Es el caso más famoso, pero no sólo
Mark D. Chapman llevaba encima
El guardián entre el centeno cuando apretó el gatillo asesino de
John Lennon en 1980.
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Otro par de chalados,
Robert John Bardo y
John Hinckley Jr., tenían el libro en el momento cumbre de sus vidas.
El primero cuando se cargó en 1989 a la actriz
Rebecca Schaffer, de la cual era un fan obseso. (
Brad Silberling, pareja de la actriz en el momento de la tragedia, utilizó un punto de partida parecido al que él mismo entonces vivió para escribir y dirigir
El compromiso, en 2002, con
Dustin Hoffman y
Susan Sarandon.)
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El segundo sólo se quedó en el intento, y no consiguió matar a
Ronald Reagan en 1981; pero ¿consiguió, como pretendía, impresionar a
Jodie Foster?
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Como se ve, en los años ochenta hubo más modas que las de los peinados voluminosos, los sintetizadores y las hombreras. ¿Qué libro se llevaría hoy a un asesinato? Hoy se asesinaría un eBook en el bolsillo.
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