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miércoles, 16 de diciembre de 2015

El arte de decir que no #5: Selvática


Que Manu G. Sanz y Paula Vilas sienten atracción por las palabras esdrújulas parece evidente. Tras dar por concluida su aventura musical como Indómitos —gloriosamente, por cierto, con la publicación del arrebatador y bellamente oscuro Demos 2008-2010 (Discos de Kirlian, 2015)— han reiniciado ahora, una vez asentados en Río de Janeiro, la carrera como Selvática, junto a otros tres músicos del underground gallego.

Aunque en teoría es un nuevo esdrujulear, sigue intacto el acento sobre la intensidad y el ritmo abrasador con que este par suele acometer las cosas. Un mundo extraño (Discos de Kirlian, 2015) es un pequeño vendaval, de los que mejor no haber ido a la peluquería ese día, porque el despeinado está asegurado después de haberse escuchado la docena de arrasadores temas que lo componen. Tres son los muelles en los que toma impulso: los principales, los teclados de Vilas, lacerantes y crispados, junto a la batería violenta de Iban Pérez, que dotan de una energía huracanada a las canciones. Y luego las propias composiciones de Sanz, por las que desarrolla toda una fantasmagoría existencial que desemboca en ese mundo extraño y negacionista suyo. Será casualidad y probablemente ni siquiera ellos mismos serán conscientes del siguiente dato (o sí), pero el caso es que en diez de las once canciones con letra hay expresada alguna negación.


En directo en la sala Charenton de Vigo el 25 de diciembre de 2015.

El quinteto se completa con el bajo de Israel Ruiz y una guitarra más, la de Luismi G. Almuíña. Y en Galicia se han reunido para grabar a saco ecos de post-punk mezclados con ramalazos pop y guitarras surferas. Desde los primeros punteos del instrumental que abre el disco —y qué bien que se recuperen los instrumentales— se percibe que en ese álbum va a ver algo que merece la pena. En el resto de cortes alternan la voz principal tanto Manu como Paula (seis y cuatro respectivamente, y una a dúo), lo cual no sólo termina de rematar el paralelismo con Triángulo de Amor Bizarro (mismo origen gallego, mismo palo musical), sino que le confiere una variedad muy saludable al disco. «Ella es especial» será su himno por siempre, el tema que los seguidores devorarán a base de pogo en sus conciertos. «Qué más da» y «No eres real» son buenos ejemplos de esos teclados devastadores de los que hablábamos. «Nadie como tú» es una canción doble, si puede decirse así, pues va decreciendo hasta el punto de que parece que va a terminar cuando de repente resucita y se levanta con fogosidad durante otro minuto y pico. El desquicie en plan free jazz de «La fuerza animal» es incontenible. En «Selvática» te hiela un teclado fúnebre, muy apropiado para un funeral, y el tema acaba derivando hacia algo así como si se liaran a martillazos. Y no satisfechos del todo, cierran el álbum con otra tormenta sónica, que además es la que lo da título.

Dicen que la selvática es una flor que se da en Brasil con el calor y el sudor del sol. Celebremos este florecimiento, porque el aroma que nos trae Selvática es fresco y conmovedor.

martes, 12 de noviembre de 2013

...Y ellos se juntan #80: The Olms


Parece que al cantautor Pete Yorn le sientan bien los apareamientos musicales y que últimamente les tiene querencia. Tras grabar Break up (2009) con Scarlett Johanson, por fin consiguió llamar la atención de un público más amplio, algo desconocido para él pese a que ya llevaba unos cuantos álbumes en su haber. Como si empezara entonces de nuevo, el siguiente movimiento fue volver a grabar en solitario, pero esta vez le pusieron a Black Francis en la producción. El resultado de Peter Yorn (Universal, 2010) fue más eléctrico y nervudo, aunque difícilmente llegó a pasar de la consideración de un Tom Petty menor. Así que ha vuelto a unirse a otro artista de muy distinto pelaje al suyo, esta vez junto al multifacético J.D. King



El nuevo proyecto tiene nombre artístico común. Se hacen llamar The Olms. El folk vintage resultante tiene el encanto de unas guitarras rasgadas despreocupadamente, unos arreglos juguetones y, en general, la impresión de que se lo han pasado bien haciéndolo, aunque apenas aporten algo nuevo. Wanna Feel It, la más decorada con sintes y teclados, ha sido el single inicial. Más interesantes, en cambio, resultan la vacilona «On the Line», con ciertos aires stonianos, registrada con una grabadora mono de hace décadas, y compuesta y enlatada en un solo día; o «She Said No», perfecta para musicar un western, y que no le desagradaría a Lee Hazlewood.



martes, 30 de agosto de 2011

El arte de decir que no #3

Tiene Gog muy abandonada esta sección del blog, pero se ha animado a recuperarla hoy después de leer este post, influenciado por este otro, que al parecer a su vez también tiene su inspiración en otro.

Unas pocas aportaciones de Gog al asunto:

NO…

…vi el concierto de los Smiths en Rosales (ni me importa).

…me gusta Blade Runner.

…entiendo por qué los mochileros no se quitan la mochila de la espalda cuando suben al metro o al autobús, sobre todo cuando van petados.

…encuentro un disco que estoy seguro que tengo (Sly Stone, Listen to the Voices)

…pido perdón cuando, jugando al tenis, la bola da en la red y cae al otro lado; tampoco espero que me lo pidan si ocurre al contrario.

…he hecho nunca puenting, parapente, paracaidismo o cualquier otra actividad que suponga saltar en el vacío. Si alguna vez me suicidio, no creo que sea así. ¡Qué miedo!

…como huevos fritos.

…sé dónde está Surinam.

…tengo twitter, ni sé cómo se usa.

…entro en las iglesias ni haciendo turismo.

Y otras cuantas, cantadas, de Julio de La Rosa:

viernes, 17 de abril de 2009

El arte de decir que no #2: Deluxe

Un no rotundo, diáfano, el que se despachó Deluxe. Que no y es que no. Y los guitarrazos para que quedara aún más claro.

lunes, 2 de marzo de 2009

El arte de decir que no #1: Fangoria



Fangoria sacan disco, Absolutamente. Si alguien piensa que esta vez ninguna de las canciones comienza con la palabra no, está muy equivocado. El recurso (o limitación, según lo mire cada cual) sigue siendo marca de la casa:

NO será porque los años son cada vez más cortos / que he tenido a veces la intención de atrapar el tiempo con las manos. [«No será», en Una temporada en el infierno]

NO tengo ganas de hablar / prefiero admitirlo y callar. [«Acusada, juzgada y condenada», en Una temporada en el infierno]

NO comprendo que te niegues a viajar / cuando quedan mundos nuevos que explorar. [«Soy tu destino», en Naturaleza muerta]

NO, NO pretendas tener la razón, / no me vengas pidiendo perdón, / no me digas que ha sido un error. [«Retorciendo palabras», en Arquitectura efímera]

NO me gusta perder los papeles ni el sitio, / ni escuchar disparates que van a sacarme de quicio. [«El arte de decir que no», en Arquitectura efímera]

Ya NO sé cómo explicar que detesto recordar un pasado que me aburre / y prefiero ignorar. [«Las ventajas de olvidar», en El extraño viaje]

NO, NO pienses que esto es acabar / no me suelo conformar con callar, soportar, aguantar. [«Estés donde estés», en El extraño viaje]

NO tengo intención de aburrir / y sé que hay que renovarse o morir [«Lo poquito agrada, lo mucho enfada», en Absolutamente]