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domingo, 24 de septiembre de 2023

Cine #162: Kill (Romain Gary, 1971)


Romain Gary
, lituano de nacimiento, francés de adopción, hombre de mundo o del mundo en general, fue siempre un escritor de éxito. Sin embargo, cuando se trasladaron algunas de sus novelas a versión cinematográfica no hubo tanta suerte. Y mira que la dirección y el reparto estuvieron en manos de reputados cineastas: Peter Ustinov, con Sophia Loren y Paul Newman en Lady L.; John Huston, con Juliette Greco y Errol Flynn en Las raíces del cielo; o Samuel Fuller con Perro blanco. Y así hasta una docena de títulos. El propio Gary, polifacético como era, se metió a director; fueron un par de rodajes los que dirigió, que llegaron aún mucho menos lejos que las citadas. La primera película que rodó fue en 1968, Les oiseaux vont mourir au Pérou. Tres años después se estrenó Kill, que es posible ver hoy en Filmin. 

¡Qué curiosa esta Kill! Arrebatada rareza, imperdible para todo degustador del séptimo arte, porque es un festín cinematográfico. Rodada entre España (Almería y La Manga), Túnez y Afganistán, tiene una rica parte visual (impresionantes tomas de ciudades de adobe en medio del desierto) y notables escenas de acción (una alucinada persecución de motos y coche). Cierto que los actores protagonistas —Jean Seberg, James Mason y Stephen Boyd— están un poco tiesos y de cartón piedra, pero el trío transmite esa relación insidiosa, oscura y turbia que vivió el matrimonio Gary-Seberg. De hecho, hay frases en el guión en las que se entrevé la relación entre ambos, incluso hay guiños y referencias a sus vidas. No puede interpretarse de otra forma cuando en una escena se ve a Seberg disfrazada una enorme peluca negra tipo afro. Y es que la protagonista de À bout de souffle se había sentido atraída por el movimiento de los Panteras Negras, con quienes tuvo una intensa relación, hasta el punto de que la explotaron sin piedad, económica y sexualmente. Uno de sus líderes, llamado Hakim Abdullah Jamal musulmanamente al cambiarse su norteamericano Alan Donaldson, casado con una prima de Malcom X y con seis hijos, la hizo su amante y la maltrató psicológicamente durante años. 




















Llama la atención, también a modo de autorreferencia, el primer plano de un hombre en un zoco con un manojo de serpientes en cada mano y en la boca, exhibiéndolas; quizá encontrarse con ese personaje real le cautivó hasta el punto de escribir y publicar muy poco después la historia de un hombre solitario que vive en París con una serpiente pitón (Mimos). 

Tiene, además, diálogos dignos de ser memorizados, como «El mundo fue salvado hace dos mil años y mira cómo está» o el que cierra la película, que debería figurar en los anales de los grandes finales de la historia del cine:

«—No los puedes matar a todos, Brad. 
—Tampoco busco la perfección.»

La película es todo un euro-spy giallesco contra el imperio de la droga, una fantasía de Serie B con un delirante final: todos los muertos que ha habido durante la película aparecen saltando en una cama elástica, ensangrentados, como zombies. Y para goce final, tiene una maravillosa banda sonora, compuesta por Berto Pisano y Jacques Chaumont, cuyo tema principal está interpretado por Doris Troy


Y aquí su versión instrumental: 



Nota: Por suerte, pese a ser un escritor poco comentado, es posible encontrar un buen puñado de títulos en nuestro mercado editorial. La editorial Galaxia-Gutenberg en particular ha aportado varios de ellos. Y ojalá algún día haya traducción de la completa biografía de Gary que trazó Myriam Anissimov, Romain Gary, le caméleon (Denoël, 2004).

lunes, 15 de diciembre de 2014

Rock 'n' actor #32 // Criaturas celestiales #45: Françoise Fabian

Me llamo Michèle Cortes de Leon y Fabianera, pero puedes llamarme Françoise Fabian, tonto: 


La escena pertenece a la película más famosa que protagonizó Françoise Fabian, Mi noche con Maud (Eric Rohmer, 1969), y es el “tonto” más erótico y voluptuoso que jamás se haya pronunciado en la historia del cine. Se lo llama al personaje interpretado por J.-L. Trigtinant, cuando este rechaza su invitación a acostarse a su lado en vez de pasar la noche en el sofá. Dos Luises como Buñuel y Malle, que sabían de sus dotes, también la dirigieron. 

Hija de franco-español y ruso-polaca —y además nacida en Argelia—, la mezcla desembocó en esa mirada suya entre perdida, triste, segura, penetrante y difícil de sostener. Tuvo algún intentó como cantante melódica, pero sin tanta presencia y reconocimiento como en las pantallas, interpretando baladas de medio tiempo con una imperturbabilidad y un deje sensual desarmantes: 


Moi, faut pas me prendre (1963), de Marc Heyral y Philippe Gérard.

domingo, 30 de noviembre de 2014

Cosas de hermanos #64 // ¿Y tú de quién eres? #22: Angus & Julia Stone

Hay países donde el tratamiento que se da a la música independiente frente al mainstream y la música «adulta» no sufre una brecha tan abrupta como tal vez ocurre en España. Recientemente, en la polémica suscitada entre la revista Rockdelux y Diego A. Manrique a causa de las dichosas listas con lo mejor de lo mejor de lo mejor (en este caso los supuestamente mejores discos de los últimos 30 años), el crítico exponía en un artículo que «si algo caracteriza a nuestra crítica musical es la incapacidad para tratar el mainstream» y que «existe un abismo entre los gustos masivos y los de los prescriptores», algo que, asegura, no ocurre en otros países. No comentaremos aquí la raíz de la polémica aludida arriba, pero a Gog sí le parece interesante esa reflexión de Manrique puesto que, tratándose En Esta Quiero Humo de un espacio concebido sobre todo para hablar de música alternativa, que es lo que abrumadoramente escucha el autor de estas líneas, se ve ahora en la tesitura de querer diseccionar un proyecto musical de mayor audiencia de la acostumbrada. 


Se trata de los hermanos Angus & Julia Stone, cuyos padres —John & Kim Stone— formaban también un combo de folk en su Australia natal. El éxito se alió con los retoños desde el primer momento, gracias a ese folk-pop adulto de fácil digestión, muy agradable de escuchar, así como a una imagen cool y fresca, todo lo cual consigue que lleguen a un amplio espectro de público. A Book Like This (Netwerk, 2007), el debut de los hermanos, fue tan popular que ese mismo año un combo multitudinario como Travis solicitó la colaboración de Julia Stone para los coros del disco que estaban grabando. Para hacernos una idea de la liga en que juegan los hermanos Stone, su tercer álbum, de título homónimo (Virgin/EMI, 2014), téngase en cuenta que lo ha producido el archigigamegahíperafamado Rick Rubin (desde Neil Diamond y Mick Jagger, a Adele, Lana del Rey y Lady Gaga, pasando por Johnny Cash, AC/DC, Metallica, Weezer o Aerosmith) y está grabado en el estudio que este tiene en Malibú. El álbum mantiene esa estela del dúo de canciones compuestas con gusto, melodiosas, bonitas, sencillas y entrañables, alrededor de guitarra y teclado y las voces de ambos, con arreglos impecables que terminan de vestirlas con elegancia. Y el hit: se antoja difícil que una maravilla de tema como «Grizzly Bear» pueda dejar indiferente a alguien; tiene, además, lo que probablemente es el parapapeo del año y un leve solo de órgano (de Thomas Bartlett) para flotar ecuchándolos.

sábado, 5 de julio de 2014

Hit instantáneo #29 // Criaturas celestiales #43 // El arte de la versión #93: Roisin Murphy


La irlandesa Roisin Murphy, otrora vocalista de Moloko, musa de pasarelas, en un escorzo musical audaz y sorprendente, se ha pasado a la canción italiana, teñida de pop electrónico y la cosa balearic —está grabado entre Ibiza y Londres—, e incluso al ítalo-disco, como en esta “In sintesi”, fulgurante y más instantánea que el Nescafé: 



Sintetizzare, realizzare, aaaaaaaaaaaahhh
Sognare con te.

Es el cuarto corte de los seis que contiene su nuevo EP, Mi Senti (Vinyl Factory, 2014), al que le han hecho una breve edición en vinilo de color blanco y firmado por ella, pero a un precio más desorbitado que los ojos de Marty Feldman

Los otros cinco temas son conseguidas versiones en clave electrónica de canciones italianas de los años 60 y 70: Mina (‘Ancora Ancora Ancora’ y Non Credere), Patty Pravo (Pensiero Stupendo), Lucio Battisti (‘Acora Tu’) y Gino Paoli (‘La Gatta’).

El disco completo en streaming.

sábado, 26 de abril de 2014

Las nuevas aventuras del llanero solitario #38: Luke Temple


Luke Temple tiene nombre de detective de novela negra o de superhéroe camuflado de ciudadano normal. También podría pensarse que se trata de un imaginario vástago de Luke Skywalker y Shirley Temple

El caso es que Luke Temple suele andar escondido tras su grupo Here We Go Magic, que practica un pop suntuoso y a los que ha llegado a producir el mismísimo Nigel «Radiohead» Godrich. Pero a Luke Temple le da por salir del caparazón de vez en cuando publicando discos en solitario y a su nombre. En el último, con sus bien de oes en el título —Good Mood Fool (Secretly Canadian, 2013)— ha sacado un falsete en clave de soul y lo ha arropado de teclados ochenteros. Pero no se piense en un álbum decididamente retro, sino la plasmación de un compositor lleno de recursos. La vacilona «Those Kids» con coros de Binki Shapiro y «Love Won't Receive» son dos ases impepinables. Puede que al álbum le falten otros dos para convertirse en un pócker ganador, pero tener esos dos de primera mano ya es un buen comienzo.



domingo, 9 de febrero de 2014

Debut #85: Pendentif


Malos tiempos para la sonrisa. Andan las semanas batidas por la oscuridad, el frío y la humedad. El sol es una quimera; no está y, aun peor, casi ni se le espera. La depresión nos sobrevuela como un buitre carroñero esperando la mínima ocasión para abalanzarse sobre nuestro ánimo. Menos mal que Pendentif están aquí para espantar todo atisbo de sombras. 

 

Porque este quinteto de Burdeos nos trae un pop lleno de vitalidad y color, glamuroso y expansivo, bailable y alegre. Las guitarras suenan con una elocuencia convincente, los ritmos tienen alma funk, las bases electrónicas son más contagiosas que la gripe, los estribillos retumban pletóricos y al frente está una chanteusse angelical -Cindy Callede- en la onda del mejor pop francés de siempre. 


Mafia Douce (Discograph, 2013) es un gran título para un álbum de debut y es un gran álbum de debut. Una docena pildorazos como hacía mucho que no se juntaban.

jueves, 26 de diciembre de 2013

Strano mondo di tanti nomi #29

Muere este 2013 con más pena que gloria en tantos aspectos. Por aquello de la falta de tiempo y de dar prioridad a otras cosas, se han quedado sin una entrada propia en este blog un puñado de discos notables a los que Gog ha prestado mucha atención durante los últimos meses, que le han proporcionado buenos ratos y para los que se hace este pequeño y rápido hueco. Para otros discos ya degustados y saboreados pero que tampoco han sido traídos aún hasta aquí, sí hay previsto que tengan espacio propio en En Esta Quiero Humo a lo largo de las próximas semanas. 

> Alex Bleeker & the Freaks, How Far Away (Woodsist)



> Caveman, Caveman (Fat Possum)


> Doble Pletina, De lo concreto a lo general (Jabalina)


> Edwyn Collins, Understated (AED)



> Eleanor Friedberger, Personal Record (Merge)

 
> Generationals, Heza (Polyvinyl)

 
> Karl Bartos, Off The Record (Bureau B)

 
> Lady, Lady (Truth & Soul)

 
> Lloyd Cole, Standards (Tapete)

 
> Marnie, Crystal World (PRS)

 
> Robyn Hitchcock, Love from London (Yep Roc)

 
> Telekinesis, Dormarion (Merge)

 
> Tricky, False Idols (False Idols) 

 
> Tullycraft, Lost In Light Rotation (Magic Maker)

viernes, 20 de septiembre de 2013

Hubo un tiempo en que bastaba con una portada #14: hoy lo cuenta Juan de Ribera Berenguer


Pues lo último que me ha «bastado con la portada» es el recopilatorio de Lee Hazlewood The Lhi Years: Singles, Nudes & Backsisdes (1968-71), que actualmente es uno de los discos que preside mis estanterías. Lo editó Light In The Attic Records el año pasado a modo de introducción en el programa de reediciones que tienen previsto hacer del catálogo de Lhi, el sello fundado y dirigido por Hazlewood. Todo el mundo que me visita me pregunta por él, aunque al sector femenino no parece gustarle mucho la portada, que no tarda en calificarla de machista. No sirve de nada que les explique que creo que es una parodia del Electric Layland de Jimi Hendrix, pero no les logro convencer. También les digo que Lee Hazlewood tenía tendencia a poner bigotes a todo el mundo, empezando por él mismo y siguiendo por los niños, pero no hay manera, ellas parecen tener claro que Hazlewood es un machista de tomo y lomo.

Otros discos que tengo ahora expuestos en mi estantería son el maxi The Able Label Singles de The Go Betweens (¡está guapísima Lee Remick!), el Viens de Francoise Hardy (ella nunca falta) y los CD de The Essential de Sly & The Family Stone y Abracadadabra (un recopilatorio de él/Richmond Records con una magnífica portada futbolera). 





La sección de box sets que tengo también llama mucho la atención a las visitas, sobre todo la caja de One Kiss Can Lead To Another - Girl Group Sounds - Lost and Found. Imita las cajas en las que se guardaban los sombreros. Aquí el sector femenino cae rendido: tengo una amiga que se la compró al verla aunque tengo mis dudas de que escuche su contenido muy a menudo. 


En general las buenas portadas de los discos siempre han sido como la manzana de Adán y Eva, toda una tentación. Incluso aunque presientas que muchas veces el contenido no sea lo que el envoltorio promete. Si por mí fuera, tendría ahora todas las referencias que editaron muchos sellos discográficos únicamente por las portadas. Pero afortunadamente para mi bolsillo tengo algunos trucos para no caer en la tentación. Por ejemplo, el caso de Factory Records. Bastante material del que editaron no me gusta mucho, pero se editó un libro firmado por Mathew Robertson que recogía todas sus portadas... Así que me he ahorrado un buen pico con el libro. En cualquier caso adoro al estética de muchos sellos: Elenco, Verve, él, Les Disques du Crepuscule, Marina. Por no hablar de sellos de ahora especializados en reediciones que cuidan muchísimo las portadas y el artwork, como Numero Group o Soul Jazz. 

También tengo auténtica devoción por las portadas de las jazz vocal girls de los años 50: chicas como Betty Blake, Ethel Ennis, Meg Myles, Helen Merrill, Peggy Lee, Beverly Kenney, etc. Los discos son casi imposibles de encontrar, claro, y están fuera de precio. Los japoneses enloquecen con ellas y hacen reediciones en CD. Lo curioso es que en muchas ocasiones las chicas que salen en la portada no son ellas... Las discográficas buscaban el atractivo en imagen a toda costa y no dudaban en contratar modelos. Y aquí las contraportadas también son una delicia porque incluían textos de reputados críticos. Y muchos vivían de ello. Era todo un arte que lamentablemente se fue perdiendo, aunque hoy todavía hay grupos como Saint Etienne que siempre incluyen textos de sus críticos/escritores favoritos como en el Foxbase Alpha que escribió Jon Savage ("Stay busy, out of phase, in love"). 


También tengo que mencionar a un buen montón de ilustradores que hacen portadas de discos, como por ejemplo Frances Castle (Clay Pipe Records), María Castelló (los singles de Jabalina Love Songs), Wendy Smith (¡¡¡¡La Varieté!!!! y la saga de los Young Marble Giants), lo que ha hecho Jean Duprez para el In Space de los BMX Bandits, Javier Aramburu o el trabajo de Aggi para The Pastels, de la que tengo grabada en mi memoria el recuerdo de ella en uno de los primeros FIB en el backstage, donde todo el mundo estaba dedicado en cuerpo y al alma al hedonismo y ella estaba en un rincón en el suelo absorta dibujando con sus pinturas en un cuaderno. 

De todas maneras estoy pensando que todo esto de las portadas de discos suena ya a reliquia y que este tag en el blog de Gog es una batalla perdida, aunque siempre nos quedará el romanticismo. Vivimos en la época de las descargas y del desapego al material físico. Una vez leí a Bob Stanley (de Saint Etienne) decir que los mp3 eran aire y tiene toda la razón, pero lo curioso es que incluso cuando escucho una canción o un disco en descarga, necesito una referencia visual aunque sea mental. Igual es algo exclusivo mío y que estoy demasiado acostumbrado a las portadas, pero la portada es lo primero que busco en la web cuando me descargo algo. Ahora estoy escuchando el single de The Clouds "Tranquil" y es el disco que probablemente tiene la peor portada de la historia, pero me sirve... 


[Autor del texto: Juan de Ribera Berenguer, de http://lavarieteradio.tumblr.com/]

miércoles, 28 de agosto de 2013

Debut #75: Granville

Mon Hawaï à moi, 
Cette île. Cette île 
Que j'aperçois de la plage de Granville. 

Esa isla es Jersey, a golpe de vista desde Granville, ciudad costera de la Baja Normandía. Y es la misma ciudad en que nació Mélissa Dubourg (voz), que andando el tiempo y ya afincada en Caen se unió a Sofian El Gharrafi (voz, guitarra, teclados) y Arthur Allizard (batería) para formar una banda. Se llaman Granville no sólo por ser el lugar natal de la chanteusse, sino porque su ambiente marítimo es un vínculo de unión, según ellos mismos cuentan, con la California soleada y popera. 


Y es que la idea era crear un grupo con influencias del pop francés y norteamericano sesenteros. Para que no haya dudas, el tema que abre su álbum de debut —Les Voiles (East West, 2013)— es una oda sixtie dedicada a Nancy Sinatra: Si Nancy Sinatra n'avait pas chanté bang bang / Je n'vous aurai pas embrassé

Le sigue esa «Jersey» citada más arriba, con un silbido y un rasgueo de guitarra iniciales, y después toda la banda cantando al unísono, que es uno de los temas más irresistibles del año. 


Tras un par de cortes que siguen la línea marcada al comienzo, llega el que es su segundo single, «Le Slow». Se inicia con otra referencia exquisita, a la actriz y cantante Sophie Marceau; la canción rápidamente adquiere un ritmo alegre y juguetón, pero al llegar al estribillo sobrevuela un deje triste difícil de precisar, y esa sensación de tristeza ya no abandonará el tema pese a la guitarra cristalina y los coros entrañables. Una maravilla de pop atemporal, del pop que permanecerá siempre. 


Por delante quedan siete cortes más. Todos luminosos, contagiosos, llenos de vida, a los que la personalidad de Sophie les confiere una profundidad especial, tal vez la misma que subyace en sus penetrantes ojos verdes. 

martes, 23 de julio de 2013

Cameos musicales #50 // Cosas de hermanos #49 // Ellas llevan el ritmo #44: The 5.6.7.8's

Cuenta la leyenda que, estando Quentin Tarantino en una tienda de ropa en Tokyo, se quedó tan prendado de la música que estaba sonando en ese momento, que le rogó al dependiente que le vendiera el cedé. Como este se negó, Tarantino solicitó la presencia del encargado; tras explicarle a este otro que no tenía tiempo para ir a buscarlo a una tienda de discos, le ofreció el doble de lo que costaría, y así se hizo al fin con el preciado disco de The 5.6.7.8's

Un flechazo semejante sólo podía desembocar en un trabajo juntos. Sucedió en Kill Bill Vol. 1 (2003). La banda aparece tocando en un club de Tokyo justo antes de que Beatrix Kiddo (Uma Thurman) se líe a espadazos con todo un ejército. El tema interpretado para la escena era «Woo Hoo», aunque rodaron otros dos, que aparecen en los extra del DVD: «I Walk Like Jayne Mansfield» y una versión de The Ikettes, «I’m Blue». Es decir, garaje, surf y rockabilly llevados a todo tren por Yoshiko "Ronnie" Fujiyama (voz), su hermana Sachiko Fujii (batería) y Yoshiko Yamaguchi (bajo), que aún siguen en activo. 






martes, 11 de junio de 2013

Cameos musicales #48: Beautiful Girls

Una de las peores cosas que tiene la edad, eso de cumplir años y pasar de décadas como si fueran vallas de atletismo, es la tendencia a querer mirar atrás; mala idea, duele. De entre todas esas vallas, la peor es la que te instala definitivamente en la edad adulta: en ese momento comienzas a ser consciente de que tus sueños no se cumplirán y de que has perdido algo que jamás recuperarás. 

Básicamente eso es lo que hay detrás de Beautiful Girls (Ted Demme, 1996), una de esas películas generacionales, inolvidable porque puede llegar a ser muy identificativa, tan cómica como triste, pavorosamente lúcida. Para la historia del cine cuenta con el aliciente de haber supuesto la evidencia de que la magia de Natalie Portman ante una cámara no había sido casualidad en El profesional (1994), y tiene unos diálogos tan luminosos como hilarantes. ¡Esa frase final!… Stay cool forever

La banda sonora la produjo Greg Dulli, el cabecilla de Afghan Wings. La banda aportó dos versiones al álbum —«Be for real», de Frederick Knight, y «Can't get enough of your love, babe», de Barry White—, que además interpretaron en directo con su toque cavernoso, en una de esas numerosas escenas de bar que contiene el filme. 

No ha habido forma de encontrar el vídeo sólo con la actuación, pero al menos en este se intercalan algunas imágenes. 

jueves, 30 de mayo de 2013

Cameos musicales #47: Petulia

San Francisco, 1968: el verano del amor. El amor libre y todo el hipismo narcotizado hasta las trancas. Mientras, la alta sociedad se daba a sus amoríos, sus frivolidades, sus divorcios, sus pasiones sentimentales, como retrató Richard Lester en Petulia (1968). Pese a estar interpretada por la resplandeciente Julie Christie cuando se encontraba en el apogeo de su carrera, es una película oscura, intensa, bastante desconocida y por ende muy poco citada. 

Contado así, da la impresión de que Gog la haya visto, pero nada más lejos. Lleva tiempo buscándola, eso sí, pero no resulta fácil dar con ella. Le puso en la pista el blog Dangerous Minds, donde además se da noticia de los dos cameos musicales del filme: The Grateful Dead, interpretando «Viola Lee Blues», y Janis Joplin con Big Brother & the Holding Company, interpretando «Down On Me». Resalta la sosería con que bailan Julie Christie y Richard Chamberlain mientras Janis Joplin lo da todo, como solía. Verlas a la vez en algún plano es realmente curioso.



martes, 21 de mayo de 2013

...Y ellos se juntan #75: Ex Cops


A veces Gog siente unas ganas irrefrenables de estar empezando en esto de escuchar música, de tener los oídos y la mente aún vírgenes, de no estar reconociendo influencias a la vuelta de cada acorde, de que el último de Bowie sea el primero que escuchas suyo y te parezca lo más. Si tú, lector, también sientes ese peso del pasado sobre ti y vas a emprender la escucha de True Hallucinations (Other Music, 2013), de Ex Cops, intenta disfrutar del álbum sin prejuicios ni miradas atrás; está lleno de cosas reconocibles por todas partes, sí, pero también es un disco altamente entretenido si no juegas al trivial musical con él. Déjate llevar, porque ninguno de los once temas tiene desperdicio, de principio a fin, sobre todo la cara A (o las seis primeras canciones si es en formato digital). 

Por señalar aún más, «Ken» debería figurar entre las mejores canciones del año; «Spring Break (Birthday Song)» hará que cualquier indie no vuelva a cantar el «cumpleaños feliz» sin acordarse de este tema; «You are a Lion, I Am a Lamb» y «Billy Pressly» —qué de nombres propios en los títulos— harán felices las tardes de piscina del próximo verano, si es que llegamos a tener buen tiempo alguna vez este año. 


El núcleo de este quinteto de Brooklyn lo forman Brian Harding (también en Hyms), el cerebrillo de todo esto, y la danesa Amalie Bruun (en Minks). Él compone, canta, guitarrea y toca los teclados, mientras que ella pone una susurrante y melodiosa voz y embellece la imagen de la banda. 

domingo, 28 de abril de 2013

Cosas de hermanos #45 // Debut #72: Wild Belle

Wild Belle es un dúo de hermanos del área de Chicago, si bien ahora andan asentados en Brooklyn, cómo no. Si se procediese a dividir su nombre artístico y a designar con cada palabra que lo integra a ambos, no estamos muy seguros de si a Elliott Bergman le cuadra wild, pero de lo que no hay duda es de que belle casa a la perfección con Natalie Bergman


Que los orígenes como saxofonista de jazz de Elliott no os confundan ni os hagan torcer el gesto, esta pareja hace un irresistible indie pop bailable mezclado con elementos electrónicos, de reggae (mucho dub y dancehall) y otras inclinaciones sonoras que hará arder los atardeceres y las noches del próximo verano. Ella canta en prácticamente todos los temas, con una perversa voz angelical envuelta entre el decorado multiinstrumental del hermano; aunque en “When It’s Over” es él quien canta sobre un teclado insistente, y a la postre resulta otro de los momentos brillantes del álbum. 


Si todo este aire festivo de Isles (Columbia, 2013) se acabara convirtiendo en puro mainstream, no habría ninguna objeción que poner y el mundillo de la música comercial tendría mucha mayor calidad. Mientras aguardamos a ver si cruzan esa línea o no, ¿quién puede resistirse a mirar este vídeo y a no mover los pies llevando el ritmo?


viernes, 12 de abril de 2013

¿Y tú de quién eres? #18 // Rock n' actor #27: Rashida Jones

El músico, compositor y productor Quincy Jones no era ningún niño cuando le produjo Off the Wall (Epic, 1979) a Michael Jackson. Y como esos actores que tienen un director fetiche, la colaboración entre ambos continuó en Thriller (Epic, 1982) y Bad (Epic, 1987). De los muchos discos propios de Jones, sobresale Back on the Block (Qwest, 1989), quizá el álbum de la historia del pop con más colaboraciones estelares que se hayan reunido jamás; entre ellas figuran las últimas grabaciones que realizaron en su vida Ella Fitzgerald y Sarah Vaughan

Pero con todo y eso, estaremos de acuerdo en que la mejor obra de Quincy Jones es la que hizo junto a Peggy Lipton, su mujer, y se llama Rashida Jones


Graduada en Harvard, donde estudió historia de la religión, filosofía y artes escénicas, no parece que su carrera como actriz sea una prioridad para ella. Pequeños papeles en series de televisión y apariciones en alguna película de corte independiente, su papel más conocido lo realizó en La red social, precisamente ambientada en su universidad de origen. 

La música, como parece lógico pensando en sus ancestros, es otra ocupación que le interesa. Ha aparecido en vídeos de muy variado pelaje y condición: Aaliyah, The Foo Fighters (en los créditos figura como Racinda Jules) o The Boy Least Likely To:



Y canta. Entre sus pinitos vocales destaca haber hecho los coros en varios cortes en los dos primeros discos de Maroon 5, interpretar uno de los temas del álbum homenaje a Tupac Amaru y haber puesto voz para algún tema de las bandas sonoras de las películas en las que ha actuado.

Como no podía ser de otra forma, también es modelo. Ítem más, suele figurar en las listas de las mujeres mejor vestidas de su país.

lunes, 25 de marzo de 2013

Criaturas celestiales #31 // Todo el mundo quiere a PJ Harvey #13: Lucrecia Dalt


Colombia: su cumbia, su Juanes y algo muy diferente y mucho más excitante… su Lucrecia Dalt

Dalt, en catalán, significa ‘subir’. El caso es que esta medellinense está afincada en Barcelona desde hace unos años, donde ella sola se ha guisado un sugerente proyecto musical basado en la electrónica, pero altamente emocional y humanizada. De hecho, llama la atención la enorme habilidad de Dalt para empastar todo ese colchón digital con componentes analógicos. Las percusiones, por ejemplo, que a veces sí son beats electrónicos, pero otras veces pueden ser tambores o sillas de cocina. 


Electrónica tribal.

Así que portátil, bajo, controladores midi, voz (susurrante, casi recitadora, como en una letanía) y percusiones para crear una música enigmática, oscura, de una agitación contenida —si eso tiene sentido— que te atrae, en la que no sabes por dónde va a seguir la secuencia, qué sonido va a aparecer a la vuelta de uno de esos bucles. Estudió ingeniería civil, así que algo de construcción, de arquitectura sonora tienen sus temas. Su segundo álbum es el hipnótico Commotus (HEM, 2012). 


Y aunque su música se mueve en patrones diferentes, se declara públicamente una entusiasta seguidora de PJ Harvey, quizá una de su mayores influencias como artista.

domingo, 14 de octubre de 2012

Comerse un cocodrilo (en Dinamarca) #8: Agnes Obel


A Gog, todo un profano en música clásica, se le hace que si Claude Debussy o Maurice Ravel vivieran hoy les agradaría el debut de Agnes Obel, Philharmonics (PIAS, 2010), copenhaguense, frente despejada —que delata inteligencia—, mirada dulce, muy estilosa (de sencilla sofisticación), con sólida formación clásica y admiradora del quehacer de PJ Harvey y Joni Mitchell. Es talentosa, compone al piano, canta con voz acogedora y pergeña pequeños pero cálidos arreglos para acompañar a su inseparable teclado. En su país, y en el norte de Europa en general, obtuvo un éxito inmediato que apenas se filtró por los riscos de los Pirineos. 


Al parecer se encuentra preparando el segundo álbum de estudio (tiene otro grabado en directo; sí, ya). En el primero, hizo suya «Close Watch», de John Cale


(Nota mental de Gog: recuerda mucho a lo que hacían las Azure Ray o incluso Maria Taylor en solitario.)

lunes, 2 de julio de 2012

Cameos musicales #38 // El arte de la versión #58: Mulholland Drive

Rebekah del Rio, de raíces latinas aunque originaria de San Diego (si bien este dato podría no ser exacto), se dio a conocer en su género con una versión en español y a capella del tema de Roy Orbison «Crying». 

David Lynch le pidió que la interpretara de nuevo unos años después en una escena de Mulholland Drive (2001), mientras Laura Harring y la grandísima Naomi Watts hacen pucheros escuchándola.

 

[La escena empieza, aprox., a la altura de 1 h 45' del metraje; obviamente, no aparece con esos subtítulos imposibles del vídeo.]

domingo, 4 de diciembre de 2011

Debut #43: Big Deal


Aquí hay talentazo. Incluso Gog se atreve con un augurio: el dúo chico/chica Big Deal (los ingleses Alice Costelloe + Kacey Underwood) tienen un porvenir como artistas que dará que hablar.

Lights Out (Mute, 2011) es un bellísimo debut de 41 minutos a base de guitarra eléctrica (él), acústica (ella) y voces (ambos), nada más. Ni una línea de bajo, ni una percusión; tan sólo alguna pequeña concesión a un leve teclado en un par de cortes. Así de crudo se lo montan, convencidos de que su sistema de juego es el único posible.

Los doce temas son de una belleza y una profundidad que ciegan, como la portada. Es muy difícil llenar tanto con tanta desnudez, pero ellos lo consiguen; a veces un pequeño rayo de luz basta para iluminar un todo. Esa simple luminosidad hace que sea un disco para escuchar demoradamente, para saborear en la intimidad, para ensimismarse.



1. Distant Neighborhood
2. Chair
3. Cool Like Kurt
4. Swoon
5. Homework
6. Talk
7. With The World At My Feet
8. Locked Up
9. Summer Cold
10. Visions
11. Seraphine
12. Pi

Fa-Gog-ritas: 1, 10 y 11.

Enorme debut. Enorme discazo.


miércoles, 3 de agosto de 2011

5 sobre... #13: novedades ibéricas 2011

Y hoy otro tanto de lo mismo con el panorama patrio. Gog lleva tiempo con ganas de recomendarlos. Les ha llegado el momento.

> Sr. Chinarro: Presidente (Mushroom Pillow, 2011). Antonio Luque está exultante, expansivo, vacilón, suelto y desahogado como jamás lo había estado. La medicación, o lo que sea, por fin ha surtido efecto. Cuánto va de aquel Sr. Chinarro primigenio, que los suyos parecían discos como de un Ian Curtis en solitario, a este otro juguetón y popular. Se le han abierto los poros y rezuman decenas de influencias. El ritmo de «Vaciones en el mar» recuerda a «El Rey del glam»; «San Borondón» es de una liturgia inversa; «María de las Nieves» es un baladón trágico, como un Lorca pop; y «Babieca», simplemente, es uno de los mejores temas de su cancionero. Más Babieca que él aquí no hay.
[Dedicado a BL]



> Abraham Boba: Los días desierto (Limbo Starr, 2011). En cambio Abraham Boba está como triste y deprimido, de bajón mientras sube por la calle Espíritu Santo. Anda distraído y así le pasa, que tropieza una y otra vez en la misma piedra sentimental. Mal de amores.
En lo musical, muy al contrario, anda erguido como su tupé, que no le hace sombra cuando desliza los dedos por su piano. «Podría haber sido peor» es otro de sus himnos; y si «Así se vive aquí» es biográfica y confesional, lo lleva con elegancia y aplomo. Como un Leonard Cohen ligero; nuestro Leonard Cohen.
[Dedicado a IL]




> Christina Rosenvinge: La pequeña Dolores (Warner, 2011). En plena cresta de la ola desde su aclamado disco anterior, y encima arropada por el batera de Sonic Youth y el guitarrista de Come y de Codeine. Más dúo avec Benjamin Biolay; y hasta Georgia Hubley se echa un cantecito... El hilo conductor es casi conceptual: una especie de tratado de femeneidad, entre mitológica (Eco, Eva, sirenas...) y doméstica (Te espero en la esquina tomando café / Ingle depilada, negro corsé). Pero sobre todo altísimas cotas literarias.
[Dedicado a JJA]




> The New Raemon: Libre asociación (BCore, 2011). Existencialismo y entraña en las letras, y guitarras en tensión permanente. Se le nota a Ramón Rodríguez que ha cogido seguridad y confianza. No hay temas impepinables como en su debut, pero todo el álbum es intenso y, perdón por la pedante y fácil retórica, de un frío ardiente. Sombría satisfacción.
[Dedicado a AG]


Verdugo by The New Raemon

> Fernando Alfaro: La vida es extraña y rara (Marxophone, 2011). Se acabaron los canes y otros bichos, ahora Fernando Alfaro firma los discos con su propio nombre. Su mundo alucinado, el humor insano y los juegos de palabras siguen ahí. Y el surrealismo como fuente vital: influencia de Dalí en el diseño de la portada (“La Estación de Perpiñán”) y sample de El Ángel Exterminador al comienzo. La novedad está en la producción, del ubicuo Raül Fernández 'Refree', que le ha puesto un caldito al típico sonido del albaceteño para enriquecer. Es posible que haya quien prefiera un Alfaro más crudo.
[Dedicado a JMG]