Nada; no hay forma de que arranque el buen tiempo de una vez. Sigue todo lánguido y apagado, así que tenemos que vitaminarnos como sea. Escuchar a todo trapo los estrenos de estos tres grupos garajeros, con sus guitarrazos enérgicos y su frescura contagiosa, puede resultar un buen tónico.
> Harlem: Hippies (Matador, 2010). Muy mal lo de los nombres, porque ni son negros ni tienen que ver con la cosa hippy. Además, las dos palabras te bailan, y no sabes si Harlem es el nombre de la banda o del álbum o lo contrario. Pero una vez que tu memoria consigue retenerlas en su sitio y te zambulles entre sus guitarras alegres y su batería efervescente, te quedas como nuevo. 16 pildorazos, de los cuales sólo 3 llegan a los 3 minutos.
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