El casco es ese complemento que, más allá de a motoristas y pilotos varios, tan útil resulta a encausados que no quieren ser fotografiados a su entrada en los juzgados y a músicos que quieren mantener el anonimato. Ya sé que el nombre de Daft Punk os ha venido a la mente de inmediato. The Moog Cookbook fue otro dúo que también se cubrió las cabezas con estos yelmos modernos.
Meco Eno y Uli Nomi fueron los seudónimos con que se bautizaron para ocultar asimismo su verdadera identidad, algo que no consiguieron del todo. Se llamaban Brian Kehew y Roger Manning y eran dos fanáticos de los sintetizadores analógicos. La idea con de The Moog Cookbook era hacer a la vez un tributo y una parodia de las grabaciones que se realizaron con moog a finales de la década de los sesenta y principios de los setenta. Para ello recurrieron a material de rock clásico y alternativo, que versionearon sólo de forma instrumental; eso sí, se autoimpusieron utilizar exclusivamente sintes analógicos, principalmente moog, claro. En los créditos del primero de los dos álbumes que publicaron estamparon un aviso claro: “No MIDI”.
Cuando se crearon estos sintetizadores modulares en 1963, su sonido estaba desligado de toda cultura o tradición musical. Los gorjeos y sonidos intermitentes que producían no eran una extensión de ninguna tradición anterior. Al aplicarlos The Moog Cookbook sobre piezas archiconocidas compuestas en una época posterior al nacimiento de estos sintetizadores modulares, consiguieron una curiosa secuencia temporal: les confirieron un toque futurista con instrumentos del pasado, es decir, desplazaron lejos el contexto de esas canciones. Una especie de regreso al futuro.
Todo este lío del tiempo se enmadeja aún más teniendo en cuenta que los discos de The Moog Cookbook son de mediados de los años noventa, era digital: The Moog Cookbook (Restless, 1995) y Ye Olde Space Bande (Restless, 1997). Es casi delirante el repertorio de versiones sintetizadas que llevaron a cabo. En el primero, por ejemplo, REM, Neil Young, Weezer, Nirvana, Tom Petty, Lenny Kravitz… Y en el segundo: David Bowie, Led Zeppelin, Van Halen, Eagles, Ted Nugent, Kiss… y en el que echaron una mano Wayne Kramer y Mark Mothersbaugh.
Poco más. Volvieron a unirse para grabar una pista para la película Moog (2004) y después recopilaron material sobrante de las sesiones anteriores en el disco Bartell (2006). No hay visos de que volvamos a ver los cascos del par de lunáticos de The Moog Cookbook.
Por cierto, a ver si localizo un ejemplar del libro de cocina en el que se inspiraron para ponerse nombre: Moog's Musical Eatery (1978), de Shirleigh Moog, primera esposa del inventor de estos cacharros sonoros, Robert Moog.