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domingo, 13 de agosto de 2023

Qué se sabe de los belgas #38: portadas con el Atomiun

 

The Bay Big Band – Swingin' High [Omega Disk, 1958]



Benny Goodman And His Orchestra – Benny In Brussels Volume 1 [1958]



Blaine L. Reininger – Brussels/USA The Best Of Blaine L. Reininger [Les Disques Du Crépuscule, 1994]


The Caulfields – L [A&M, 1997]



Chico Y Chica – No Me Preguntes La Hora [Austrohúngaro, 2000]



Various ‎– Atomium 3003 [Bungalow, 2000]


Various ‎– Fantastic Voyage - New Sounds For The European Canon 1977-1981 [Ace, 2024]

domingo, 20 de junio de 2021

Sales en mi canción #102: sobre ABBA

La A con la B y la B con la A, ABBA. Antes de que empezara la globalización tal y como la entendemos hoy día, hubo un pegamento de origen sueco que uniformó el gusto musical del mundo. Porque, no nos engañemos, no hay nadie que no se haya echado un baile con algún tema suyo, o haya tarareado uno de sus infalibles estribillos, o no conozca alguna de aquellas impecables tonadas. No tendrás discos suyos, pero no te cayeron mal nunca. Hicieron magia.

> Trembling Blue Stars - ABBA On The Jukebox (1996). Indies de manual —una de las muchas bandas por donde ha pasado Beth Arty—, desprendían en sus discos un aire entre melancólico y ensoñador, con querencia a regodearse en el sentimentalismo y la tristura, de esa gente que parece que sólo es feliz en la pena, o que en la lluvia encuentra el éxtasis su estado de ánimo:

Abba on the jukebox at Par Sands 

Y llueve.


> Los Fresones Rebeldes - Algo hay (1999). Otra banda indie al uso, esta de Barcelona y muy representativa de la década de los noventa por aquí. Sus rimas no están en el podio de las más brillantes de aquel pop naíf: 

Hay una canción sonando, / Me da igual "Chiquitita" o "Fernando" / Y eso que a mí ABBA / No me gustan nada 


> Las Escarlatinas - Dormir o morir (2008). Cavilaciones existenciales sobre lo que es hacerse mayor, pero anima como un rayo de sol. Al parecer era una adaptación de “Clear Skies” de la banda coreana Misty

Meteré esos discos de ABBA en el desván 

Tuturutú Tuturutú tuturu 



> Hot Chip: Night & Day (2012). Ritmos sintéticos para un bailoteo frenético, con las pulsaciones disparadas en la pista de baile. El párrafo de esta canción en el que se menciona a la banda sueca lo declama el actor Terence Stamp:

I don't got no Abba 
I don't play no Gabba 
I like Zapp not Zappa 


> The Goon Sax - Sweaty Hands (2016). El trío australiano haciendo de las suyas. La reconfortante batería, el rasgueo amistoso de la guitarra y la cálida voz de Foster que canta: 

Walk past an apartment and hear ABBA

domingo, 11 de abril de 2021

Cameos musicales #65: This Must Be The Place

El mundo no lo sabe, pero aquí es ver a Sean Penn interpretando a una decrépita estrella del rock gótico y recordar ipsofactamente aquel gag de Joaquín Reyes imitando a Robert Smith. Por eso se nos hace tan inverosímil Un lugar donde quedarse (This Must Be The Place; P. Sorrentino, 2011), que es como si Muchada Nui se hubiesen tomado en serio haciendo una peli. Y aunque no existiera aquel episodio de los de Albacete y The Cure, la peli de Sorrentino habría sido igual de inverosímil por mor de un guión tan ilógico y ridículo, enfermo de importancia, que convierte la road movie del viejo rockero gótico en un excéntrico artilugio tragicómico. 

Lo mejor, la música. La banda sonora está compuesta conjuntamente por David Byrne y Will Oldham; además de otras canciones que suenan por detrás: Vic Chesnutt, Iggy Pop… Hacia el minuto 35, el protagonista va a un concierto de David Byrne en Nueva York, con quien luego se queda unos minutos departiendo en otra escena. El tema que interpreta en directo lo grabó en su día con Talking Heads, y aquí sirve para dar título y contexto a la película. Como viene siendo habitual en Byrne, se hace acompañar de un nutrido número de excelentes músicos y prima un vigoroso componente visual.

jueves, 1 de abril de 2021

Parecidos razonables #33: Brian May y Patacho

¡Qué pelazo han tenido y siguen teniendo! Melenas al viento mientras sus manos recorren los mástiles de sus guitarras, las que antaño fueran las de Queen y Glutamato Ye-yé.




Hoy día May y Patacho comparten también algunos alifafes y complicaciones de salud. Al primero, hace poco el corazón le dio un susto. El español tuvo que dejar un tiempo de tocar el instrumento con el que llevaba toda su vida: una complicada dermatitis le inutilizaba las manos. Diagnóstico médico: alergia a los metales, principalmente níquel, cobalto y estaño, así que ahora toca con cuerdas de oro de 24 quilates y trastes de un material no metálico.

sábado, 26 de diciembre de 2020

Dime qué lees y te diré cómo se llama tu banda #35

A principios de los años ochenta, la onda siniestra proveniente del Reino Unido se extendió por nuestro país como marea negra. El afterpunk (o postpunk) lo hacían punks que ya sabían tocar los instrumentos que se cubrían de oscuro y se forraban con arreos góticos y estética cementerial. Bandas como Joy Division, The Cure, Siouxsie & The Banshees, Bauhaus, Killing Joke o Echo & The Bunnymen sirvieron de fuente de inspiración y motor vital a un enjambre de jóvenes españoles con ganas de modernidad. Y fueron muchos, más de los que puedan parecer echando un simple vistazo a los recuerdos. Así lo atestigua Pablo Martínez Vaquero en lo que probablemente sea el libro definitivo sobre la escena siniestra en España: Negro oscuro (Editorial Milenio, 2019). 

El autor no se queda en los consabidos y archisabidos nombres por todos, ni en la manoseada Movida. Es un trabajo de investigación profundo; se ha molestado en indagar, en preguntar, en conocer y dar noticia de cuantas bandas de corte siniestro se formaron en España entre 1981 y 1985. Narra anécdotas relevantes y traza las relaciones que había entre ellas. Llama la atención que para bautizarse artísticamente recurrían principalmente al cine (Gabinete Caligari, Décima Víctima, Alphaville, Polanski y el Ardor) y a la literatura, que es en lo que vamos a detenernos ahora. Los que siguen son los que hemos entresacado de la lectura de Martínez Vaquero. 

> Agrimensor K: formados en San Sebastián en 1981, su líder, Nacho Goberna, era un entusiasta de Franz Kafka. El nombre viene del del protagonista de la novela El castillo, que además fue el título de la cara B de su primer single: 

 

> Perspectiva Nevski: surgidos en Madrid en 1982, aunque sus miembros tenían diferentes procedencias. El nombre provenía directamente de un cuento de Nicolai Gogol

 

> La Caída de la Casa Usher: de Madrid hacia mediados de 1983. Es casi innecesario señalar a Edgar Allan Poe y su cuento de terror homónimo.  

 

> Donación Agnelli: grupo de la periferia de Barcelona creado en 1983. El nombre lo extrajeron del vodevil de Dario Fo La mueca del miedo, protagonizado por Gianni Agnelli, a la sazón presidente de Fiat. De lo más parecido que ha habido nunca a Siouxsie & the Banshees. 

 

Castillo Interior: grupo tinerfeño formado en 1984. Si su inspiración artística provenía de Joy Division, su inspiración literaria salió directamente de una obra de Santa Teresa Jesús conocida como Las moradas o Castillo interior.
Es de las bandas desconocidas más reivindicables de aquella época. Abrazaron el afterpunk y con él alcanzaron cotas que deberían haber merecido mayor atención. Afortunadamente, no hace mucho se publicó El sueño dorado: Castillo Interior y la escena musical de Tenerife en los 80 (Los 80 Pasan Factura, 2017), libro que recoge su historia y aporta numerosa memorabilia, y que se acompaña de un EP de 10'' y un CD/CDrom con el disco más un vídeo. 


> El Primer Tercio: grupo mallorquín de 1985, cuyo nombre no alude a un tamaño de cerveza, sino que sale de la novela del escritor de la Generación Beat Neal Cassidy

 

> Crénom 1867: valencianos con un más que curioso y rebuscado nombre. ‘Nom, crénom’ (contracción de ‘Sacre nom de Dieu’) fueron las últimas palabras que pronunció, a modo de blasfemia, el poeta Charles Baudalaire en el lecho de muerte en 1867. Un "Me cago en Dios" y la espichó. Un grande. 

> La Náusea: de Benimanet (Valencia), en 1984 el cuarteto recurrió, obviamente, a Jean-Paul Sartre

 

> Teatro Negro de Praga: del barrio de Moratalaz (Madrid) a comienzos de 1982. El nombre alude a un tipo de representación muda sobre un escenario a oscuras, cuya puesta en escena se dio principalmente en Praga.

> Farenheit 451 / Trópico de Cáncer: en una onda menos siniestra y más apegada al synth-pop (bastante luminoso) fue el cuarteto que tomó su nombre de la novela de Ray Bradbury y que estuvo en escena entre 1979 y 1982. Cuando el proyecto se deshizo, el cantante (Jorge Grundman) y el batería (Óscar Bergón) formaron otra banda también de literario nombre, esta vez bebiendo en las páginas de Henry Miller.

domingo, 7 de junio de 2020

Parecidos razonables #32: Bob Dylan y Juan Pardo

Es tal el parecido que dan ganas de decir que uno es el Dylan español o el otro el Pardo americano. Y cuidado con reírse del nuestro, que fundó Los Pekenikes, Los Brincos, hizo pareja artística en Juan y Junior y después grabó una veintena de discos en solitario, además de componer canciones para otros artistas.



Bob Dylan - New Morning (Columbia, 1970)


Juan Pardo - Bravo por la música (Hispavox, 1982)

sábado, 4 de abril de 2020

Sales en mi canción #100


Entendemos el amor, principalmente, como una manifestación sentimental que se siente por otra persona. Pero hay amores a todo y de todo. Existe un amor como pasión por algo que llena, colma, rebosa tu vida de tal manera que esta no sería la misma si no existiera ese objeto adorado, tal vez obsesivo. El que profesa Jaime Cristóbal por la música deja corto el de Romeo y Julieta, el de Dante y Beatriz, el de Narciso por Narciso, el de Ramón y Cajal (por la ciencia)... Cristóbal escucha música sin cesar, la colecciona, la compone, la interpreta, escribe sobre ella, habla sobre ella (su antológico Popcasting), la respira, la consume y le consume. 

Parece lógico, pues, que haya terminado componiendo una oda al amor por los discos, a su relación con ellos, a la música que tan feliz le hace. Seguirá amando a la persona con la que comparte su vida, pero es incapaz de desprenderse de ese otro amor. Así se lo declara a ella, y le ruega que lo entienda. Una preciosa y emocionante confesión: 

700,000 records couldn’t keep me away from you 
But 300 of those records are the songs that speak about you 
700,000 records could have sucked the life out of me 
But the fact is all those records are the things that set me free 
So that’s the matter with me; you can have me either way, oh baby 
But please consider the love I have for all these precious 



“700,000 records” es el tema que, además, ha servido como ariete de su primer álbum como J’aime, Love and Squalor (Jabalina, 2020). La canción, que lleva implícita su intención desde el título, rezuma, como el resto del álbum, esa clase y elegancia que Cristóbal siempre lleva pegada como una segunda piel. 

El telón de “700000 Records” lo levanta una caja de ritmos, a la que enseguida se le une un teclado. En ese momento aún no sabemos qué intenciones tiene: ¿es un teclado que está sonando alegre o triste? La voz de Cristóbal (más consistente y segura de sí misma que nunca) deshace la duda. En el estribillo nos aguarda una sorpresa: se le une la voz de Françoiz Breut y ya nada puede ir mal. Qué bien se imbrican las dos voces, cómo se acompasan y se acompañan. Cuando el tema se encamina hacia el final, Breut desgrana una retahíla de esos artistas que tanto significan para Cristóbal y que están presentes en su vida a través de sus discos, “all these precious":

The Pet Shop Boys, Ellie Greenwich, James Wilsey, Helen Merrill, Radio Futura, Iris DeMent, Sandy Denny, Gainsbourg, Johnny Thunders, Jacno, Tracey Keenan, Madonna, Eddie & The Hot Rods, Dolly Mixture, Tyrone Davis, The Shortcuts

Los nombres, explica el propio autor, son elección suya aunque los recite Breut, si bien metió a Helen Merrill como un guiño a la cantante francesa, ya que fue Breut quien se la descubrió a Cristóbal una mixtape que le grabó hace años. 

La canción ha terminado. Volvemos a darle al play, porque esas líneas nos parten el corazón pero hacen que amemos aún más de lo que ya amábamos la música.

sábado, 4 de enero de 2020

Cameos musicales #64: Megatón ye-yé

En 1965, el éxito de Micky y Los Tonys era tan grande que empezaron a llegar las ofertas de conciertos más allá de las sesiones del Price y hasta su incursión en el mundo del cine. La arrebatadora personalidad de Miguel Ángel Carreño, 'Micky' le llevó incluso a protagonizar Megatón ye-yé (1965), dirigida por Jesús Yagüe y coprotagonizada por María José Goyanes. La banda sonora de la película —compuesta íntegramente por Micky y Los Tonys— es todo un compendio entre rock clásico, el rock instrumental de The Shadows, la música surf y el ye-yé. Sobresalen muy especialmente los temas "I'm Over", "Sulpher Soap" (tocada en la película por Los Shakers), "Ya No Estás" o "Pretty Baby". Por cierto, Los Shakers (los españoles, que hay por todo el mundo conjuntos llamados Shakers) estaban comandados por los hermanos Ricardo y José Luis Sáenz de Heredia, sí, hijos del muy conocido director cinematográfico. 

Volviendo a Megatón Yeyé, a continuación se lista el elenco al completo de artistas/bandas que salen tocando, el minuto en que aparecen (minutaje aproximado, es un cálculo propio hecho a ojímetro) y las correspondientes canciones: 

> Juan Erasmo Mochi - Yvonne (primera escena) 
> The Shakers - Sulpher Soap (18’15’’) 
> Micky y Los Tonys - I´m Over (21’) 



> Juan Erasmo Mochi - No comprendo (25’15’’) 
> Micky y Los Tonys - Pretty Baby (40’) 



> Micky y Los Tonys - Tú serás muy feliz (45’55’’) 



> Juan Erasmo Mochi - Pediré (51’30’’) 
> Micky y Los Tonys - Tú ya no estás (53’19’’) 



> Micky y Los Tonys - Un bel amour (70’) 
> Micky y Los Tonys - Sha-la-la (74’) 


Ese mismo año, Fernando Argenta tiene que dejar a Los Tonys para cumplir el servicio militar y entra en su lugar Francisco Ruiz, que acababa de abandonar Los Shakers. Por su parte, Micky siguió compaginando música y cine. En 1968, llegó a participar como actor en la película La vida sigue igual, protagonizada por un entonces emergente Julio Iglesias, pero ese es el capítulo de otra historia.

martes, 26 de noviembre de 2019

Arquitectura y moralidad #11

En la revista Architectural Digest han publicado un artículo sobre portadas de discos y edificios (alguna ya señalada en este blog). 


Por ese arte que tiene la casualidad para las casualidades, lo descubro justo un día antes de que me llegue el disco de Dragon Inn 3, con fotografía de Trevor Alexander, tomada probablemente en Japón.


El adverbio de duda utilizado en la frase anterior es fruto de una lógica aplastante, sin que se necesite de dotes sherlockholmescas: el disco se fue grabando entre 2011 y 2018 en diversas localidades estadounidenses y también, en algún momento, en el país nipón. Además, el autor de la fotografía tiene una serie colgada en su web que ha titulado “Japan by night”. No está exactamente la misma captura que la de la portada, pero… 

Dentro, tecnopop a todo color, bailable y disfrutable. Incluye versión de "Juliet" de los Bee Gees.

sábado, 16 de noviembre de 2019

5 sobre #41: cerveza

Lo bueno, lo mejor de la vida, está en cosas minúsculas que causan un placer extraordinario: ir a coger moras, el silencio de una mañana de domingo temprano, abrir el buzón y encontrarte la postal de alguien que se acuerda de ti, el olor de una pastelería al pasar por su puerta, el primer trago de una cerveza… 

Aaaaah, ese primer trago. Suelo acordarme de él cuando escucho alguna canción dedicada a las alabanzas del lúpulo. Vayan aquí un puñado que particularmente me causan enorme gozo escucharlas. Hay más, muchas más, como también hay multitud de variedades cerveceras. Para todos los gustos.

John Lee Hooker - One Bourbon, One Scotch, One Beer
El country está lleno de cervezas en las canciones. El blues, también, casi tantas como de bourbon; a veces, incluso van en compañía, como en este clasicazo


> The The - There's A Tear In My Beer
Lo dicho, el country es el territorio sonoro natural para la cebada líquida. Hank Williams la inmortalizó con uno de los títulos más taciturnos de la historia, aquí en versión con teclado de Matt Johnson

 

> Lambchop - The Man Who Loved The Beer
Y en el country alternativo. El bueno de Kurt Wagner debe de ser un asiduo degustador de cerveza, porque tiene varios temas dedicados a ella. Esta es, simplemente, preciosa. 


Animals That Swin - King Beer
Una cerveza para acompañar la bajona. No habrá nada más amargo que beberla en plena tristeza. And if you get to the bar please get me another beer.



> Marble Valley - Cerveza 
Las ganas que entran de levantar una jarra de birra bien tirada y unirse al exultante estribillo que canta el que fuera batera de Pavement, Steve West: Cerveisa, cerveisa, cervaiaiaiaiaiaiaiaiai, cerveisa.

 

> Los Trastos - Un botellín
Y una ronda extra, que invito yo. De cuando un botellín costaba 8 pesetas y uno se desgañitaba en los garitos berreando y bailando este tema. 

domingo, 27 de octubre de 2019

Gastan gafas #82: Betacam


Betacam es el cántabro Javier Carrasco, pero Javier Carrasco es el teclista, además, de un ya sinnúmero de bandas con las que colabora. Incluso ha llegado a tocar la guitarra con alguna de ellas en conciertos.

Javier Carrasco es alto y delgado como un espárrago, y, además, gasta gafas.

Como Betacam ha publicado un disco de pop electrónico de enorme calidad y, además, romántico.

Sobre el disco y, además, unas divagaciones esparragueras, se puede leer en el blog de La Fonoteca.


viernes, 6 de septiembre de 2019

La banda sonora de un libro #20: El dia del watusi, de Francisco Casavella

Cuentan quienes conocieran en persona a Francisco García Hortelano —Francisco Casavella para los lectores— que era un hombre grande, de tamaño considerable. El dato no tendría mayor relevancia si no fuera porque tras leer las más 800 páginas de El día del watusi (Anagrama, 2016) uno tiene la impresión de que para forjar un monumento literario semejante, con proporciones cuasi enciclopédicas y una estructura tan perfectamente granítica cincelada con esa precisión, hay que ser poco menos que un Obélix de las letras, esculpiendo palabra a palabra menhires con una fuerza propia de alguien que hubiese caído de niño en la marmita de la literatura. Casavella tenía un poderío y un vigor colosales a la hora de trazar historias y componer frases. Y en esa potencia residen tanto sus virtudes como sus defectos. Excesivo a veces; deslumbrante, otras. En cualquier caso, no deja indiferente a nadie. Como nadie podrá negarle una arquitectura narrativa sólida e impecable, tan perfecta, quizá con un final no del todo bien rematado, menos compacto, pero sin que deje resquicios en los pilares fundamentales en la obra que la haga venirse abajo. 

A través de la vida protagonista de la novela, Fernando Atienza, se nos muestra un retrato desencantado de los años que abarcaron desde la Transición, con sus oscuros, tétricos, corredores del poder, hasta el pelotazo de corruptelas y regalías que fueron las olimpiadas de Barcelona. En lo particular, la obra es la ópera de un perdedor, un túmulo funerario en vida —un estar muerto en vida—, una pirámide colosal para un faraón del desastre existencial; tal es cantidad de indolencia que se acumula en las entrañas del protagonista, que su deriva personal sólo tiene un compromiso a fuego con la Nada. 

Las referencias musicales son igual de vastas a lo largo de toda la narración. Hay música pop a toneladas, de diferentes épocas y variados estilos. La hemos recopilado en una playlist para goce de watusis, casavellanos o de cualquier degustador musical. El orden de las canciones sigue escrupulosamente su aparición en las páginas del libro; no se han secuenciado de ninguna otra manera. No he encontrado en la plataforma de streaming ninguna de Los Novios, El Hombre de Pekín, New Buildings, Psicópatas del Norte, Klaustrofobia, Kakao P’al Mono, Dios, Nervios Rotos, Disciplina Inglesa, Quinto Congreso y The Gynecologist. Las que más abajo van marcadas con un asterisco son las que aparecen específicamente citadas por el autor. El resto de canciones —Casavella nombra artistas pero no temas suyos— son de mi elección. Al escogerlas, he procurado, por un lado, no cometer anacronismos, puesto que Casavella utiliza los referentes muchas veces para ambientar la época en que se halla la historia en ese momento; por ejemplo, cuando se mencionan The Rolling Stones, tiene que ver con su concierto en Barcelona en 1977, así que el tema que yo he escogido no es de un álbum posterior a esa fecha. Y lo mismo con otro buen número de referencias (excepción: la de Los Especialistas, porque no he encontrado otra en la plataforma). Por otro, he pretendido que evocaran, aunque fuese de refilón, algo de la historia que se narra en el libro (por ejemplo, las de Beatles, Ramones, Coyotes, Kaka de Luxe, Objetivo Birmania, Brighton 64, Loquillo...). 


Los Bravos - Black is Black * 
The Beatles - A Day In The Life 
Renato Carosone - Torero * 
José Feliciano - Qué será * 
Jimmy Frey - Rosas a Sandra * 
Los Diablos - Un rayo de sol * 
Pedro Vargas - El rey * 
Nino Rota - El padrino (Love Theme) * 
Nelson Ned - Déjame si estoy llorando 
Vino Tinto - Habla, pueblo * 
Lina Morgan - Gracias por venir * 
Leo Ferré - Avec Le Temps * 
Abba - Fernando * 
Glenn Miller - Chattanooga-Choo-Choo * 
Charlie Parker - Ornithology 
Luis Pastor - Lluvia de mayo 
Raphael - Mi gran noche 
Paul Anka & Rita Pavone - Oh Carol * 
Françoise Hardy - Tous les garçons y les filles * 
The Rolling Stones - Sympathy For The Devil 
Willie Rosario - Let’s Bogaloo * 
Chubby Checker - The Watusi * 
Ventures - Wah Watusi * 
Charles Kynard - El toro Poo-Poo 
Ray Barretto - El watusi * 
Manolo Caracol - Cuando yo te conocí 
Karina - El baúl de los recuerdos * 
Velvet Underground & Nico - All Tomorrow’s Parties 
Elvis Costello - Watching The Detectives
Talking Heads - Psycho Killer 
The B-52’s - Rock Lobster 
David Bowie - Heroes 
Bob Marley - Could You Be Loved 
The Ramones - I Wanna Be Sedated 
Rebeldes - Cerveza, chicas y rockabilly 
Los Negativos - Graduado en underground 
Los Secretos - Sobre un vidrio mojado 
Los Canguros - El Dorado Whisky Club 
Zombies - Extraños juegos 
Ilegales - Tiempos nuevos, tiempos salvajes 
Los Enemigos - Desde el jergón 
Los Burros - Huesos 
Los Mestizos - La pócima del amor 
Los Ratones - Más fiestas 
Los Especialistas - Vivo vivo 
Los Novios - 
Vulpes - Me gusta ser una zorra 
Los Rápidos - Confusión 
Decibelios - Vacaciones en el Prat 
Los Coyotes - Esta noche me voy a bailar 
Los Nikis - Diez años en Sing-Sing 
Alphaville - De máscaras y enigmas 
Polansky y El Ardor - Ataque preventivo de la URSS 
La Frontera - El límite 
Gabinete Caligari - Al calor del amor en un bar 
Los Intocables - No hay futuro 
Melodrama - La meva festa 
Dinarama - Perlas ensangrentadas 
Loquillo y los Trogloditas - Rompeolas
El Hombre de Pekín - 
UA - La ciudad sin fin 
TNT - Deberías tener cuidado 
PVP - Miedo 
Kaka de Luxe - Borracho no se puede conducir por la ciudad 
PP Tan Solo - Quiero ser guitarra de Siniestro Total 
Oviformia, Sci - La luna la nuit 
La Fundación - Todo pensado para no durar 
Radio Futura - Oscuro affair 
New Buildings - 
Esplendor Geométrico - Moscú está helado 
Aviador Dro y Sus Obreros Especializados - Programa en espiral 
Berlín - Cuando el cielo deje de existir 
Objetivo Birmania - Desidia 
Brighton 64 - Barcelona Blues 
Minuit Polonia - Teléfonos 
Kamembert - Sha La La 
Mermelada - Coge el tren 
Glutamato Yeyé - Danzad, danzad, malditos 
Ultratruita - L’esquizofrénic 
Semen Up - Lo estás haciendo muy bien 
Johnny Juerga y Los Que Remontan El Pisuerga - Bertha 
Psicópatas del Norte - 
Klaustrofobia - 
Kakao P’al Mono - 
Dios - 
Danza Invisible - Ocio y negocio 
Un Pingüino En Mi Ascensor - Espiando a mi vecina 
091 - La vida que mala es 
Toreros Muertos - Yo no me llamo Javier 
Derribos Arias - Branquias bajo el agua * 
Siniestro Total - Me pica un huevo 
Golpes Bajos - No mires a los ojos de la gente 
Parálisis Permanente - Autosuficiencia 
Ejecutivos Agresivos - Te espío 
Gatos Locos - Prende una vela por mí 
Nervios Rotos - 
Delincuencia Sonora - Mamones 
Seres Vacíos - La casa de la imperfección 
Nacha Pop - Magia y precisión 
Liquid Car - Com Ho faràs 
Último Resorte - Johnny Mofeta 
Peor Imposible - El medidor del tiempo 
Sindicato Malone - Sólo para robar 
Aerolíneas Federales - Soy una punk 
Disciplina Inglesa - 
Quinto Congreso - Rebel 
Dean & The Stars Cats feat. PJ Proby - Rock ‘n’ Roll Heart 
Yellowman - Lost My Love 
Elvis Presley - Return To Sender 
Dion Di Mucci - Save The Last Dance For Me 
Wreckless Eric - Whole Wide World 
Ian Dury - Sex and Drugs and Rock & roll * 
The Monochrome Set - Golden Waters 
Brian Wilson - Love & Mercy 
The Walker Brothers - The Sun Ain’t Gonna Shine Anymore 
The Rezillos - Flying Saucer Attack 
Bob Dylan - Mr. Tambourine Man * 
The Impressions - People Get Ready 
The Routers - Let’s Go * 
The Surfaris - Wipe Out * 
Scott Walker - Track Three (del álbum Climate of hunter *) 
Peter Gordon & Love Of Life Orchestra - Beginning Of The Heartbreak 
The Theoretical Girls - Lovin’ In The Bed 
The Gynecologist - 
Throbbing Gristle - Walkabout 
Pere Ubu - The Modern Dance 
The Residents - Read Rider 
Four Tops - Reach Out, I’ll Be There 
Ritchie Valens - La Bamba * 
Paolo Conte - Wanda, stai seria con la faccia ma però *

domingo, 4 de agosto de 2019

Género chico #80

Son de los renuevos más refulgentes del árbol indie nacional. Además, enriquecen la escena con bien dispares orígenes geográficos. Las tres bandas han publicado en 2019 grandes temas en pequeño formato. 

Banda hispano-inglesa en la que Stephen y Elisa alternan las voces. Ella, además, toca la batería. A ritmo trepidante, expresan nihilismo existencial, su malestar en un mundo que no parece convencerlos; aunque pueden ser poéticos cuando quieren, como en («Estrellas»): 

He vaciado mi cerebro 
y lo he llenado de estrellas, 
cuando quiero las contemplo 
sin que nadie se dé cuenta 

La primera cara está producida por Linda Guilala



> Faraón y Los Sarcófagos: La maldición (Caballito Records, 2019, 10’’) 
De Jaén vienen, misteriosos y esquivos, con este descollante recopilatorio de su cancionero (que hasta ahora sólo era digital) envuelto en vendas. Vaya por delante que la cubierta del disco es chula, pero pocas veces una portada llevará tanto a engaño. Si la silueta de los Ramones promete guitarras y racarraca, no será lo que se escuche; ya puestos, un dibujo de Los Pegamoides habría resultado mucho más aproximado. Pero «Ramona» se titulan dos cortes del disco, así que aceptemos sus querencias ramonianas. A la hora de componer, tienen una chispa única. Meten teclados y profesan un declarado amor por el pop entre costumbrista y chufletero, a veces un punto oscuro y siempre de fondo con una segunda intención más seria de lo que puede interpretarse a primera escucha. Los quiero tanto que pondría su nombre a una frutería. 



> Melenas: Ya no me importa b/w Si tú me quieres (Nebula Recordings/Snap! Clap! Club/Elsa Records, 2019, 7’’) 
Después de su elepé de debut de 2017, el cuarteto pamplonica ameniza la espera con un single en cuya cara A aparece uno de los mejores temas que han grabado hasta el momento. El sonido sale a propulsión de sus instrumentos, un chorro de ritmo lleno de vida y cohesión. Cuatro individualidades que hacen avanzar el tema como un todo sólido, compacto, inquebrantable. Hacía mucho que no se oía por aquí un cohete musical así. Y verlas en directo es aún más emocionante. 

viernes, 2 de agosto de 2019

Cosas de hermanos #83: los Amador

Los Amador, Raimundo y Rafael, se unieron brevemente con Kiko Veneno para formar uno de esos grupos cruciales, que a manera de un big bang posterior dan lugar a múltiples y esenciales encarnaciones para la historia de la música: Veneno. Los hermanos lo intentaron después con Pata Negra, pero las relaciones personales son siempre difíciles aunque se lleve un buen porcentaje de la misma sangre por las venas. Raimundo luego ha sido un icono de la guitarra flamenca. Kiko continuó una muy bien reconocida carrera en solitario, además de colaborar con numerosos artistas y de producir a a alguno de ellos.

De Veneno más algunas cavilaciones sobre el gazpacho he escrito algo en el blog de La Fonoteca.


domingo, 24 de marzo de 2019

Ellas llevan el ritmo #77

Nueva edición del Madrid PopFest. Tengo agujetas de dar tantos abrazos. De lo más llamativo del cartel en esta ocasión no ha sido la cantidad en sí de mujeres que integraban los grupos, muchas, sino la naturalidad que había en ello, tanto en la elección de las bandas como en el papel activo de ellas en los conjuntos. Y encima un buen número llevan el ritmo tras los bombos y los platos. 

> Ana Martorell, de Luces Negras, trío de indie pop barcelonés. 



>Bea, de Amparito, que hacen pop garajero desde Madrid con descaro y actitud. 




> Lisa Goldstein, de Pale Lights. La banda de Brooklyn, algunos de sus miembros con raíces en Comet Gain o Cinema Red & Blue, le da al pop de guitarras de manual, muy bien ejecutado y enorme oficio. 



> Rachel, alias Rach, de Peaness. Su pop coquetea a veces con el mainstream, pero son divertidas, contagiosas, tienen temas pegadizos y bailables, y Rach es condenadamente buena con las baquetas. Fucking Brexit.




miércoles, 11 de abril de 2018

Música y política #25 // Y ellos se juntan #101

Con la libertad de expresión muy entredicho hoy día, un buen puñado de raperos se ha unido en una canción en protesta por la situación:

lunes, 1 de enero de 2018

Discos con portada con discos #81

 Varios - Break From the Norm [2001]

Boa Constrictor - On My Way To Die [2011]


When Nalda Became Punk - Indiepop Or Whatever! EP [Shelflife Records, 2014]

The Scool - Wasting Away And Wondering [Elefant Records, 2015]