Cada disco suele tener su propio momento. A veces, si no se acierta con ese momento justo, podemos pasarnos montones de días intentando disfrutar de algo que no nos sabe a nada por más mostaza que le añadamos.
Para Gog, la intrahistoria de Swim (Merge, 2010), el último disco de Caribou (Dan Snaith en su casa) hasta la fecha, está directamente ligada a su propia historia.
Hará ya más de medio año que Gog se lo descargó, escuchó y decidió comprar, pues a su entender merecía la pena tener el original. Sin embargo, una vez en casa con el flamante vinilo, por más que se lo ponía no conseguía extraer de él algo que le hiciera rememorar por qué se lo había comprado. Llegó a arrepentirse del dinero malgastado, así que lo aparcó y se olvidó de él. La otra tarde-noche probó de nuevo —sólo porque quiso volver a escuchar «Odessa» para atender a algo que había leído sobre ella—, y hete aquí que de repente el álbum resplandeció de nuevo meses después y le fascinó hasta el punto de tener que pinchar obsesivamente unas cuantas veces varios temas.
Básicamente, en Swim hay música de baile electrónica. Lo curioso es que se puede bailar en un club o en el salón de tu casa. Es música rítmica pero muy tranquila; es experimental pero no da esa impresión; parece fría pero resulta cálida.
La edición en vinilo, que es la que nos tiene aquí reunidos, es un álbum doble.
Cara A:
1. Odessa
2. Sun
Cara B:
3. Kaili
4. Found Out
Cara C:
5. Bowls
6. Leave House
Cara D:
7. Hannibal
8. Lalibela
9. Jamelia
Fa-Gor-ritas: 1, 6 y 8
Para Gog, la intrahistoria de Swim (Merge, 2010), el último disco de Caribou (Dan Snaith en su casa) hasta la fecha, está directamente ligada a su propia historia.
Hará ya más de medio año que Gog se lo descargó, escuchó y decidió comprar, pues a su entender merecía la pena tener el original. Sin embargo, una vez en casa con el flamante vinilo, por más que se lo ponía no conseguía extraer de él algo que le hiciera rememorar por qué se lo había comprado. Llegó a arrepentirse del dinero malgastado, así que lo aparcó y se olvidó de él. La otra tarde-noche probó de nuevo —sólo porque quiso volver a escuchar «Odessa» para atender a algo que había leído sobre ella—, y hete aquí que de repente el álbum resplandeció de nuevo meses después y le fascinó hasta el punto de tener que pinchar obsesivamente unas cuantas veces varios temas.
Básicamente, en Swim hay música de baile electrónica. Lo curioso es que se puede bailar en un club o en el salón de tu casa. Es música rítmica pero muy tranquila; es experimental pero no da esa impresión; parece fría pero resulta cálida.
La edición en vinilo, que es la que nos tiene aquí reunidos, es un álbum doble.
Cara A:
1. Odessa
2. Sun
Cara B:
3. Kaili
4. Found Out
Cara C:
5. Bowls
6. Leave House
Cara D:
7. Hannibal
8. Lalibela
9. Jamelia
Fa-Gor-ritas: 1, 6 y 8
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