Las coincidencias sólo son coincidencias. En este caso, vienen bien para reunir en un único espacio a dos americanas que han publicado, el mismo año, su disco de debut en solitario sin la sombra de sus habituales y respectivos compañeros de banda, y no muy alejadas en las propuestas musicales que presentan.
> Cindy Wilson – Change (Kill Rock Stars, 2017)
No hace falta tener un máster universitario, ni tan siquera regalado, para darse cuenta de que el título del álbum de una de las vocalistas de The B-52’s es una declaración de intenciones.
Wilson ha tenido que esperar cuatro décadas desde que empezara con su grupo para plantar su solo nombre en una portada —Kate Pierson y Fred Schneider ya lo habían hecho tiempo atrás—, por lo tanto no era cuestión de repetir la fórmula. Tenía que ser algo personal y diferente; y lo que le ha salido es un sonido bastante etéreo y melancólico, en el que dominan los sintetizadores.
> Annie Hart - Impossible Accomplice (Instant Records, 2017)
Qué bien nos caen Au Revoir Simone; imposible no sentir simpatía por ellas. Eso sí, el trío lleva ya unos años sin destilar un latido de vida. Menos mal que Hart ha decidido continuar hacia adelante con un proyecto personal.
El álbum con que se lanza tiene una vena más indie pop que el de Wilson, aunque también despuntan las texturas etéreas, las atmósferas creadas por sintetizadores y las percusiones secuenciadas, con un punto más bailable o al menos más vital.
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