmy Smith; y en sus primeros pasos, aceptó encargos como músico de sesión, por ejemplo en el primer álbum de The Kinks (1964). Calla para siempre desde hace unos días.

(Sin entrar en cuestiones musicales, lo indiscutible es que Made in Japan es uno de los mejores títulos de álbum de la hitoria del rock.)

martes, 17 de julio de 2012

Las nuevas aventuras del llanero solitario #24 // Gastan gafas #49: Pete Astor


Es entre muy probable y prácticamente seguro que el nombre de Pete Astor vaya a dejar fríos a muchos, claro que dado el calor que hace igual hasta viene bien. Tal vez si se relaciona el nombre de Astor con el de The Weather Prophets, aquella banda de la segunda mitad de los 80 que publicó en el afamado sello de su amigo Alan McGee (este llegó a tocar el bajo con ellos en los dos primeros temas que grabaron), puede que nos dijese algo más. Por su parte, Gog, ha de confesarlo, sólo tenía una referencia de Astor —su participación en el tributo a Leonard Cohen I’m Your Fan (1991)—, pero jamás se molestó en seguirle la pista a través de la media docena de discos que le preceden. Ni siquiera ahora que está aplicándose con fruición a la escucha de Songbox (Second Language, 2011) puede presumir Gog de estar al día, porque es este un álbum del año pasado, y el año pasado, la verdad, ni enterearse de su existencia. 


Es muy probable también que su pinta de profesor de universidad, que así se gana la vida, sus gafas y su madurez como de padre, a muchos les dé pereza darle al play. Sería una lástima, pues se perderían un pop de cámara cargado de belleza, tanta que a veces perturba. Songbox es de una sensibilidad y una serenidad desarmantes. Escucharlo, saborearlo con los oídos, hace sentirte bien, te relaja y te asoma al borde de dulces melancolías; pero al mismo tiempo hace que te reconcoma una punta de desazón ante la posibilidad de que tal estado de ánimo reconfortante se quiebre de un momento a otro. Belleza funesta. 

Astor canta en voz baja, voz que serpentea entre cuerdas, vientos y teclados exquisitos. «Dead Trumpets», para empezar, ya deslumbra; «Tiny Town», pequeña y grande, podría servir de banda sonora moderna para El hombre tranquilo; los coros de «Slip Away» suenan afectuosos, como si te los estuvieran cantando unos amigos; y la pastoral «Tree Birds» es un remanso, con su riachuelo fresquito donde remojar los pies.


La caja de cartón que lo contiene es como el envoltorio de un pequeño tesoro, un joyero que guarda once pequeños diamantes. Le acompaña un segundo CD en el que diversos músicos reinterpretan las canciones en el mismo orden; gente del pelo de Darren Hayman, Pete Greenwood, The Raincoats, Piano Magic, Let’s Wrestle, Comet Gain… Y una docena de postales artísticas para ilustrarlo. Edición limitada, como cualquier tesoro.


Para quien esté interesado en profundizar en la figura de Astor, puede verse una conversación entre él y su amigo Lawrence, el otrora líder de Felt (I y II).

sábado, 14 de julio de 2012

Plataneces #32 // Género chico #26: Bananamen


Bananamen eran una banda de psychobilly que soñaban con parecerse a sus idolatrados The Cramps algún día. Apenas grabaron más allá de un single; fue en Big Beat Records allá por 1983. Munster Records, esos retwitteadores musicales, lo repescaron para incluirlos en una caja de 7'' dedicada al psychobilly grabado en el mencionado sello Big Beat entre 1981 y 1984; ahí estaban, además del grupo del que estamos tratando, The Meteors, The Vibes, The Milkshakes, Guanabatz, The String-Rays (que se convertían en los Bananamen cuando se disfrazaban de plátanos) . 


El single de The Bananamen contiene la poca pero fundamental información que hay sobre ellos: "Bananamen play songs made popular by The Cramps", así que en realidad eran unos versionadores del psychobilly, lo suyo no se trataba de ser originales. En la cara A, The Crusher y en la cara B, Love Me/Surfin’ Bird.

jueves, 12 de julio de 2012

Ette aquí #36: Superette

Al principio fue todo un poco confuso, la verdad. ¿Qué canciones eran esas para un álbum de tributo a los Pixies? ¿Qué grupo era ese que lo iniciaba con nombre tan poppy, Superette, tal vez una banda sueca? 

Primera cuestión, para comprender de qué va A Tribute to Pixies (Cookie Prize, 2012) hay que leer la letra pequeña del subtítulo, Thirteen Songs Inspired By Kim, David, Francis and Joey, que traducido viene a decir: trece canciones como si fueran de los Pixies, o al estilo Pixies, pero que no son de los Pixies. 


Segunda cuestión, esa maravillosa «Touch me» inicial es obra de una banda neozelandesa de los noventa que le daban al rock alternativo de piñón fijo y esa pieza es la cosa más pop y lograda que llegaron a componer nunca en los dos discos que dejaron grabados: Rosepig (Flying Nun, 1996) y Tiger (Flying Nun, 1997). Este último es el que contenía «Touch Me»:

  Superette -Touch Me


Volviendo al tributo, el tracklist les ha quedado gigaindie a los compiladores: Superette, Yuck, Grandaddy, Big Troubles, La Sera, Fanzine, PENS, Keel Her, Blood On The Wall, Envelopes, Coloração Desbotada, The Babies y Duplodeck.

El de La Sera, de su reciente disco, es otro de los bombones que contiene.

martes, 10 de julio de 2012

Ellas llevan el ritmo #28 // Debut #58: Cosmen Adelaida


A la izquierda, blusa negra de cuello cerrado, pelo moreno y corto, sonrisa de hada buena, Cati Bestard, la batera de Doble Pletina (Barcelona). A la derecha, blusa floreada con escote, cabellera pelirroja escarolada, uñas pintadas a lo moderno, sonrisa picarona, Elisa Pérez, la batera de Cosmen Adelaida (Madrid). La foto, tomada hace unos días en Huesca antes de una actuación conjunta en el mismo cartel, es de una calidez entrañable, hay captado en ella algo emocionante y, si no supusiera jugar en demasía a vaticinador de madrugada televisiva, Gog diría que se trata de la plasmación de un momento histórico. 

Sea como fuere, totalmente a favor de mujeres a la batería. Ellas llevan el ritmo. 

A Doble Pletina, de los que Gog es fan confeso, ya se les ha considerado por aquí en varias ocasiones, así que le toca el turno a los madrileños, que este año han publicado —tras dos aplaudidos EP autoeditados— 7 picos (El Genio Equivocado, 2012), su primer álbum, y en el que ha metido mano Joaquín Pascual


Una de las peculiaridades del disco más comentadas en todos los chiringuitos blogueros que se han ocupado de él es que, de los cinco componentes de la banda, hay cinco que llevan la voz solista en al menos un tema, y son siete en total. La voz profunda de «Inventario», por ejemplo, es la del bajista, Marcos Domínguez, en contraste con el timbre claro y poppy de «Miss Wisconsin», que se debe a la propia batera de la banda. Ya se verá en qué acaba esta apuesta por carecer de un cantante representativo a la vieja usanza. 

De los siete temas (o picos; ¿lo pilláis?), destaca «Equis», con sus guitarras en punta, su bajo golosón, sus teclados fogosos. O «Siete picos», de punteos melancólicos, estructura alargada de sube y baja… Yo La Tengo, tú la tienes, él la tiene… «Si quieres, salgo» es pieza de pop mayúsculo, con aroma atemporal, que sin duda es uno de los momentos musicales de este año. O el estribillo a modo de letanía de «Inventario»: Tiras a rozar, tiras a rozar.

A Gog le han dado.

lunes, 9 de julio de 2012

Discos con portada con discos #44

The Fall: The Rough Trade Singles Box (Rough Trade, 2002)


V.A.: The Complete Stax-Volt Singles 1972-1975 (Stax, 1993)

V.A.: Cellarful of Motown. The Rarest Detroit Grooves. Vol. 1 (Motown, 2002)


V.A.: Cellarful of Motown. The Rarest Detroit Grooves. Vol. 2 (Motown, 2005)

V.A.: Cellarful of Motown. The Rarest Detroit Grooves. Vol. 3 (Motown, 2007)

V.A.: Cellarful of Motown. The Rarest Detroit Grooves. Vol. 4 (Motown, 2010)

sábado, 7 de julio de 2012

A mí no hace falta que me cambies el plato #29 // La banda sonora de un libro #9


¿Se te pega la cebolla? ¿Nunca aciertas con los granos de sal que van en un pizco? ¿Los bocadillos de chorizo no te salen como a tu madre?

Mario Suárez y Ricardo Cavolo son de la opinión de que no hay nada como mezclar música y comida. Lo demuestran con su libro Cocina indie. Recetas, dibujos y discos para gente diferente (Lunwerg, 2012), que queda gigacool junto a los fogones si eres un indie-cocinillas. Las recetas que contiene no serán candidatas a obtener estrellas Michelín, pero resulta un vademécum absolutamente recomendable para sacar ideas culinarias y, lo que tal vez sea más importante, ideas musicales para pinchar mientras estás con las manos en la masa. 

El volumen lo han dividido en tres partes: 1. EP: picoteo (tapas, entrantes), 2. LP: platos fuertes (primeros y segundos) y 3. Singles: postres y cócteles. Cada receta va acompañada de una propuesta musical, a la que se hacen referencias mientras se explica la elaboración del plato. Algunas de las recetas a modo de ejemplo: 

> «Trío de champiñones rellenos» / Portishead, Third 
> «Mojo picón sobre la mesa de mezclas» / El Guincho, Pop negro 
> «Bullabesa con corazonada» / The Pains Of Being Pure At Heart, Belong 
> «Cous Cous Remember When» / Au Revoir simone, Still Night, Still Light 
> «Manzanas con carne para la paz mundial» / Klaus & Kinski, Tierra, trágalos 
> «Berenjenas rellenas de cariño y queso» / Camera Obscura, Tears For Affairs 
> «Salchichas con pisto y borsalino» / Kraftwerk, Electric Café
> «Brownie tributo a David (Bowie)» / Warpaint, The Fool 

Es entre muy probable y casi seguro que Gog ya haya escrito antes por aquí lo siguiente: uno de sus mayores placeres es cocinar escuchando música, y su disco favorito cuando se pone a preparar una cena para los amigos es un recopilatorio con los hits de The B-52’s. No hay suflé que se niegue a subir si está sonando, por ejemplo, Rock Lobster.

¿Cuál es vuestro disco o canción favoritos para cocinar? Si queréis comentarlo, Gog promete hacer un post con vuestras sugerencias.

miércoles, 4 de julio de 2012

Debut #57 // Sales en mi canción #47 // Cosas de hermanos #30 // Gastan gafas #48: Tigercats


Estamos en la mejor época posible para escuchar el debut de los multigafas londinenses Tigercats. El verano, con su alma hedonista, vitalista y juguetona, es lo que mejor le sienta a Isle of Dogs (Acuarela/Fika, 2012). Esas guitarras, a veces con un puntito tropical y siempre con un ritmo capaz de hacer mover las caderas a un nonagenario, son equipaje imprescindible para estas vacaciones. «Full Moon Reggae Party» —ya sólo por el título apetece escucharla— es un fiestón de acordes de guitarra y voces:

 

En «Vapours», y más adelante iremos con las citas musicales, han mezclado el buen hacer de The Wave Pictures y el buen rollito de Vampire Weekend para tenerte sonriendo un buen rato mientras la sigues repiqueteando en la mesa con los dedos. «Harper Lee» tiene un estribillo más infalible que matar una mosca con un bazoka. En «Limehouse Nights», el riff de guitarra y la percusión que lo acompaña son más pegadizos que el papel celo de dos caras. La cadencia del recitado —más que el cantado— de Duncan Barret (su hermano Giles se ocupa del bajo, aunque es más alto) se acopla muy bien entre esas subidas y bajadas rítmicas, y su actuación cumbre se halla en «Kim & Thuston». Solo en el tema final, «Jonny», delicado y nostálgico, como de final de verano, cambia la voz para dejar paso a la de Laura Kovic, la teclista. 


Isle of Dogs no será algo arrebatadoramente innovador, pero sí es algo arrebatadoramente fresco, y eso ya es mucho.

En cuanto al asunto de las citas musicales. Vapours, probablemente [*], se refiere al grupo ochentero, pero no queda ahí el asunto. Le sigue «Stevie Nicks» (Fleetwood Mac, you know) y un poco más adelante aparece «Kim & Thurston» (Sonic Youth, you know again). En realidad, esos temas no tratan de los artistas que componen el título, no tienen mayor implicación que marcar una senda cultural como las miguitas de pan del cuento, si bien en «Vapours» sí se multiplican más expresamente:

I dream of in an imaginary record shop 
Staffed by new wave 
One hit wonders 
We got Jonah Lewie 
We got Jilted John 
We got The Only Ones 
We got the guys who sang “Turning Japanese” 
I think it was I think it was I think it was The Vapours 

[*] Vais a perdonar a Gog que se haga el listillo, pero le parece que en esa historia hay un pequeño fallo de racor: la banda que interpretaba la canción citada era The Vapors; otro grupo diferente era Vapours. Gog no descarta, no obstantemente: a) estar equivocado o b) que sea un gazapo cometido a propósito o con algún propósito.

lunes, 2 de julio de 2012

Cameos musicales #38 // El arte de la versión #58: Mulholland Drive

Rebekah del Rio, de raíces latinas aunque originaria de San Diego (si bien este dato podría no ser exacto), se dio a conocer en su género con una versión en español y a capella del tema de Roy Orbison «Crying». 

David Lynch le pidió que la interpretara de nuevo unos años después en una escena de Mulholland Drive (2001), mientras Laura Harring y la grandísima Naomi Watts hacen pucheros escuchándola.

 

[La escena empieza, aprox., a la altura de 1 h 45' del metraje; obviamente, no aparece con esos subtítulos imposibles del vídeo.]

domingo, 1 de julio de 2012

Las nuevas aventuras del llanero solitario #23: La Sera


El caso de las Vivian Girls amenaza con dejar corto el Big Bang. O por componer una metáfora de tinte más actual, las Vivian Girls son como la cantera de un equipo de fútbol: de sus filas han surgido, de momento, Frankie Rose, Coasting, The Babies y La Sera

La Sera es el proyecto de la bajista, Katy «Kickball Katy» Goodman, quien sigue empeñada con gran empeño en conseguir la mezcla perfecta entre las bandas de chicas de los años sesenta y el punk (Blondie, ya sabéis). Y a fe que lo consigue en algunos temas. «Please Be My Third Eye» o «Break My Heart», por ejemplo.

   
«I Can’t Keep You In My Mind», con su aroma Pixies —ya se hablará sobre esto más detenidamente aquí dentro de unos días—, le tiene a Gog constantemente dándole al repeat.

   

Están incluidas en Sees the Light (Hardly Art, 2012), su segundo álbum en solitario. Tal vez hacia el final el disco pierde un poco de fuelle, pero como en total apenas dura media hora ni se nota.