Abraham Boba: «Signos de admiración»
Cuando llegues a saber
lo que he puesto en el salón,
son signos de admiración,
no te pongas a correr, por favor, por favor.
Son tus cartas de dos mil,
son las fotos de Estambul,
tu vestido y tu carmín,
Todo en el mismo altar, como un dios, como un dios.
Tu contrato laboral
y tu tesis doctoral
sobre Charles Foster Kane
ya no la volveré a ver sin llorar, sin llorar.
Y espero no ser un loco más,
espero no ser un loco más
de los que has dejado atrás.
Qué contento llego a estar
si me pongo a comparar
con la muerte o la vejez
todo esto es tan trivial, tan trivial.
Todo lo que cociné
y todo lo que me leí
y no pude comprender
todo lo hacía por ti, no por mí, no por mí.
Se ha hablado tanto de amor,
del conflicto conyugal,
de políticas de paz,
que no sé cómo abordar el color del dolor.
Y espero no ser un loco más,
espero no ser un loco más
de los que has dejado atrás.
Y he pensado en proyectar
un espacio cultural
dedicado a la traición.
Me podrías ayudar, por favor, por favor.
Ya no puedo acumular
más signos de admiración.
Me desplazan, caigo al mar,
sé que tengo que nadar y encontrar
una isla en la que olvidar.
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