"Only Survivor" (1985) es el testamento de sus influencias. En la lista de nombres introductoria, cita a Jimi Hendrix, Otis Redding, Janis Joplin (la única blanca), Marvin Gaye, Jackie Wilson y Sam Cooke:
Un Van Rompuy, de los Van Rompuy de toda la vida, ha sido elegido como primer presidente permanente de la UE. Belga él, cuentan que es de esos políticos que hacen las cosas a la chita callando y sin grandes aspavientos. Un político que gobierna en acústico, podría decirse.
Isbells, compatriotas suyos, practican también lo acústico en su pop nostalgicorro e ideal para días grisáceos (en España tal vez hace demasiado sol como para disfrutarlos a menudo).
Debutan con disco homónimo:
«Dreamer» y «Maybe» se pueden intentar escuchar con algún tibio rayo de sol asomando la nariz, aunque se corre el riesgo de que se nublen pronto los cielos:
…los nativos se tapan los oídos o salen huyendo para no tener que oírlo ni un solo segundo, aunque ello signifique dejar abandonadas las bananas o lo que sea que transporten en ese momento.
Mínimo y poco significativo fragmento que sólo sirve para traer aquí la reciente y, no escatimemos adjetivos elogiosos, pasmosa novela de Sam Savage, El lamento del perezoso (Seix Barral, 2009).
Es de género epistolar (con algún relato, listas de la compra y anuncios intercalados). Las cartas las escribe sólo el protagonista, pero uniendo lo que les va contando a unos y a otros se termina por componer el retrato del personaje: rastrero, miserable, mentiroso, egocéntrico, conflictivo, escandaloso… ¡Qué personaje ese Andrew Whittaker! Recuerda un poco a aquel otro desastre humano que era Ignatius J. Reilly, de Toole. Este es un fulano espantoso, pero no puedes dejar de apiadarte de él, de ponerte de su parte y de reírte con sus osadías. Es una especie de héroe marginal, con toda su miseria moral a rastras, que es enorme y no parece tener acabo. La locura no anda lejos. Quijote, etc.
Extraña poética la de este Savage. El resultado: un patetismo acongojante. Uno se ríe por fuera a carcajadas mientras por dentro se le hace una bola en el estómago. Es probable que nos las estemos viendo con uno de los personajes más cómicamente dolorosamente patéticos de la historia de la literatura, con todo lo de rimbombante que tiene tamaña afirmación (además de un uso adverbial discutible).
Amigos de la mordacidad y el sarcasmo, es vuestro libro. Amantes de las frases memorables, tendréis un orgasmo con estas páginas.
Esta actriz angelina se entretiene últimamente cantando, tocando la guitarra y componiendo para The Whispertown 2000. O sea, un pop indie amable, de baja intensidad, a medio camino entre lo comercial y lo alternativo, en la línea de Rilo Kiley (otra actriz) o de The Bird & the Bee.
Preparan su tercer disco mientras disfrutan de la relativa buena acogida de Swin (2008).
Cualquier motivo es bueno para acordarse de Boris Vian.
El de este año es que han pasado cincuenta desde que la palmara, y eso que a él, como a otros muchos mortales, no le gustaría haberla palmado.
Ese deseo suyo lo dejó expresado con bastante claridad en el poemario titulado No me gustaría palmarla, que edita ahora exquisitamente la editorial Demipage: traducciones de los poemas a cargo de muy variopinta y conocida gente (desde Fernando Savater a Santiago Auserón, por poner dos ejemplos extremos), acompañadas de otras tantas preciosas ilustraciones.
Han llamado «Chansons probables» al primer disco y «Chansons improbables» al segundo, basándose en un oscuro criterio que tal vez sólo pueda comprenderse bien si uno es de estirpe gala, porque igual de probable como de improbable, o al revés, parece la versión de, por ejemplo, Katerine, como la de Daniel Darc.
Algunos de los intérpretes de este recopilatorio son actores franceses, con más bien poca experiencia en eso del cantar, aunque que los actores galos se lancen al canturreo es muy de ellos. En este disco están: Jeanne Moreau, Carole Bouquet, Trintignant, Jaoui, Antoine de Caunes, Jean-Claude Dreyfus y Lambert Wilson.
Walden Dos, en contra de lo que parecen indicar las matemáticas, son cuatro madrileños, alguno de los cuales ha leído la obra homónima del conductista B. F. Skinner.
Davendra Banhart, un como músico hippy con nombre de figurilla de espíritu hindú, publica nuevo disco (What Will We Be, Reprise, 2009).
Xavi Sancho lo interpreta así:
Muchos han visto en Banhart una suerte de freak genial, padre putativo de la globalización indie y ejemplo de los poderes curativos de la lo-fi. Hoy nos damos cuenta de que tal vez se hizo, de sus necesidades, las virtudes que otros necesitaban. Decir que su anterior falta de recursos enmascaraba una falta de discursotal vez sea excesivo, pero afirmar que sus actuales desmanes creativos le llevan al hilo musical de Starbucks suena dolorosamente real.
Esa ristra de letras, con más de sigla de organización internacional en misión humanitaria en un país africano que de grupo musical, es como el todo el mundo abrevia por escrito el simpático y elástico nombrecito de The Pains Of Being Pure At Heart.
GPS: Nueva York Palo: indie pop Hablamos de: The Pains Of Being Pure At Heart (2009) y el subsiguiente ep, Higher than the stars (Fortuna Pop, 2009) Ecos: Teenage Fanclub pasados por los Ramones más poperos; The Pastels; y Orange Juice al fondo a la izquierda. Fa-gog-ritas: «Young Adult Friction», «A Teenager in Love», «Falling over» Línea para corear: a teenager in love with christ and heroin Más: para escucharlos y verlos, aquí.
1. Contender 2. Come Saturday 3. Young Adult Friction 4. This Love is Fucking Right 5. The Tenure Itch 6. Stay Alive 7. Everything With You 8. A Teenager in Love 9. Hey Paul 10. Gentle Sons
1. Higher Than the Stars 2. 103 3. Falling Over 4. Twins 5. Higher Than the Stars (Saint Etienne remix)
Por un bucle que no viene a cuento, Gog se ha acordado hoy de los reyes del loop eterno, Stereolab, y de la extinta guitarrista del grupo, Mary Hansen, embestida por un camión mientras montaba en bicicleta en diciembre de 2002.
(Está visto que el título de la conocida obra de teatro de Fernán Gómez se queda corto, y que uno más ajustado sería Las bicicletas no son para el verano... ni para el invierno.)
El propio grupo se acordó de su compañera en «Feel & Triple» (en Margerine Eclipse, 2004):
Starlettes: poco que decir, puesto que poco se encuentra, sobre estas cuatro presuntas alemanas, dato este obtenido de la suposición de que temas como «Meisterhaftes Kunstwerk» o «Endlich Allein» se dan un aire a lo que uno entiende por lengua germana.
Un ep (Paradies, 2005), un vídeo, algunos conciertos peleones... Probablemente —sus motivos hay— serán más conocidas en su Dormagen natal. Y tal vez lo que ayude a despejar cualquier duda sobre sus coordenadas musicales sea el hecho de que han llegado a compartir cartel junto a Tormentor y Audio Enema, sean quienes sean todos ellos.
En El laberinto habitado (Nigratrea, 2007), uno de los últimos libros que se han editado del mondoñense Álvaro Cunqueiro (1911-1981), se da noticia fundamental sobre la cuestión húngara:
— Se confirma algo tal vez ya sabido por muchos: las mejores pulgas para amaestrar han de ser hembras y húngaras (pp. 541 y 557). — Los enanos no se casan con enanas, salvo en Hungría (p. 575). — Es muy probable que el muy enigmático conde Saint-Germain fuera de origen húngaro (p. 155). — Ese Saint-Germain, alquimista en sus horas libres, entre otras aficiones, habló con las joyas de la esposa del rico señor de Hungría, el conde Skavaros (p. 239). — Entre los peregrinos del Camino de Santiago, solía haber húngaros con gorros de piel (p. 234).
Uno se siente capaz de todo después de acceder a tan valiosísima información.
(Lamentablemente, Gog no está disposición de poder asegurar que la pulga de la foto sea húngara, y ni siquiera hembra.)
Cuenta la leyenda que Aretha Franklin, aguijoneada por Otis Redding, que le restregaba con sorna el éxito que él estaba obteniendo con el tratamiento dado a «Try a little tenderness» cuando ella no lo había conseguido con esa misma canción unos años antes, le espetó que cogería una de sus canciones y la modificaría de tal manera que ni él mismo la reconocería. La pieza en cuestión resultó ser la apoteósica «Respect», transformada con tanta garra e intensidad que Redding no tuvo más remedio que comentar: «He perdido mi canción. Esta chiquilla me la ha robado». En efecto, el clásico es el de Aretha, y nadie se acuerda del primer «Respect» de Redding.
Coseguido el respeto, ya todo fue hacia arriba para ella, desde donde jamás cayó, sin cesar de cosechar toneladas de éxito y de las otras.
Los Blues Brothers, fanes irredentos de su música, la llamaron unos cuantos años después para que les cantará «Think» ataviada como una muy venida a menos camarera (The Blues Brothers, de J. Landis, 1980).
Aunque quizá el cameo musical más logrado en esa misma película fue el de otro grande, James Brown, haciendo de predicador:
Por si fuera poco —la peli es un museo viviente del soul—, Ray Charles también tuvo su número musical.
Anoche, concierto de Camera Obscura, por eso toca hablar de The Rezillos.
Y es que el curtido roadie que les preparaba el escenario llevaba una camiseta de aquellos punkies de serie B de finales de los setenta (es de imaginar que la camiseta del roadie tenía menos tiempo). El caso es: ¿de verdad queda alguien que se acuerda de The Rezillos? Bueno, escoceses unos, escoceses otros y, probablemente escocés el buen hombretón de la camiseta.
Esos Rezillos de los tarados Eugene Reynolds y Fay Fife al poco tiempo se reconviertieron en The Revillos. Su «Do the Mutilation» era apoteósico escuchado a todo lo que daba el tocadiscos:
Ese tema luego lo versionearon los cachondos de Siniestro Total con el título de «Opera tu fimosis»:
(Los de Tracyanne, estupendos. Aunque venían a presentar disco, se dedicaron a tocar sus hits de guateque feliz de los cincuenta, y ahí son infalibles; te sacan de cualquier hoyo, comentó uno entre el publico.)
Ya ha comenzado por todas partes la confección de listas con lo mejor de esta primera década del siglo XXI.
Puestos a seguir tan original juego, uno de los himnos, sin duda, debería ser el «Losing My Edge»(2005) de los fundamentales LCD Soundsystem, una de esas canciones llenas de referencias a otros muchos músicos.
Las estrofas finales son toda una ristra de nombres (letra completa), una letanía entre el homenaje y el enciclopedismo:
This Heat, Pere Ubu, Outsiders, Nation of Ulysses, Mars, The Trojans, The Black Dice, Todd Terry, the Germs, Section 25, Althea and Donna, Sexual Harrassment, a-ha, Pere Ubu, Dorothy Ashby, PIL, the Fania All-Stars, the Bar-Kays, the Human League, the Normal, Lou Reed, Scott Walker, Monks, Niagra,
Joy Division, Lower 48, the Association, Sun Ra,
Scientists, Royal Trux, 10cc, Eric B. and Rakim, Index, Basic Channel, Soulsonic Force ("just hit me"!), Juan Atkins, David Axelrod, Electric Prunes, Gil! Scott! Heron!, the Slits, Faust, Mantronix, Pharaoh Sanders and the Fire Engines, the Swans, the Soft Cell, the Sonics, the Sonics, the Sonics, the Sonics.
Y antes también se citan a: Captain Beefheart, Daft Punk, Beach Boys y The Modern Lovers.
El proyecto Record Club, comandado por Beck, consiste en unos cuantos músicos amigos recreando, nota a nota, grandes discos clásicos. Han empezado por el del plátano de la Velvet Underground & Nico.
Normas del club: se graban sin ensayos previos y en un solo día.
Historieta sobre el original: Warhol impuso a Nico como chanteuse de la Velvet Underground. Reed había escrito «Sunday morning» antes de que ella se incorporara, pero tanto Warhol como el otro productor, T. Wilson, insistían en que la cantara la bella y glaciar rubia. Reed, genio y figura, prefirió cantarla él mismo imitando la voz de una mujer.
Vaya, esto va a quedar largo, pero hoy ha resultado imposible decidirse por una de las dos entrevistas; dos friquis, cada uno en lo suyo.
Por aquello de que la edad es un grado, vaya primero el sabio biólogo de poblaciones Paul R. Ehrlich, de la Universidad de Stanford, que ha estado por Cataluña recibiendo un premio:
P. ¿Cuál sería el número adecuado de habitantes? R. Hicimos un cálculo asumiendo que todo el mundo viviría como un mexicano de clase media y en que mejoraba la tecnología. Y la Tierra puede soportar a 2.000 millones, que es lo razonable. P. Es imposible volver esa cifra. R. Por eso llevamos años hablando de ello. Hacerlo de forma humanitaria lleva mucho tiempo. Podrías disparar a un tercio de la población mañana pero no queremos hacerlo así. P. ¿Qué haría si usted si tuviera poder? R. En EE UU necesitamos un presidente que tenga agallas y diga que nadie ha dado nunca una razón de por qué debe haber más de 140 millones de americanos vivos a la vez. La única razón semisensata es que con esa población ganamos la Segunda Guerra Mundial, pero nadie cree hoy que los número te dan poder militar. Un presidente debería decir: "Ahora tenemos 370 millones de personas, lo que nos está dando todo tipo de problemas y sus hijos vivirán peor que ustedes. Tendremos que invadir países para conseguir su petróelo porque cada vez necesitaremos más petróleo. Así que lo patriótico sería limitar el número de hijos".
El otro es Gene Simmons, el cantante de los aparatosos y parafernálicos Kiss, de promoción porque acaban de sacar nuevo disco. Al parecer tiene muy claro que una invasión extraterrestre finiquitaría el conflicto de Oriente Próximo:
A los extraterrestres no les interesan nuestros problemas. Cuando nos invadan se nos olvidará toda esa mierda religiosa y no habrá diferencias entre nosotros. Seremos simplemente hermanos terrícolas y dejaremos de lado nuestros conflictos para luchar contra ellos.
Y preguntado sobre si es verdad o un mito eso de que se ha acostado con más de 4 mil mujeres desde que fundó el grupo: Te lo juro. Es el poder del maquillaje. Viene de muy lejos. El hombre siempre se ha maquillado. Lo hacían los chamanes para las ceremonias religiosas. Luego se pintaban para la guerra. Años después, las mujeres se dieron cuenta del poder del maquillaje. Pregúntales a ellas. Por el día, cuando no llevan maquillaje, nadie les hace caso. Cuando se lo ponen por la noche son irresistibles.
(No consta la aportación exacta al problema de la natalidad mundial tras esos cuatro mil episodios.)
Desde Glasgow —eso es lo que se dice tener pedigrí—, haciendo música hace ya tres discos. En España no se les conoce, así que han preparado una edición especial para presentarse aquí. I Woke Up Dreaming (Discos de Paseo, 2009) es algo así como unos grandes éxitos, pero dado que no se había oído hablar mucho de ellos, podría pasar simplemente por un nuevo álbum.
En él incluyen este impresionante hit instantáneo:
Si alguien es de pensamiento tirando a excéntrico, convulso, absurdo, excesivo, surrealista y patafísico es casi hasta normal que termine desembocando en la obra del moderno dramaturgo y poeta francés del siglo XIX Alfred Jarry.
Como el excéntrico, convulso, absurdo, excesivo, surrealista y patafísico David Thomas, que tras leer el Ubu rey de Jarry, no dudó en bautizar a su grupo como Pere Ubu y ponerse a componer música alternativa y experimental, teniendo en cuenta que el concepto música aplicado a él difiere un poco de los consabidos estrofa/estribillo/estrofa; lo suyo es más como cubismo aplicado a la melodía.
Treinta años después de que empezaran, y en las mismas coordenadas estilísticas, sale ahora Long Live Pere Ubu, su vigésimo disco más o menos.
Cuando a Gog le apetece ponérselos, suele recurrir a Dub Housing (1979), que aunque no contiene la famosérrima «Non-alignment Pact», se corre menos riesgo de engancharse en sus aristas.