Según se lee en la mastodóntica novela del jamaicano Marlon James, los Beatles sólo mencionaron a otro músico en sus canciones. Ellos, tan citados hasta la saciedad. Fue a Desmond Dekker en «Ob-La-Di, Ob-La-Da». Era la época en que el reggae y el ska empezaban a calar en la isla; de isla a isla.
Desmond has a barrow in the marketplace
Molly is the singer in a band
Desmond says to Molly, girl, I like your face
And Molly says this as she takes him by the hand
La línea siguiente —«ob la di ob la da, life goes on, bra»— era una expresión frecuente del conguero nigeriano Jimmy Scott, un conocido de Paul McCartney. Scott llegó a demandar a McCartney por el uso de la frase en la letra y el título de la canción. Las pupilas se le debieron de llenar de fajos de libras al bueno de Jimmy en cuanto oyó la canción y ya se veía dado a la gran vida para siempre. Sin embargo, McCartney alegó que «Ob-La-Di, Ob-La-Da» era simplemente un dicho común de la tribu yoruba y que Scott se había limitado a enseñárselo.
Ob-la-di ob-la-da.
Life goes on.
La vida sigue.
Ob-la-di ob-la-da.
Life goes on.
La vida sigue.
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