jueves, 9 de agosto de 2018

Qué se sabe de los belgas #37: Poppel

Has escuchado Hit It de Poppel porque te lo han recomendado. Te ha gustado tanto que no sólo lo has oído del tirón, sino que vuelves a empezar una nueva escucha mientras que te interesas por saber algo más el grupo. “Evidentemente” tienen que ser de Nueva Zelanda o de Australia. Esa juerga guitarrera que se corren a lo largo de todo el disco, tan jangle, no puede provenir de otra parte. Cierto que podrían ser de Estados Unidos —el tema que abre el álbum se titula «Pittsburgh»— atendiendo a ese pop lo-fi que también suena. A ver… El sabelotodo Gúguel afirma que su ciudad de origen es Turnhout, que cae por el norte de Bélgica (eso no está precisamente cerca de Dunedin). Es más, Poppel toman el nombre de una pequeña villa situada aún más al norte, lindando casi con Holanda. Ahora ves que si a Poppel le pones un Van delante, entonces todo cobra sentido, porque Van Poppel sí suena a flamenco (hubo un conocido ciclista apellidado así). De todas formas, ¡cómo es posible! Impresiona que maravillas de canciones como «Conceived Ideas» o «Pleasure» sean un ejercicio de plasmación tan perfecto. 



En fin, estos muchachos —Bram Van Gorp, Dries Hermans, Fik Dries y Lars Baeyens, más belgas que unos gofres— parece que se sepan de corrido el manual del jangle y del pop de guitarras atemporal. Conforman una especie de supergrupo de provincias, pues provienen de otras tantas bandas del indi de Bélgica (Believo!, The Deer Friends, Video Volta y Gasoline DC). Sin duda ha sido una reagrupación de talentos. Todo el disco destila una maestría clásica nada artificial. Son catorce temas trenzados de melodía y calidez, que se te impregnan sin darte cuenta y hacen que te sientas bien, en paz, purificado.

El disco tuvo su versión en cedé el año pasado (Gazer Tapes, 2017), pero ahora nos lo ofrece en vinilo el sello español Meritorio Records (2018).