domingo, 30 de septiembre de 2012

Las nuevas aventuras del llanero solitario #26: Paul Buchanan



Si ya fue una palpitante sorpresa que en 2004 The Blue Nile publicaran un nuevo álbum después de ocho años de ausencia, cuando también había sido una sorpresa después de siete años de ausencia —en resumen: 1984-2004, 4 discos—, verse ahora ante el primer trabajo en solitario de uno de los componentes de la mítica banda escocesa, Paul Buchanan, resulta emocionante. 


En Mid Air (Newsroom, 2012), como acurrucadas en un sofá de madrugada, se ensamblan la voz de Buchanan y las teclas de un piano; apenas hay alguna leve decoración en un par de temas con nimios arreglos orquestales. Todo en él es desnudez; contiene trece breves letanías, deshojadas, llenas de silencios, en calma, con la tensa fragilidad que siempre brota de la melancólica voz de Buchanan. 

La refinada estética de corte clásico que desprende y su atemporalidad musical hacen presagiar que Mid Air será un álbum que quizá pase desapercibido estos días, pero que seguirá conmoviendo en tiempos venideros. 


jueves, 27 de septiembre de 2012

A la tercera va la vencida #17: Peaking Lights


Son tan abundantes las novedades que se publican a diario que a uno ya hasta le bailan los nombres: ¿es un álbum de unos tal Lucifer titulado Peaking Lights o son unos tal Peaking Lights con un álbum titulado Lucifer? Convendremos en que pertenecerían a géneros diferentes: el primero podría tratarse de un disco de una banda de metal, mientras que el segundo estaría más en la línea de una banda indie tirándole de la cola al diablo. Como regla mnemotécnica parece que funciona, así que va a ser que estamos ante el segundo caso, sí: Lucifer (Mexican Summer, 2012), de Peaking Lights, que no vemos a Gog muy por la labor metalera y hardrockera. 

Bien, pues estos Peaking Lights son un dúo chico chica (esposo y esposa para más señas) que le dan al buclerío cósmico combinando elementos del krautrock, dub y psicodelia electrónica. Si se escuchara en aquel bar lleno de extraterrestres de La guerra de las galaxias, se montaría rápidamente una pista de baile improvisada porque les haría mover el esqueleto (o la materia de que estén hechos) irresistiblemente. 

«Beautiful Son» podrían firmarla sin miramientos Stereolab; y «Live Love» te hace sentir que estás flotando en algún punto del espacio exterior. Ambas son dos de los puntales de este su tercer álbum. Escuchados posteriormente los dos anteriores, uno se da cuenta de que han alcanzado cumbre.

  Peaking Lights - Live Love

martes, 25 de septiembre de 2012

Ette aquí #32: The Du-ettes

Barbara Livsey (también conocida como Barbara Bates y más tarde la solista de Barbara & the Uniques) y Mary Francis Hayes son las dos chicas que aparecen en la cubierta del recopilatorio sobre girls groups de Chicago. Eran The Du-ettes. La pareja, siempre bajo la tutela de los compositores Andre Williams y Monk Higgins y de los varios sellos discográficos de George Leaner, llegaron a grabar cinco singles que jamás se vieron en lo alto de las listas de éxitos, pese a maravillas como la que sigue:



Discografía completa de The Du-ettes:

> M-Pac! 7201 - Mister Steel / I'm Yours – 1963
> M-Pac! 7209 - Move On Down The Line / Have You Seen (My Baby) – 1963
> M-Pac! 7214 - I'm Gonna Love You / The Cool Bird - 1964
> One-Derful! 4827 - Lonely Days / Please Forgive Me - 1965
> Mar-V-Lus 6003 - Every Beat Of My Heart / Sugar Daddy - 1965
> Lost-Nite 1003 - Lonely Days / Please Forgive Me – 1965 

sábado, 22 de septiembre de 2012

Rock 'n' actor #25: Ryan Gosling


El actor Ryan Gosling ha alcanzado actualmente ese estatus de megaestrella archifamosa que llega al punto de que hasta un eructo suyo es noticia. Él no tiene la culpa, claro. En 2009 aún no le ocurría algo tan desproporcionado, así que el álbum que grabó junto a su buen amigo Zach Shields, bajo el nombre de Dead Man’s Bones, no causó el inmenso revuelo que causaría ahora. Dead Man’s Bones (Anti-, 2009) llamó la atención en su día, sí, pero interesó sobre todo a los connaisseurs, porque Gosling es un guitarrista, pianista, cantante y compositor con una propuesta musical muy interesante. 


Es cierto que a los fanes de Herodes puede echarles un poco atrás leer en la portada que Gosling y Shields se hicieron acompañar del Silverlake Conservatory Children’s Choir. Si les sirve de consuelo, el coro de chavales aparece en algunas de las doce canciones, no en todas. Lo de los ‘huesos de un hombre muerto’ suena truculento, tétrico, macabro, lúgubre, porque esa era la idea; incluso en un principio concibieron el proyecto como un musical de terror. Al final se encerraron en el estudio con tres premisas: nada de guitarras eléctricas, grabar del tirón sin cortes y como máximo tres tomas por pieza. 


El resultado es una especie de folk espectral, que mezcla música jubilosa con imágenes sobre la muerte y reflexiones acerca de nuestro efímero paso por la vida. A manera de La Danza de la muerte medieval, podría decirse. O como una fiesta de zombies y esqueletos. «In the Room Where You Sleep» o «Pa Pa Power» —una más caversona, la otra más festiva—son dos sólidas piezas de la osamenta. 

Dead Man's Bones - Pa Pa Power

Que Gosling y Shields sean canadienses probablemente tiene que ver en que a ratos recuerden a los primeros Arcade Fire

jueves, 20 de septiembre de 2012

¿Qué se sabe de los belgas? #19 // Debut #62: Los Jardines de Bruselas



Como un ovillo. Gog va a intentar desenrollar la información como un ovillo, tirando poco a poco del hilo. Porque no se puede extraer ninguna consecuencia acertada sólo con leer lo de Los Jardines de Bruselas

Para comenzar a tirar del hilo hay que trasladarse no a la Bélgica, como todo parece indicar, sino a la Argentina, pues allá vive Ezequiel de la Parra, nombre que evoca más a un poeta social y revolucionario que a un músico. Allá, decíamos, en su casa, grabó las siete pistas de lo que fue su debut, Floating In Dreams (autoeditado), luego ampliadas a 11 en edición con bonus (Mamushka Dogs Records, 2011). Y sí, título en inglés porque canta en el idioma de los Monty Phyton, y no en castellano como también cabría suponer.

El suyo es un pop de guitarras mezcladas con bases electrónicas y algunos detalles de distorsión. Sabe caminar muy bien entre lo disonante y lo armónico, pues logra hacer notar ambos extremos a un mismo tiempo, y el resultado le queda la mar de melodioso. 

La portada del álbum pudiera ser la fotografía de uno de los jardines más recoletos de Bruselas, con estatua de Guillermo el Taciturno, frente al Sablon; pero se trata de una de las entradas al Central Park.

 Este año ha sacado un single con nuevo material.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

...Y ellos se juntan #61: AM & Shawn Lee



Tú en Londres (Shawn Lee) y yo en Los Angeles (AM). El uno, productor y multiinstrumentista; el otro, cantautor. En Celestial Electric (ESL, 2011) unen, mezclan, intercambian sus talentos en una especie de ósmosis musical, y el resultado es un híbrido de funk hippy, ritmos de inspiración setentera que abarcan desde el soul al disco, tamizados con dosis de psicodelia y soft rock (¡diávolo, qué culto se piensa Gog después de soltar tamaña descripción!). 

El caso es que es un álbum que quizá ha tenido/tuvo menor repercusión que la que cabría esperar por sus méritos. Es un disco muy rico musicalmente y está envidiablemente producido. Los temas empiezan mucho más desnudos de lo que acaban; los van vistiendo con parsimonia, engalanando como una reina de carnaval. 


Por señalar algunos aciertos evidentes: «Lonely Life» te atrapa con el compás mantenido de la batería y te eleva con los teclados y la voz aflautada; con «Jackie Blue» les ha quedado un clasicazo setentero; qué ritmo tiene y qué espléndidamente desarrollada está «Somebody like you»; y «The Signal» tiene cabida en el set de un DJ para ir calentando al personal bailón (y si le hicieran un remix...). 

Hala, a marcarse todos un karaoke o un baile, según se prefiera:

 

lunes, 17 de septiembre de 2012

¿Y tú de quién eres? #14 // Cameos musicales #40

Las tardes de los domingos son anchas, laxas y amparadoras, cabe en ellas lo que en el resto de tardes de la semana resulta inviable. En la de ayer, por ejemplo, se vio Gog tirado en el sofá delante de la televisión picado por la curiosidad de qué sería eso de un biopic sobre Arlo Guthrie, el hijo del mítico cantante de folk protestatario. ¿Una peli sobre la vida del hijo y no sobre la del legendario Woody Guthrie? Alice’s Restaurant (1969) fue dirigida ni más ni menos que por Arthur Penn e interpretada por el propio Arlo; está basada en la afamada canción autobiográfica de 18 minutos con la que había debutado Arlo en la música dos años antes. 


Es una película amable, que recrea con bastante credibilidad el ambiente del jipismo sesentero, el pacifismo anti-Vietnam y el rechazo social por los pelos largos y sus maneras de vivir. El propio Arlo Guthrie interpreta varios temas a lo largo de ella, bien sobre algún escenario, bien en la intimidad; pero el cameo estelar es el de otro mítico folky, Pete Seeger. En la escena en que aparece Seeger, toca en la habitación del hospital donde un moribundo Woody Guthrie consume sus últimos días.
 

domingo, 16 de septiembre de 2012

La banda sonora de un libro #11: Jim Dodge


Road movie con dos vías: la automovilística y la psicotrópica, pues su protagonista viaja tanto física como mentalmente a lo largo de las páginas de la novela, lo mismo da que en un coche que con cualquier otro vehículo alucinógeno en su interior. De hecho, las más de las veces viaja en coche puesto hasta arriba de pastillas y cerveza. El coche de El Cadillac de Big Bopper (El Aleph, 2007) —lo habrán adivinado rápidamente los avispados lectores— es un Cadillac. El motivo: el accidente aéreo en el que perdieron la vida Ritchie Valens, Buddy Holly y —lo habrán adivinado rápidamente los avispados lectores— Big Bopper. El argumento: George Gastin, conductor de grúas, se saca un dinero extra destrozando vehículos por encargo de sus propietarios para que puedan cobrar el seguro; su último trabajo será quemar un Cadillac que estaba destinado a Big Booper, lo cual decide hacerlo en el mismo lugar donde se estampó la avioneta, adonde se dirige mientras va recogiendo autoestopistas y poniendo viejos singles de rock & roll en un tocadiscos que lleva en el asiento trasero. 

Dado el buen número de pasajes oníricos causados por los alucinógenos, tal vez lo más apropiado para leer esta obra de Jim Dodge sería escuchar discos de psicodelia o incluso de dream pop si se quiere hacer a la moderna, pero la banda sonora que le da vida sería la siguiente según estricta cita del autor: 

> Big Booper: Chantilly Lace 
> Ritchie Valens: La Bamba 
> Buddy Holly: Not Fade Away 
> Chuck Berry: Maybelline 
> Jerry Lee Lewis: Shake, Rattle & Roll 
> Little Richard: Lucille 
> Elvis Presley: All Shook Up 
> Mama Thorton: Hound Dog 
> Fats Domino 
> Bill Haley & The Comets 
> The Everly Brothers: Bird Dog 
> The Diamonds: Little Darlin’ 
> The Drifters: Save the Last Dance for me 
> Fabian 
> Frankie Avalon: Why? 
> Ricky Nelson 
> The Beatles: Help 
> The Rolling Stones: Satisfaction 
> Bob Dylan: Like a Rolling Stone 
> Loving Spoonful: Do you Believe in Magic 
> James Brown: Pappa’s Got A Brand New Bag 
> T-Bone Walker 
> Joe Turner 
> Sonny Boy Williamsom 
> Big Billy Broonzy 
> Mississippi John Hurt 
> Johnny & The Hurricanes: Red River Rock 
> The Kingsmen: Louie Louie 
> Bobby Picket & the Crypt Kickers: Monster Mash 
> Frankie Line: Ghost Riders in the Sky 
> Sam Cooke: Bring it on Home to Me 
> Roy Orbison: Pretty Woman

jueves, 13 de septiembre de 2012

La cara oculta #11: Holy Other



Si hay un intervalo del día capaz de crear un ambiente especial para la música, es la noche. Fluye en ella un magma invisible que favorece la expansión de las ondas sonoras, por eso es el momento óptimo para masticar la música, para ramonearla. Quien sea el que se oculte detrás de Holy Other está, sin duda, por la nocturnidad; su Held (Triangle, 2012) sirve para teñirla aún más de oscuridad. 


Es música ambient, electrónica oscura tejida con beats que se pliegan con elegancia y sigilo, vocalizaciones muy moduladas —agudas en su mayoría—, las consabidas densas líneas de bajo, ritmos abstractos y océanos de reverb. Texturas, lo llaman. 

Álbum más para rumiantes que para carnívoros musicales, más para pacientes que para inquietos; y sin duda más para rapaces nocturnas que diurnas. A Gog se le acaba haciendo un poco largo, aunque le reconoce momentos inquietantes.

martes, 11 de septiembre de 2012

Cosas de hermanos #32 // Debut #61 // Gastan gafas #52: Django Django

  
En una escena de la mítica High-Fidelity (S. Frears, 2000), uno de los empleados de Rob, viendo que la tienda está llena, le dice que va a aprovechar para vender unos cuantos cedés de The Beta Band. A continuación mete el disco en el reproductor y en cuanto comienza a sonar se ve a varios clientes seguir instintivamente el ritmo mientras se aplican a las cubetas de vinilos. Si se rodara ahora la película, podría sustituirse The Beta Band por Django Django. Y es que así todo quedaría en casa no sólo porque el sonido de ambas bandas sea enormemente parecido, es que David Maclean, el batería de Django Django, es el hermano del teclista de The Beta Band. 


Este nuevo cuarteto de Edimburgo acaba de publicar un álbum homónimo (Because, 2012) sumamente disfrutable, para no dejar de tamborilear los dedos o acompañar la música con los pies. Es una mezcla altamente contagiosa de efectos de sintetizador lunáticos (el encargado de manejarlos gasta gafas), ramalazos de psicodelia, ritmos tribales entre árabes y africanos, melodías pop pegadizas y armonías vocales impecables. 

Se avisa que se trata de un disco diesel: según avanza, mejora. Y a partir del tercer corte se hace imparable. Esa «Default» le quitaría la depresión a los osos de un zoo. Y más adelante «Zumm Zumm», «Life's A Beach»... 


En estos tiempos que corren, con la vista tan puesta en el pasado para construir el presente, este álbum, como tantos otros, es una reestructuración y una magnífica revalorización de todos aquellos lugares donde ya hemos estado. No es de extrañar, pues, que hayan incorporado una enorme lista de agradecimientos a bandas y artistas que les han influido: 

lunes, 10 de septiembre de 2012

Discos con portada con discos #46

 Guided By Voices: Let's Go Eat the Factory (GBV, 2012)


Fire Engines: Codex Teenage Premonition (Domino, 2005)


Hüsker Dü: I Don't Wanna Know If You're Lonely (Warner, 2012) [single 7'']

Pachanga Boys: Girlcatcher (Hippie Dance, 2012) [single]

The Mockers / The Legendary Tiger Man: Jingle Bells / Fuck X-mas, I Got The Blues (Munster, 2003) [split 7'']


Steve Winwood: Revolutions (Islands, 2010)


Mary Turner: Off The Record Specials (Westwod One, 1985)

sábado, 8 de septiembre de 2012

5 sobre... #19: Tarzán

Tarzán como argumento musical.

> Nino Ferrer: Daddy Tarzan (1975). Un medio tiempo con guitarra eléctrica y sin el Hammond habitual de este entre bon vivant y latin lover.

> Madness: Tarzan’s nuts (1979). Lianas en modo ska. Tras una maraña de sonidos y voces imitando una jungla, arranca este pletórico tema instrumental y no puedes parar de bailarlo.

  B

> Baltimora: Tarzan Boy (1985). Despiporre ochentero a grito pelado. Todo el exceso de la década concentrado como una pastilla de Bovril.

  Baltimora - Tarzan Boy

> Rocket From The Crypt: Tarzan (1998). El punk rock californiano de paseo por la selva.

 

> Arthur H: Nancy et Tarzan (2003). Otro francés cantándole al rey de la selva. En este caso, un baladón al piano, como un Tom Waits menos áspero.



¿Alguien conoce más tarzanadas musicales?

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Gog, reportero #2: Blanca Lacasa


Gog se ha puesto en contacto con Blanca Lacasa, la mitad de los otrora Plastic d’Amour, para hablar sobre el nuevo proyecto llevado a cabo con su socio musical Alberto Matesanz. Y ella ha accedido muy amablemente a responder el siguiente cuestionario, más alguna que otra goguería, sobre Casi. Un musical (Narval, 2012): 

GOG— ¿Cuál fue el motivo que te llevó a ti a escribir un cuento infantil? Te lo pregunto porque las dos componentes del dúo The Crayonettes, una de ascendencia folky y otra punk, decidieron recientemente componer un disco para niños porque, en su opinión, lo que se hace para ellos es aburridísimo y ñoño. 

BLANCA LACASA— Lo cierto es que lo mío fue más azaroso. No decidí «voy a escribir un cuento para niños porque todo es muy ñoño», ni siquiera pensé «voy a escribir un cuento para niños», simplemente escribí un cuento que resultó ser para niños... 

G—¿Cómo surgió después la idea de convertirlo en opereta infantil? 
BL— Hablando con Alberto Mate... Nos pareció una idea bonita y ahí sí estaba la intención de hacer algo chulo y diferente para los niños. 

G—En el fondo, el mundo infantil ya estaba presente en Plastic. Nicolás, el protagonista de vuestro tercer álbum, era un niño. ¿Qué se dirían Casi y él si se conocieran? 
BL— A saber... Ambos son bastante imprevisibles. Probablemente se irían a dar una vuelta juntos y acabarían metiéndose en una historia fenomenal que daría para un cuento fenomenal... 

G— Casi. Un musical. El título transmite la impresión de que te gusta mucho jugar con las palabras. ¿A qué jugarías con las palabras mate, loquillo y puño
BL— Jugaría a ponerlos a cantar, dibujar y componer... Jajajaj... Pero sí, es cierto que la combinación del mate con la casa, el puño y lo loco da mucho juego... 

G— Como ya te habrán comentado repetidas veces, llama mucho la atención el elenco de colaboradores que os ha echado una mano. Personalmente, la intervención de Loquillo como el malo malísimo del Señor Rojo me parece acertadísima. ¿Recuerdas qué dijo cuando se lo propusisteis? 
BL— Fue muy fácil. Cuando contacté con Loquillo dijo que sí rápido, que nunca le habían propuesto algo para niños y que le apetecía. El día que grabamos recuerdo como si fuera ayer desde que fui a buscarlo al hotel hasta el estudio de grabación. Lo intuía ya, pero ahí me di cuenta de que era una leyenda... ¡Un honor haber contado con él para hacer de Señor Rojo! 

G— Eras la voz solista de Plastic d’Amour, pero aquí no haces ni unos coros. ¿Por qué? 
BL— Me apetecía tener otra perspectiva del proyecto y un acercamiento distinto, desmarcarme un poco de lo que era la simple interpretación. Por otro lado, la ejecución de un libro disco es una tarea titánica y con las labores de producción y demás cosas terrenales ya tenía suficiente :) 

G— ¿Qué harías si al levantarte una mañana te vieras ante el espejo que has perdido un ojo, la nariz y la oreja? Casi se lo toma con mucha filosofía. 
BL— Casi es mi heroína, ella es todo lo que yo no soy, me temo... Así que, imagina... 

G— ¿Vais a poner a Casi de nuevo sobre algún escenario este otoño? 
BL— Esperamos que sí. Hay algunas cosas por ahí, pero aún no están cerradas... Permanezcan atentos a nuestro facebook y a nuestra web... 

G— Para finalizar, una pregunta personal que si quieres no contestes: ¿quién ganó el campeonato de Europa de curling en 1975? 
BL— Es que yo de antropología no sé mucho...

lunes, 3 de septiembre de 2012

Grafitis por el mundo #23: Pekín (y II)

Por el distrito 798 de Pekín, viejas fábricas y viejos edificios reconvertidos en fascinantes galerías de arte moderno:







domingo, 2 de septiembre de 2012

Música y política #19 // No son hombres: son Devo #13


En Estados Unidos estará Clint Eastwood (un tío que se ha pasado la vida dando tiros, aunque sea en el celuloide, es lógico que termine cojeando de la pierna derecha), pero afortunadamente también están Devo

Los muy cachondos acaban de grabar un nuevo tema a costa de una historia ocurrida hace años al ahora candidato republicano y su perro. Según cuenta The Guardian, Romney hizo un viaje en coche con su familia de doce horas; su perro Seamus, por perro, no cabía, así que lo instalaron sobre el capó del coche. Claro, unas horas después apareció frito por la insolación. 

«Don't Roof Rack Me, Bro! (Seamus Unleashed)» es el tema. Se puede escuchar aquí.

sábado, 1 de septiembre de 2012

...Y ellos se juntan #60 // Plataneces #32: Princess Chelsea

Ha sido un descubrimiento totalmente azaroso el de esta neozelandesa inquieta, de voz aniñada e ideas musicales muy interesantes. Su disco Lil’ Golden Books (Lil’ Chief, 2011) está repleto de sonidos y de detalles para catar; la minuciosa construcción de algunos temas se diría casi arquitectónica. A ella —Chelsea Nikkel— y al álbum les lastra el concepto demasiado infantilizado que ha utilizado, pero por dentro hay más vitriolo del que se deja entrever. 

El caso es que «The Cigarrette Duet», cantada a dúo con Jonathan Bree (The Brunettes), como si fueran unos Lee Hazlewood y Nancy Sinatra polinesios y a remojo, te da un buen pellizco, sobre todo cuando hacia al final entra esa guitarra con reverb del propio Bree; entonces te dan ganas de tirarte a la piscina con ellos. 



También tiene un momento plátano Baloo:



Habrá que seguirla.