sábado, 26 de marzo de 2016

Cameos musicales #61 // La cara oculta #18: Nash the Slash

Roadkill, la fascinante roadmovie de Bruce McDonald, la serie B en todo su esplendor. Con una fotografía espléndida y con encuadres e imágenes espectaculares, el esfuerzo de la realización sirvió para conseguir el premio a la mejor película del festival de Toronto en 1989. Al parecer, McDonald, cuando recogió el galardón, tuvo la ocurrencia de decir que se gastaría los 25 mil dólares del premio en una pelota de hachís. 

La historia de Roadkill (del propio McDonald) es tan absurda como descacharrante; y los personajes parecen salidos de las familias más desectructuradas del planeta Tierra. La sinopsis viene a ser algo así: Ramona —interpretada por Valerie Buhagiar—trabaja en una promotora musical; la envían a buscar a los miembros de la banda de rock Children of Paradise, que han desaparecido y tienen que presentarse en varios conciertos que tiene firmados. Como ella no sabe conducir, tiene que tomar el tren y el autobús y finalmente acaba haciendo autostop y aprendiendo a conducir. En su camino a través de Canadá, conoce a los más extraños de personajes... Entre las historias que se van sucediendo, hay tiempo para ver alguna actuación en directo. Concretamente la de Nash the Slash, que supuestamente hace telonero de los ficticios Children of Paradise, interpretando su propia composición "We Will Be The Leaders". 


Jeff Plewman —como constaba en su carnet de identidad— también era canadiense, y, como podrá comprobarse en breve, sus excentricidades a la fuerza habían de avenirse con el también excéntrico McDonald. Como Nash the Slash siempre aparecía en escena con la cabeza cubierta de vendas, gafas negras y tocado con algún tipo de sombrero, ya fuera chistera, bonete o casco de obrero. No sólo era un notable multiinstrumentista (violín, chelo, etc.), sino que todo lo pasaba por el filtro de la experimentación y de la electrónica. Uno de sus proyectos más osados fue el mini-álbum Descomposing, que se puede escuchar a cualquier velocidad (33, 45 e incluso 78 rpm). Aparte de la curiosidad técnica en sí, el resultado es más que interesante


Además de intervenir en otras bandas (FM, por ejemplo) y de colaborar con diferentes artistas, como Gary Numan, mantuvo un vínculo constante con el mundo del cine, componiendo bandas sonoras —e él se debe la de Roadkill— o interpretando la música de películas mudas en salas de cine, a la vieja usanza. Y podría decirse que fue un pionero en llevar música en directo a espectáculos audiovisuales relacionados con el mundo del arte, como hizo en una exposición del pintor Robert Vanderhorst


Como curiosidad final, en Roadkill tiene una pequeña escena Johnny Ramone, del que no pueden alabarse sus dotes escénicas ni siquiera interpretándose a sí mismo: 


(Gracias a @srlansky por su ayuda con los vídeos.)

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