jueves, 27 de febrero de 2014

Pero qué listas son #4: Más y menos perdido (playlist)

Una playlist con los temas que ha escuchado Gog incesantemente durante las tres últimas semanas: Paul Haig, The Fresh & Onlys, The Proper Ornaments, Kevin Morby, The New Mendicants, Betty & the Werewolves, The Notwist, September Girls, Betty Wright, Bubblegum Lemonade, Ceo, Broken Belles y Alain Chamfort.

martes, 25 de febrero de 2014

Las nuevas aventuras del llanero solitario #37: Steve Cradock


He ahí a Steve Cradock: montado en una scooter, una parka tres cuartos como abrigo y un faro al fondo. No puede haber una iconografía más mod. Y es que la ascendencia del otrora guitarrista de The Ocean Colour Scene es tan evidente que casi da pudor reiterarlo. Cradock siempre ha alternado su guitarreo en la banda madre con una asidua colaboración con el puto amo, Paul Weller, otro que tal. Y fue tarde, en 2009, cuando se decidió a correr en solitario. Recientemente ha plastificado su tercer álbum, Travel Wild – Travel Free (Proper, 2013).

El primer corte llama inmediatamente la atención: un guitarreo psicodélico, una batería firme y una voz femenina que entra a la par de un teclado sostenido. La voz es la de su mujer Sally, que a lo largo del disco hace los coros y segundas voces. 



Hay otros temas potables entre la docena que sigue. En todos se destila psicodelia y pop soleado sixtie, y se alternan con otras piezas más ensoñadoras y tiernas. Y aunque las madres digan que es de mala educación señalar, apuntemos que dos de las mejores son las rítmicas «Sheer Inertia» y «Doodle Book», que recuerdan a los mejores de Ocean Colour Scene pero templados aquí con el saber hacer del puto amo.

sábado, 22 de febrero de 2014

Dime qué lees y te diré cómo se llama tu banda #25: Lispector


Dejó escrito la brasileña Clarice Lispector que cercenarnos los defectos puede ser peligroso, porque nunca se sabe cuál es el defecto que sostiene todo nuestro edificio. 

No sabemos cuáles sean los defectos de Julie Margat, pero sí que esta cantante y compositora francesa es una ferviente lectora de la obra de Lispector. Tan es así que de nombre artístico se ha bautizado con ese apellido. Lispector no es una banda; Lispector es Julie y sus instrumentos. Esta mujer-orquesta y de titánica independencia lleva grabando en un cuatro pistas casero y autoeditando casetes y CD-r desde 1996. El último hasta ahora, Life without a map (autoeditado, 2013), continúa con su pop de dormitorio cantado en inglés, acompañado por una guitarra y unas bases electrónicas con las que recostarse y dejarse adormecer, a la espera de que venga y te mezcle con champán.

 

jueves, 20 de febrero de 2014

Discos con portada con discos #65


The Carpettes: Fair Play to Em (Waveform, 2002). Trío de nervudos muchachotes haciendo punk rock desde Estados Unidos. Grabaron dos discos (1979 y 1980) y desaparecieron del mapa. Regresaron inopinadamente más de veinte años después con este álbum de onda ramoniana.

Cornershop: Urban Turban (Ample Play, 2012). Atinado título para el hasta el momento último disco de la pareja indo-británica.

The Strokes: The End Has No End (Rough Trade, 2004). CD single que incluía una versión en directo del "Clampdown" de The Clash.

miércoles, 19 de febrero de 2014

Últimamente se está muriendo gente que no se había muerto nunca #31 // No son hombres: son Devo #26: Bob Casale


En Esta Quiero Humo está absolutamente en contra de que se haya muerto Bob Casale, también conocido como Bob 2. El corazón de uno de los fundadores de Devo —junto a su hermano Gerald y los también hermanos Mark y Bob Mothersbaugh— dio ayer un frenazo en seco, así que hoy es de todo punto un día menos feliz.

Es poco conocido que formó parte de The Wipeouters, proyecto surfero e instrumental junto a los Mothersbaugh y el batería Josh Mancell, que quizá sea más apropiado traer aquí para apreciar la técnica a la guitarra de Bob 2:

domingo, 16 de febrero de 2014

Cosas de hermanos #56 // Género chico #57: The Tammys


¡Hi, Hi, au, au! Y más gritos asalvajados de tres chicas con aspecto modoso pero desmelenadas en esta arrebatadora “Egyptian Shumba”: 


The Tammys lo formaban las hermanas Gretchen y Cathy Owens junto a su amiga Linda Jones. Sólo por esa pieza de 1963 ya merecen estar en la historia de la música; y en ella están sólo por esa pieza, o apenas por ella. Su breve y poco fructífera carrera estuvo ligada a la del cantante y compositor guaperas Lou Christie; comenzaron siendo su apoyo coral y después él les compuso la mayor parte del material de los tres únicos singles de The Tammys, “Egyptian Shumba” incluido. Por no haber, casi no hay ni fotos de ellas, y cuando en 2002 se editó un cedé que recopilaba todo el material grabado que hay de The Tammys, se añadieron una docena de temas interpretados por Christie, que además fue quien figuró en primer plano en la portada (The Tammys: Egyptian Shumba: The Singles and Rare Recordings, RPM). A este puñado de singles se reduce todo cuanto grabaron como grupo: 

• Take Back Your Ring/Part Of Growing Up (United Artists 632, 1963) 
• Egyptian Shumba/What's So Sweet About Sweet Sixteen (United Artists 678, 1963) 
• Hold Back The Light Of Dawn/Gypsy (Veep 1210, 1965) 
• Blue Sixteen/His Actions Speak Louder Than Words (Veep 1220,1965) (Unreleased until 2002) 

Que “Egyptian Shumba” sigue resultando fascinante lo demuestra el hecho de que se haya vuelto a reeditar recientemente en un single de 7’’ (Harkit Records, 2013); le guarda las espaldas en la cara B “Blue Sixteen”, que estaba inédita en vinilo hasta hoy. Ya sólo queda que The B-52’s la versionen algún día. ¡Hi, Hi, au, au!

viernes, 14 de febrero de 2014

5 sobre... #28: ping-pong

El ping-pong es como hacer un bonsái con el tenis. Además, la pelota es nerviosa y saltarina. En su corazón habita una rana. Los chinos y Forrest Gump la dominan; sin embargo, para el resto, perseguirla se convierte en una trabajina un tanto desquiciante. De hecho, nuestra vida a veces tiene algo de pelota de ping-pong, botando de aquí para allá sin mucho sentido. De otra manera, el pop también tiene algo de ping-pong, así que no es extraño que se le hayan dedicado canciones:

> Can: Ping Pong



> The Slits: Ping Pong Affair



> Rita Indiana: El blu del ping pong



> The Divine Comedy: Note To Self



> Stereolab: Ping Pong

miércoles, 12 de febrero de 2014

...Y ellos se juntan #84 // Gastan gafas #62: The New Mendicants

Pernice, Belitsky & Blake.

El poder del amor o el refrán de las dos carretas, que cada cual escoja la versión que mejor crea, pero el caso es que el escocés Norman Blake (Teenage Fanclub) y el estadounidense Joe Pernice (Chappaquiddick Skyline o The Pernice Brothers, junto a su hermano Bob) se han ido a vivir a Canadá tras sendos matrimonios con mujeres canadienses. Desde allí, han unido fuerzas para montar la banda The New Mendicants, con la ayuda a la batería de Mike Belitsky (The Sadies). Y lo que empezó siendo un entretenimiento y un tanteo, ha desembocado en un primer álbum: Into the Lime (2014). A decir verdad, en él se incluyen varias de las composiciones que descartaron los productores de la adaptación cinematográfica de la novela de Nick Hornby A Long Way Down (aquí, En picado). El escritor inglés es un confeso entusiasta de la música de Teenage Fanclub, así que nada le agradará más que que Blake haya compuesto parte de la banda sonora. 

El álbum es más firme y sólido que el Australia EP (2013) que lo precedió, como si tuvieran más claro hacia dónde quieren ir. Evidentemente, la personalidad musical de ambos está presente en las composiciones, así que ni siquiera hace falta rastrear los orígenes; en cada tema puede entreverse si estamos ante una composición más Blake o más Pernice, aunque en cualquier caso no deja de ser refinado pop de guitarras de raíces clásicas. Con todo, el tema final, "Lifelike Hair", diferente en tono y estilo al cancionero habitual de Pernice y Blake, es de lo más interesante: 

domingo, 9 de febrero de 2014

Debut #85: Pendentif


Malos tiempos para la sonrisa. Andan las semanas batidas por la oscuridad, el frío y la humedad. El sol es una quimera; no está y, aun peor, casi ni se le espera. La depresión nos sobrevuela como un buitre carroñero esperando la mínima ocasión para abalanzarse sobre nuestro ánimo. Menos mal que Pendentif están aquí para espantar todo atisbo de sombras. 

 

Porque este quinteto de Burdeos nos trae un pop lleno de vitalidad y color, glamuroso y expansivo, bailable y alegre. Las guitarras suenan con una elocuencia convincente, los ritmos tienen alma funk, las bases electrónicas son más contagiosas que la gripe, los estribillos retumban pletóricos y al frente está una chanteusse angelical -Cindy Callede- en la onda del mejor pop francés de siempre. 


Mafia Douce (Discograph, 2013) es un gran título para un álbum de debut y es un gran álbum de debut. Una docena pildorazos como hacía mucho que no se juntaban.

miércoles, 5 de febrero de 2014

Como decíamos ayer #22 // Género chico #56: Los Caramelos


Igual que uno no espera que un día al sol le dé por salir por poniente, nada hacía presagiar o presuponer que Charlie Mysterio volvería alguna vez a publicar más canciones como Los Caramelos. El milagro acaba de suceder. 

Se trata de cuatro temas incluidos en un 7’’ de radiante azul piscina. La edición —reducida a una tirada de 210 ejemplares— es la segunda referencia de Bobo Integral y ha pillado a todo el mundo con el paso cambiado. En cada cara, un tema instrumental y otro cantado, con el peculiar e inconfundible sonido de siempre al frente, como si no hubiera transcurrido una docena de años desde que se publicase su único disco, Los Caramelos 1988-199 (Spicnic, 2002), que ni siquiera era un álbum ad hoc, sino una recopilación de temas que tenía grabados de toda aquella época. 

¿Son estos cuatro temas grabaciones nuevas o estamos ante otros tantos rescates que aguardaban en el fondo de un baúl? El misterio, como siempre con él, sigue intacto. La voz parece más grave, así que cabe suponer que han pasado los años. Además, en el primer corte, «Voyager 1» hay unos desconocidos jugueteos electrónicos, que se entremezclan con esa guitarra playera de Charlie Mysterio capaz de mecer hamacas y mover palmeras. Por otra parte, los referentes culturales siguen ahí; si en la cara A se acuerda de la sonda espacial, en la B hace lo propio con la actriz y cantante Soledad Miranda, cuyo nombre sirve de título al otro instrumental, que está sostenido por unos punteos diáfanos y emocionantes mientras unas palmas les jalean. Para cerrar el EP, otra de esas delicias pop atemporales tan suyas. «Índice corazón» desgrana en su letra algunas de esas características de las que está desprovisto un loser irredento. Y el oyente, como dice una línea del estribillo, también se siente desprovisto de la nitidez para entender fracasos.

sábado, 1 de febrero de 2014

La France #59 // Ellas llevan el ritmo #53: The Limiñanas



Los pacientes lectores que sigan con alguna frecuencia estas publicaciones de Gog seguramente habrán percibido que intenta evitarse en las reseñas mencionar referencias que, a modo de palpable influencia, determinan el sonido de una banda. ¿Para qué describir a un músico en comparación con otro más o menos conocido que al lector puede que no interese? Boris Vian opinaba que era preferible describir a un músico, en la medida de lo posible, objetivamente, en valor absoluto, porque situarlo en su época basta para definir sus fuentes. Además, si bien es cierto que nos encontramos en un espacio para conneiseurs, recurrir a la cita de influencias para explicar la música de alguien es, literariamente, un recurso fácil y pobre. Dicho esto, intentar hablar del tercer álbum del dúo de Perpignan de The Limiñanas sin caer en ello va a ser harto complicado. 

Y es que ellos mismos se encargan de hacernos una lista con sus filias artísticas de la cultura popular (el cine sobre todo), en la que son capaces de rimar Sergio Leone con mascarpone


En esa retahíla onomástica ensartada por Lionel Limiñana y la voz invitada de Francesca Cusimano se distinguen, en lo musical, los nombres de Poison Ivy, The Rolling Stones y Kim Fowley. Lo que tienen en común esos personajes con The Limiñanas es más un componente estético, porque en cuanto al sonido —digámoslo ya y acabemos con esto de una vez— es como si Serge Gainsbourg interviniera en un álbum The Velvet Underground. Por supuesto, también hay duetos vocales como los que practicaba el enfant terrible de Gainsbourg, y que en esta ocasión podría ser con Nico. Hay en Costa Blanca (Trouble In Mind, 2013), además, toneladas de fuzz en las guitarras, baterías maquinales a lo Moe Tucker —curiosamente, es otra mujer la encargada aquí de las baquetas, María Limiñana, que también canta—, Farfisas palpitantes, sitares, arreglos imaginativos y toda una psicodelia envolvente.