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viernes, 27 de febrero de 2015

¿Qué se sabe de los belgas? #31: Autumn


Los sintetizadores tienen alma de juguete. Toda esa cacharrería electrónica a modo de instrumentos musicales tiene más de jugar que de tocar. Haces música con ellos pero a la vez es como si estuvieras jugando. Por eso no es de extrañar que, en la segunda mitad de los años setenta, dos imberbes chavales belgas, intrigados y fascinados con la música experimental que sonaba en algunas películas galácticas, quisieran probar a hacerla ellos mismos y pidieran a sus familias que les proveyeran de teclados primitivos, órganos y otros sintes. Los adolescentes Peter Bonne y Geert Coppens se entregaron a experimentar con sus sintetizadores analógicos con la seriedad que se tiene de niño al jugar, como diría Nietzsche, y en 1980 dieron vida a una de las bandas de synth pop más visionarias de Europa: Autumn. Al año siguiente compusieron y grabaron, en siete horas, dos temas legendarios del género —Synthesize / The Third Autumn— que en el verano de 1982 se convirtieron en hits en los clubs belgas. Escuchados hoy día y teniendo en cuenta lo jóvenes que eran, no queda sino considerarlos una proeza. 



A ellos se les había unido Peter Koutstaal, y pertrechados con un secuenciador Roland CSQ600, una caja de ritmos Roland TR 808 y un sinte para bajo Roland SH-2, continuaron grabando casetes con oscuras gemas de synth pop que podemos volver a escuchar (descubrir) ahora gracias a la reedición en vinilo que ha hecho el sello Minimal Wave con algunas de ellas. Están las dos mencionadas, por supuesto, pero también asombros como «A Night In June», «Laughter of A Madman» o «I Say You Hello», tema este que seguro hubieran deseado haber compuesto Soft Cell, o al menos uno se imagina a Marc Almond cantándolo: 



Autumn quedó varado ahí, pero sus tres componentes, más inquietos que una defensa ante un córner del Atlético de Madrid, siguieron experimentando juntos en otros proyectos musicales: Peter Bonne y Peter Koutstaal se dedicaron a Linear Movement, mientras que Geert Coppens y Bonne, a Twilight Ritual, si bien los conceptos de ambas bandas continuaron inalterados durante sus trayectorias, o sea, synth pop para pistas de baile vampíricas. De ambos combos el sello Minimal Wave también ha recuperado parte de su obra.





martes, 27 de enero de 2015

Hoy llego tarde #11: Billy Thermal


Billy Steinberg es un ejemplo de esos raros, pasmosos y desconcertantes casos en los que se puede conocer muy bien a alguien del que jamás has oído hablar. En principio, es más que probable que si, lector, estás ahora mismo leyendo estas líneas no sepas ni por asomo quién fue ese Steinberg, líder de una banda californiana llamada Billy Thermal a la que ahora se le publica un álbum inédito desde 1980. Pero claro que lo conoces. ¿Es que nunca has escuchado «Like A Virgin»? Sí, la compuso él. ¿Y «True Colours»? También es suya aunque la hiciera famosa Cindy Lauper. ¿Y el «Eternal Flame» de las Bangles? ¿Y «So Emotional», de Whitney Houston? ¿Y «Alone», de Heart? Y esto sólo por mencionar los temas que escribió que alcanzaron el #1 en las listas. Pero tiene otros que cedió a, por ejemplo, The Pretenders, o los tres originales suyos que se reproducen en Billy Thermal (Omnivore, 2014) y que luego versionearon otros: «Precious Time» (Pat Benatar), «How Do I Make You» (Linda Ronstadt) y «Don’t Look At Me» (Rick Nelson). Brutal. ¿Cómo es posible que un disco de alguien tan conocido en la industria discográfica haya permanecido oculto tanto tiempo? 

Así que aunque sólo sea por justicia poética, merece la pena ahora hacerse con una copia de estos quince cortes de power pop clásico, que además son vigorosos, eléctricos y suenan asombrosamente frescos. Pasma su facilidad para la melodía y para hacer rimar en una sola estrofa palabras como eucalyptus / narcissus / psychosis / focus. Que no se nos olvide jamás: se llama Billy Steinberg.

miércoles, 20 de febrero de 2013

Últimamente se está muriendo gente que no se había muerto nunca #27

El escritor Ramón Gómez de la Serna, que lo hubiera petado en Twitter de haber existido en su época, dijo en una greguería: «Como el que vive nunca murió, le queda todavía esa novedad». Para Reg Presley, desde hace unos días, y a Kevin Ayers, desde hoy, morir ya no les es nuevo. 

—Bueno, Gog, la gente se hace vieja y se muere, ¿y qué? 
—Efectivamente, es ley natural, no hay que dramatizar. Pero tampoco pasa nada por recordar a alguien que nos hizo pasar buenos ratos. 

> The Troggs. Desde luego, si se trata de recordar buenos ratos, la banda de Reg Presley a Gog se los ha hecho pasar a montones. Descubrió la mítica «Wild Thing» en la banda sonora de Something Wild (1986), y desde entonces en los viajes en coche siempre, siempre, siempre, le acompaña uno de esos recopilatorios The Best of. Porque The Troggs no fue banda de grandes álbumes, sino de grandes temas, enormes temas. «With a Girl Like You», «Love Is All Around», «Last Night» o el vacilón «Black Bottom»: 


The Troggs sonaban entre garajeros y beats, pero probablemente hay muy pocos grupos en la historia de la música con más parapapeos que ellos en sus canciones. En cuanto podían, metían uno. ¿Qué hay que versionear Louie Louie? Pues lo empezamos con parapapá, etc. 


> Kevin Ayers. Curioso, otro inglés. Sin embargo, la relación de Gog con este músico peculiar y de ligera tendencia barroca en su pop, es mucho menos intensa y menos lejana en el tiempo que la anterior. Pese a todo un historial a sus espaldas —incluido haber sido compañero de banda de Robert Wyatt— y haber visto sus discos centenares de veces en las cubetas, no lo escuchó, al menos conscientemente, hasta 1999, cuando se topó con él en una versión en francés de su "May I", que grabó junto a The Ladybug Transistor para el recopilatorio Pop Romantique. French Pop Classics (Emperor Norton). Y otro lapso de tiempo hasta que llegó su elegantón The Unfairground (Tuition, 2007); y luego ya sí, de ahí hacia atrás sin parar, Bananamars (1973) o el impronunciable Whatevershebringswesing (1971), etc. Tuvo un post en En Esta Quiero Humo ya hace unos años.


  Puis-je?

jueves, 1 de noviembre de 2012

Hoy llego tarde #9: Magic Bullets


Hay dos motivos de máxima felicidad para Gog reunidos en Much Ado About EP (Mon amie, 2012): lo ha grabado y mezclado Monte Vallier —el bajista de los nunca suficientemente reconocidos Swell— y suena como si Orange Juice y Aztec Camera siguieran en activo. Es decir, pop de guitarras reflexivo pero contagioso, compuesto por espíritus sensibles dotados para lo bello. El quinteto de San Francisco Magic Bullets muestra una anglofilia total y transmiten toda esa energía optimista a base de guitarras animadas, percusiones bailongas y melodías para pasear en bicicleta una mañana soleada de domingo. Siete maravillas, veintitrés gozosos minutos, que no salen del reproductor. 

«Unlearned»

«Awful»

Lamentablemente, la banda se ha separado después de la última gira este verano. Dejan atrás tres discos de estudio más que Gog tampoco conocía y que se pondrá a escuchar cuando Much Ado About EP quede bien exprimido. 

El guitarrista gasta gafas.

sábado, 25 de agosto de 2012

Comerse un cocodrilo (en Dinamarca) #7 // Hoy llego tarde #8: Galaxie 500


La separación del trío Galaxie 500 a comienzos de los noventa trajo la bifurcación de dos nuevas bandas: Damon & Naomi y Luna. Los primeros siguieron una senda muy parecida a la que practicaban en Galaxie 500: melodías pesimistas, tempos lentos, arreglos instrumentales minimalistas, desarrollos kilométricos y canto fúnebre como de ballena herida. Así que Gog con quien realmente disfrutó musicalmente fue con el otro proyecto, más vitaminado, el del guitarrista y cantante (Dean Wareham). Es curioso, tanto en su encarnación como Luna como en sus siguientes pasos junto a Britta Phillips (¡esa bajista!), quizá sea Wareham uno de los músicos que Gog haya visto más veces en directo, cuando el sopor que le causaban los Galaxie llegaba casi a la irritación; mucho Velvet Underground, sí, pero a desesperante cámara lenta. Paradójico que escogieran de nombre artístico el de un modelo de coche de Ford con pinta de veloz y célere, cuando lo de ellos era más el ralentí de tractor. 



No es de extrañar, pues, que Gog haya tardado tanto tiempo en descubrir Copenhagen, un álbum en directo grabado en la capital danesa en 1990, el último concierto de su gira europea, y publicado siete años después. Conocía sus tres discos de estudio e incluso atesora el tributo que les hicieron desde el sello Elefant (en doble cedé y en precioso 7’’), pero ahí se quedó todo.

 

Aunque en Copenhague se congregan todas las coordenadas descritas más arriba, sin duda revela las dotes instrumentistas del grupo y una brillante solidez (tal vez esta sí digna del modelo de Ford). Llaman la atención las tres versiones con que cerraron el show: «Listen, the Snow Is Falling» (Yoko Ono), «Here She Comes Now» (Velvet Underground) y «Don’t Let Our Youth Go to Waste» (Jonathan Richman).

martes, 17 de julio de 2012

Las nuevas aventuras del llanero solitario #24 // Gastan gafas #49: Pete Astor


Es entre muy probable y prácticamente seguro que el nombre de Pete Astor vaya a dejar fríos a muchos, claro que dado el calor que hace igual hasta viene bien. Tal vez si se relaciona el nombre de Astor con el de The Weather Prophets, aquella banda de la segunda mitad de los 80 que publicó en el afamado sello de su amigo Alan McGee (este llegó a tocar el bajo con ellos en los dos primeros temas que grabaron), puede que nos dijese algo más. Por su parte, Gog, ha de confesarlo, sólo tenía una referencia de Astor —su participación en el tributo a Leonard Cohen I’m Your Fan (1991)—, pero jamás se molestó en seguirle la pista a través de la media docena de discos que le preceden. Ni siquiera ahora que está aplicándose con fruición a la escucha de Songbox (Second Language, 2011) puede presumir Gog de estar al día, porque es este un álbum del año pasado, y el año pasado, la verdad, ni enterearse de su existencia. 


Es muy probable también que su pinta de profesor de universidad, que así se gana la vida, sus gafas y su madurez como de padre, a muchos les dé pereza darle al play. Sería una lástima, pues se perderían un pop de cámara cargado de belleza, tanta que a veces perturba. Songbox es de una sensibilidad y una serenidad desarmantes. Escucharlo, saborearlo con los oídos, hace sentirte bien, te relaja y te asoma al borde de dulces melancolías; pero al mismo tiempo hace que te reconcoma una punta de desazón ante la posibilidad de que tal estado de ánimo reconfortante se quiebre de un momento a otro. Belleza funesta. 

Astor canta en voz baja, voz que serpentea entre cuerdas, vientos y teclados exquisitos. «Dead Trumpets», para empezar, ya deslumbra; «Tiny Town», pequeña y grande, podría servir de banda sonora moderna para El hombre tranquilo; los coros de «Slip Away» suenan afectuosos, como si te los estuvieran cantando unos amigos; y la pastoral «Tree Birds» es un remanso, con su riachuelo fresquito donde remojar los pies.


La caja de cartón que lo contiene es como el envoltorio de un pequeño tesoro, un joyero que guarda once pequeños diamantes. Le acompaña un segundo CD en el que diversos músicos reinterpretan las canciones en el mismo orden; gente del pelo de Darren Hayman, Pete Greenwood, The Raincoats, Piano Magic, Let’s Wrestle, Comet Gain… Y una docena de postales artísticas para ilustrarlo. Edición limitada, como cualquier tesoro.


Para quien esté interesado en profundizar en la figura de Astor, puede verse una conversación entre él y su amigo Lawrence, el otrora líder de Felt (I y II).

sábado, 30 de junio de 2012

Cosas de hermanos #29 // Hoy llego tarde #6: The Lijadu Sisters


Nigeria, años 70. Puede dar escalofríos ponerse a pensar el papel que tendrían por entonces las mujeres en aquella sociedad; por desgracia, probablemente ni siquiera será muy diferente hoy día. Así que es rareza segura vérselas con dos mujeres que componían, cantaban y tenían éxito en un mundo completamente dominado por los hombres y en el cual las mujeres eran la sombra de la sombra de ellos. Las gemelas Taiwo y Kehinde LijaduThe Lijadu Sisters para el mundo artístico—fueron dos de esas raras excepciones. 

Bien, pues Nigeria entonces. Pero tranquilos, porque Gog, en cuanto fan musical, está a eones de la world music. Además, sólo se ha escuchado un álbum de las Lijadu, su impresionante debut Danger (1976), y en él lo que hay son toneladas de funk, afro-soul, reggae y hasta ligeros (y pasables) pasajes de rock progresivo, en un cóctel deslumbrante. ¡Y qué manera de sonar cada instrumento! Lo grabaron en Lagos, en el mismo estudio que utilizaron Fela Kuti o, más recientemente, The Good, The Bad & The Queen. En total llegaron a grabar cuatro discos entre 1976 y 1983. Después se fueron a vivir a Brooklyn y, justo al contrario de lo que pudiera pensarse con ese traslado, desaparecieron de la vida pública. Cantaban en inglés aunque a veces entremezclaban lenguas africanas, y sus suaves harmonías vocales se contraponían al poderío de los instrumentistas. 


Al parecer fueron muy conocidas en su país, no así en Europa y Estados Unidos, y ha llegado la hora de descubrirlas en este nuestro mundo tan avanzado gracias a las reediciones de Knitting Factory Records de sus tres primeros discos. O para quien quiera un panorama más general de ellas, el recopilatorio Afro-beat Soul Sisters.
 
The Lijadu Sisters - Life's Gone Down Low by KnittingFactoryRecords
  

miércoles, 9 de mayo de 2012

...Y ellos se juntan #53 // Funkdamentos y soultanes #22: Nicole Willis + The Soul Investigators


Recientemente se ha topado Gog con un álbum de portada tan horripilante como llamativa para él: cuatro chuletas en una sartén de hierro forjado y mango de madera sobre un fuego al rojo. La foto era muy poco afortunada para ilustrar un disco, pero que este se titulara Home Cooking (Mit-Wit, 2011) y que la docena de temas que contenía llevaran también un título relacionado con la cosa culinaria —«Greasy Pork», «Greens Please», «Electric Cooker», «Midnight BBQ», etc.— era motivo sobrado para interesarse mínimamente por él; además, la banda se hacía llamar The Soul Investigators. Resultó ser un grupo finés que interpreta piezas instrumentales de deep funk y soul con Hammond calentorro a todo trapo, como salido de un antro de Chicago hace unas décadas. ¡Para qué más, Gog! 



Toma que toma. Había que seguir investigando, pero a ellos.

Tirando del hilo internetario, Gog descubrió una grabación conjunta de una tal Nicole Willis con los Soul Investigators como banda de apoyo. Como la ignorancia de Gog es superlativa, ahora tenía que averiguar quién era esa voz solista. Y las sorpresas continuaron sucediéndose: Nicole Willis fue la vocalista del grupo inglés de acid jazz The Repercussions, había salido de gira con The The (¡¡!!) y estaba casada con el geniecillo de la electrónica Jimi Tenor; con él había grabado Soul Makeover (Sähkö, 2000), su debut en solitario, un álbum a medio camino entre el neo soul y la electrónica, pero ella quedaba algo difuminada por la niebla detallista y aparatosa de Tenor. Así que volvamos a Keep Reachin’ Up (Timmion, 2006), o sea, la colaboración Willis + Soul Investigators.


Ya desde su peinado en la portada se avisa de un clasicismo evidente. Se acabaron los experimentos. Dentro, todo ese poder de los Soul Investigators acompañando a una Willis, ahora sí, totalmente suelta, libre y poderosa. Cualquiera que escuche los temas que vienen a continuación sin haber leído el año de edición pensaría que es un tesoro rescatado de los años sesenta. 





Como hay gente para todo, Gog no quiere dejar insatisfechos a posibles curiosos de Finlandia, así que aquí va la formación de los Soul Investigators: Jukka Sarapaa (batería), Didier Selin (tambourine), Antti Maattanen (órgano), Pete Toikkanen (guitarra), Lasse Tolvanen (saxo tenor), Sami Kantelinen (bajo), Erno Haukkala (trombón), Kana Antti Lauronen (saxo barítono) y Eero Savela (trompeta).

viernes, 24 de febrero de 2012

Hoy llego tarde #4: Outkast


En 1998 Gog aún no escuchaba hip-hop. Eso es así y punto. De hecho, no es un palo que practique ni mucho ni habitualmente (exceptuando a sus asiduos Kanye West o la Mala Rodríguez, poco más; del rap guerrillero en plan Public Enemy, Beastie Boys o cosas así, nada que decir). A Outkast, en concreto, no los descubrió hasta el Speakerboxxx/The Love Below de cinco años más tarde, y aunque "Hey Ya!" le entusiasmó, no fue suficiente para que se animara a revisar la discografía anterior del grupo. Ha sido recientemente, tras un comentario muy elogioso por parte de uno de los componentes de TV Girl, cuando Gog se ha puesto oídos a la obra. Ha empezado por Aquemini (La Face/Arista, 1998), que contiene, entre otros exultantes arrebatos, "SpottieOttieDopaliscious". 

Es el duodécimo tema del álbum. Comienza con un ritmo que proviene directamente del soul calentorro de los 70. Y de repente aparecen unas trompetas que, por portentosas y absolutamente inesperadas, te enganchan y te mantienen en vilo durante esos siete minutos memorables. Increíble qué pieza. Se alternan a las voces Hook, Pat Brown, Dre y Big Boi, cuyo último spoken es de los mejores entonados que ha escuchado Gog. 

OUTKAST - SpottieOttieDopaliscious

Como dice la letra, It's just my interpretation of the situation. Sea como fuere, imposible quitársela de la cabeza desde entonces.

lunes, 20 de febrero de 2012

Cosas de hermanos #22 // Ellas llevan el ritmo #20: The Shaggs

¿Young Marble Giants los reyes del menos es más? ¿The Modly Peaches y toda la escena anti-folk amos del pop destartalado? ¿En K Records los únicos valedores del do it yourself, el lo-fi de poca monta y el toca-lo-mejor-que-sepas-pero-no-aprendas-a-tocar? ¿Que le den por saco al bajo? Pues atención a esta pasada de 1969:


Y así durante los 33 minutos que duran en total las 12 canciones aparentemente descacharradas del único álbum oficial que publicaron The Shaggs en 1969. Dorothy (voz, guit.), Betty (voz guit.) y Helen (bat.), las hermanas Wiggin. Luego nunca más. 


Eso sí, reconocimiento posterior, reedición en 1980 y álbum de tributo en 2001: Better than The Beatles. A Tribute to The Shaggs (Animal World).

sábado, 14 de enero de 2012

Sales en mi canción #41 // Hoy llego tarde #2: Chrisma

Atención a este pedazo de pieza de krautrock de 1977:

Chrisma - 04 c rock

Chrisma (luego Khrisma). Pareja de italianos. Chico y chica. Unos adelantados con su post-punk a lo Magazine y su electro underground decadente y lujurioso, pero que se quedaron olvidados en el maletero de la época. Hoy día, al parecer, son grupo de culto y su par de discos de entonces, dos reliquias inencontrables: Chinese Restaurant (1977) y Hibernation (1979). 



Merecen la pena la escucha, sobre todo el primero, para adictos al género y curiosos de la paleontología musical. Gog acaba de descubrirlos a través de un comentario de Jamie Hince, cantante de The Kills; lo cierto es que no había oído hablar de ellos en su vida. Uno cree haber escuchado mucha música, pero siempre aparece algo nuevo que te habías dejado atrás.

El nombre de la banda salió de la unión silábica de sus nombres de pila, CHRIStina Moser y MAurizicio Arcieri. El tema que cerraba su primer disco —«Thank You»— es una larga letanía con la que agradecían la existencia de cosas que les gustaban y músicos admirados: 

We would like to thank: Lonnie Donegan, Eddie Cochran, Fats Domino, Jerry Lee Lewis, Little Richard, Bill Haley, Chuck Berry, Wanda Jackson, Charlie Watts, Mick Jagger, The Boys, The Sins [¿The Saints], Bill Wyman, Iggy Pop, ??, ??, Dave Anthony's Moods, Les Paul, Sha Na Na, Roxy Music, Buddy Holly, Gene Vincent, Jimi Hendrix, Johnny Kidd, Brian Jones, Jim Morrison, Elvis Presley, Marc Bolan, Lou Armstrong, Bing Crosby

(Gracias a Viceflai por su magnífico oído. En los comentarios de este post pueden leerse cuáles son sus aportaciones. Quedan sin atar un par de incógnitas a la espera de que algún otro buen oído las complete.)

domingo, 30 de agosto de 2009

Ette aquí #8: Velocette


Velocette era una legendaria marca inglesa de motos. En lo musical, no confundirse, porque había dos grupos con el mismo nombre, ambos de hacia finales de los años noventa y ambos con un solo disco publicado.

Uno era el proyecto de ambient y tecno experimental del músico de San Francisco Jason Williams.

Y el otro, los londinenses Velocette fruto de la escisión de los muy interesantes Comet Gain. Bueno, lo de escisión es un tanto eufemístico, porque lo que realmetne ocurrió es que el líder de Comet Gain, , los puso de patitas en la calle a todos, y estos decidieron seguir con su propia banda. Mucho de despecho en esa decisión, probablemente.


Y empezaron muy bien. El single "Get Yourself Together" llamó en seguida la atención; era una pieza de pop pluscuamperfecto, inmediato, pegadizo, feliz, exultante. Incluso grabaron una versión del tema en francés. Lo incluyeron en  Fourfold Remedy (Wiija, 1998), cerrando la primera cara. Para el penúltimo corte del álbum, Sarah Bleach, Jack Coombes y Sam Pluck solicitaron el apoyo de Mick Rowe para que desarrollara todo el potencial de su Hammond en esta barbaridad de pieza con reminiscencias de los Doors: