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viernes, 3 de octubre de 2014

Sales en mi canción #85: Luke Haines


Es Luke Haines personaje imprevisible y, como buen artista, difícil de etiquetar. Probablemente sea una personalidad compleja, lo cual no se apunta aquí como un defecto, huraño pero tierno, ácido pero sabroso, capaz de marear a un péndulo con sus bandazos súbitos y sus constantes mutaciones. Siempre, eso sí, un músico fascinante, con aciertos y pájaras, pero jamás indiferente. Un genio, vamos. Acaba de publicar el fin de su trilogía dedicada a la psicodelia. Lo que comenzó con el extenuante título de Nine and a Half Psychedelic Meditations on British Wrestings of the 1970s and Early ‘80s (Fantastic Plastic, 2011) y continuó como Rock and Roll Animals (Cherry Red, 2013), concluye ahora muy brillantemente con New York in the 70’s (Cherry Red, 2014). 

Sin apenas percusión (en todo caso alguna caja de ritmos), pero cargado de sintetizadores ambientales, retorcidos y espectrales, y alguna guitarra glam, Haines evoca toda una galería de fantasmas que recorrieron las calles del New York mugriento, bohemio y deslumbrante de los años setenta. Sex and drugs and rock n’ roll and art. Todo en el disco suena decadente, enfermizo, fantasmagórico, sórdido. Los juegos son constantes y las referencias se entrecruzan sin cesar. Por ejemplo, si el álbum empieza con un título y un sonido que es puro Lou Reed —«Caroline Says»— que sin embargo está dedicado a Alan Vega —«Alan Vega Says»—, el tema que lo sigue —«Drone City»—, en cambio, no podría ser más Suicide; y al final del último corte, Haines repite como en una letanía el «Alan Vega says, Alan Vega says…» del inicio. 

Y si el sonido es oscuro y absorbente, otro tanto puede decirse de esas letras, mórbidas y más crudas que el pescado de un restaurante japonés, en las que se muestran como crionizados aquellos poetas simbolistas, pintores expresionistas, artistas de perfomances, superhéroes de la heroína y demás gloriosas ratas del alcantarillado artístico que pululaba entonces por la Gran Manzana. En cuanto a los músicos que aparecen citados, he aquí la ristra: 

«Alan Vega Says» - Alan Vega 
«NY in the 70’s» – Jim Carroll 
«Dolls Forever» - los New York Dolls como banda, y sus miembros individualmente (Sylvain Sylvain, David Johansen, Billy Murcia, Jerry Nolan
«Lou Reed Lou Reed» - Lou Reed 
«Cerne Abas Man» - Johnny Thunders 

Y puesto que el asunto va de fantasmas, no podía faltar el fantasma supremo: Elvis Presley, en «Alan Vega Says» y «Drone City».

miércoles, 16 de julio de 2014

Ellas llevan el ritmo #58 // Comerse un cocodrilo (en Dinamarca) #22: Elisa Pérez


El nuevo álbum de Cosmen Adelaida tiene algo de reseteo, de volver a empezar. Algunos cambios en la banda y un sonido de mayor consistencia y más depurado hacen que casi pueda escucharse como un debut. Siguen sus querencias por el noise pop y por los picos de guitarras a saco; pero sobre todo, fundamentalmente, especialmente, destaca el enorme trabajo de la batería, Elisa Pérez. Esto se ha dicho poco hasta ahora en las reseñas del disco, así que conviene recalcarlo: en su mayor parte, el poderío de La foto fantasma (El Genio Equivocado, 2014) descansa sobre esa batería, que cambia de ritmo constantemente y lleva las riendas de los temas con firmeza y estilo. Compruébese, si no, en esta tremenda «Copenhague»: 


Y en el siguiente corte, «Dormancia», se permite el lujo de cantar al mismo tiempo. También toca la batería en Rusos Blancos. Además, ilustra, diseña, dibuja… Sus ilustraciones de afamados punks para la revista Mood están expuestas en la librería La Central. Las vende enmarcadas a precio muy asequible. Hay quien se ha hecho con su precioso Ian Dury:


Su web.

domingo, 13 de julio de 2014

Últimamente se está muriendo gente que no se había muerto nunca #34 // 5 sobre... #31: The Ramones


La foto de la portada del álbum de debut de The Ramones allá por 1976 es legendaria. Apoyados sobre una pared de ladrillo visto y ataviados con chupas negras, vaqueros rotos y zapatillas, desde ese instante proyectaron una imagen imitada hasta la saciedad. En aquella foto neoyorquina en blanco y negro, Jefrrey Hyman (alias Joey Ramone), John Cummings (alias Johnny Ramone), Douglas Colvin (alias Dee Dee Ramone) y Tamás Erdélyi (alias Tommy Ramone) tenían alrededor de 25 años. Desde hace un par de días no queda nadie vivo de esa foto. El último en irse ha sido Tommy, el primer batería de la banda. Recordémoslos a través de cinco momentos diferentes de su discografía. 

> Blitzkrieg Pop (1977). El primer tema de su larga carrera. Ahí estaban ya presentes sus señas de identidad: guitarras surferas hiperaceleradas, escasísimos acordes, ritmo repetitivo, letras simples y su primer grito de guerra. Hey ho, let’s go! 


> Surfin’ Bird (1979). Los Ramones eran animales de escenario. En la Nochevieja de 1977 grabaron el concierto que dieron en el Rainbow Theater de Londres. Fue su primer álbum en directo, y a la postre uno de los mejores directos que se han grabado en la historia. Esta versión en vivo del tema de The Trashmen es, sencillamente, apoteósica. 


> Baby I Love You (1980). De End of the Century, el álbum producido por Phil Spector, que tantas historias aportó al anecdotario de la banda y que supuso un cambio en su sonido muy controvertido para muchos seguidores. Porque, sí, eso que suena al fondo son violines. 


> Come On Now (1981). Su siguiente álbum intentó retomar la senda del inicio, pero el evidente pulso más pop que había en la docena de temas tampoco acabó por poner de acuerdo todos. Sin embargo, el paso del tiempo está haciendo justicia con Pleasant Dreams y dando la razón a quien lo apoyó entonces. 


> Chasin’ The Night (1985). Too Tough to Die, irónico título visto hoy, fue el último álbum decente de los Ramones. Le siguieron después otro puñado más, sobre todo directos, pero la creatividad artística de la banda fue aquí donde dio sus últimos coletazos. El «duro» al que aludían estaba en el sonido, próximo en algunos pasajes al hard rock.



Más en este blog sobre ellos (bandas que los citan en sus letras, etc.), aquí.

 

sábado, 16 de noviembre de 2013

Discos con portada con discos #63: Double Exposure, de Kelley Stoltz


Las portadas de los álbumes de Kelley Stoltz siempre han estado muy cuidadas. La mayor parte de ellas, además, son composiciones fotográficas con un alto nivel artístico. Que haya recurrido, pues, a un término fotográfico para titular este su séptimo trabajo parece lógico. Lo curioso es que esa expresión, «double exposure», es lo que se veía en la portada del álbum anterior, To Dreamers, y no en este, en el que la composición que lo ilustra más bien parece un sueño: la toma de abajo arriba de una modelo con aperos de amazona armando un arco y una flecha dentro de la habitación de una casa, más concretamente en un salón que tiene una obra de arte colgada de la pared, unos grandes bafles y un pequeño mueble para el equipo de música y unos cuantos libros y discos. 
 
En el contexto que rodea a Double Exposure (Third Man Records, 2013) hay varias cuestiones que conviene destacar. Stoltz ha dejado Sub Pop, ni más ni menos, y ha fichado por la discográfica de Jack White. Y parece que se haya quitado un peso de encima, se le nota liberado, porque da la impresión de que ha desatado todas sus ideas y las ha plasmado en lo que tal vez sea su álbum más fructífero, revelador y personal. Además, ha convertido su garaje en un estudio de grabación —al que ha llamado Electric Duck Studio—, y no sólo para uso personal, sino que ya han pasado por allí Sonny & the Sunsets, The Mantles, Tim Cohen y The Sandwitches. A tenor de lo que cuenta, el estudio es algo más que cuatro paredes y un sistema de grabación; para su álbum ha metido allí «sintetizadores vintage, 17 guitarras, procesadores de ecos, mellotrones, tocadiscos de los cincuenta, una máquina de cinta utilizada por The Residents y un amplificador utilizado por James Williamson, de The Stooges», entre otras cosas. 


El resultado es un pop libérrimo, inteligente, con psicodelia, rasgueos dinámicos de guitarra, melodías, pianos felices… Los nueve minutos de la magnífica «Inside My Head» condensa todo ello; de coraza aparentemente experimental pero alma vacilona, pop. Otros momentos afortunados son, por ejemplo, el tema que también sirve de título para el álbum, una pieza construida por reverbs y rasgueos contundentes de guitarra con diferentes cuerdas; «Are You My Love», célere y marchosa; o «Down By The Sea», con el martilleo de un piano acompañando a la voz de Stoltz, que canta acordándose de los miembros de Fleetwood Mac

She was the girl from a young man's dream,
A little bit Stevie [Nicks], little bit Christine [McVie] 
She never cared about Peter Green.



sábado, 17 de agosto de 2013

Plataneces #41 // Ellas llevan el ritmo #46: Spazzys


Trío femenino australiano de raigambre ramoniana. Se ve que en las antípodas también gustaban The Ramones. Estas chicas, al igual que ellos, llevan el mismo apellido artísitico: Kat Spazzy (guitarra), Lucy Spazzy (bajo) y Ally Spazzy (batería). Su corta obra no se reduce a la consabida ristra de versiones típica de una banda de tributo. Las Spazzys tienen composiciones propias, aunque la base del sonido son los tres mismos acordes, acompañados de los hey ho y los gabba gabba de manual, y las referencias metamusicales saltan a cada paso. No hace falta ser un lince para encontrarlas. Por ejemplo, en su álbum de debut —Aloha! Go Bananas (Granada, 2004)— estaban «Surfen Bird» y, por si aún no estuviera claro, «I Wanna Cut My Hair Like Marky Ramone». Todo esto sin haber hablado aún de la foto de la portada: vaqueros rotos, Converse y una pared de ladrillo detrás.


En ese álbum incluyeron una versión de otro trío femenino, The Angels, girl group a lo Ronettes que tanto gustaban también a la camada Ramone, y con la que Spazzys lograron su mayor éxito (n.º 24 en las listas australianas),«My Boyfriend’s Back»:



Y ¿quién sería ese Paco, macho ibérico que pasó por Melbourne para dejar a las zagalas malheridas de amor?



Pese a toda esta emulación tan aparentemente poco original, Aloha! Go Bananas es mucho más interesante que el álbum posterior. Para Dumb is Forever (2011) pulieron la imagen a la par que endurecieron un poco el sonido para derivarlo hacia un rock muy plano casi AOR. 

Parece que siguen activas, pero más como esos volcanes aparentemente dormidos aunque prestos a erupcionar en cuanto se les llame para un bolo. En lo discográfico, de momento sólo ese par de álbumes, más un par de epés y un puñado de singles.  

miércoles, 8 de mayo de 2013

Debut #73: Colleen Green


Si hay algo detestable cuando te gastas el dinero en un disco es que este venga sin nada de información, o sea, el disco mondo y lirondo como si dijéramos. Es el caso de Milo Goes to Compton (Art Flag, 2012), de Colleen Green, aunque la discográfica —la misma que la de Dum Dum Girls, Best Coast o Bleached— al menos ha insertado un pequeño cómic y ha planchado el vinilo en color verde (“green”; seguro que lo pilláis, que me consta que sois unos lectores muy espabilados). La falta de créditos informativos tiene una justificación bastante evidente, pues se trata del típico disco Juan Palomo, o DIY para los puristas de la nomenclatura musical: ella se lo guisa y se lo come solita de principio a fin. 


Está compuesto, tocado (guitarra, bajo y caja de ritmos fundamentalmente), producido e ilustrado (cómic y portada) por ella misma, si bien es cierto que lo de “compuesto” requeriría algo de información suplementaria. Que “I Wanna Be Degraded” parezca un título ramoniano no sólo es obvio, sino que además estamos ante una medio adaptación de “I Wanna Be Sedated”. Y, la verdad, debería figurar en alguna parte que "I Will Follow Him” es una versión de Little Peggy March, o que el tema inicial, "Good Good Things", ralentizado e intenso aquí, es original de los Descendents. Es más, el título del álbum remite directamente a los punks angelinos, que en 1982 publicaron su Milo Goes to College.

En cualquier caso, Green sabe imponer su personalidad en esas relecturas; aunque es la cara B la que contiene mayores logros. Se abre con "Always on My Mind", tan delicada que se puede escuchar el sonido de su mano izquierda deslizándose por el mástil de la guitarra. Y está también el single, Worship You, una pieza de pop lánguido convenientemente ensuciado.

Está a punto de salir su segundo álbum. En la última gira se ha hecho acompañar a la batería por Allie Hanlon, la batera de The White Wires, y que publica discos en solitario como Peach Kelly Pop

sábado, 23 de marzo de 2013

Cosas de hermanos #42 // Debut #71: Bleached

 
Desde la profundidad del valle de San Fernando, Jennifer y Jessie Clavin, ya de jovencitas, escalaban las colinas de Hollywood para asistir a conciertos de bandas punks de la zona. Como consecuencia lógica, acabaron enrolándose en un grupo con otras tres chicas durante un tiempo, Mika Miko. El asunto duró hasta 2009. Tras la desbandada y un periodo alejadas, las hermanas han vuelto a juntarse ahora para formar el dúo Bleached. Pelo rubio revuelto, maquillaje, un cigarrillo colgando de la comisura de los labios, una guitarra eléctrica entre los brazos y un par de singles con portadas hedonistas muy bien diseñadas. Todo muy cool. 



Ahora llega el álbum, Ride Your Heart (Dead Oceans, 2013). ¿Algo nuevo? Lo cierto es que no demasiado. Su pop rock acelerado y de alma garajera se practica muchísimo hoy día. A favor de Bleached está que ellas lo llevan a cabo con bastante naturalidad y algunos de sus temas están construidos con una estructura algo más elaborada de lo habitual en el género. 

Los dos temas iniciales, precisamente, tal vez son los más ortodoxos: muy surfero el primero y muy garajero el segundo, que es el single elegido. Luego aparecen las tres piezas más originales y excitantes del disco, sobre todo «Dead in Your Head». Y hay en todo Ride Your Heart un eco angelino que a Gog le ha traído a la memoria las Bangles más crudas. 

viernes, 6 de enero de 2012

...Y ellos se juntan #49: The Baseball Project


 
Esta entrada va a dar motivos de chanza a los amigos de Gog, lo sabe. Porque, para quienes no lo sepan, Gog es un ferviente seguidor de ese deporte en que los jugadores están en pijama y escupen todo el rato.

El a priori matemático de este supergrupo debería impresionar al mismísimo Einstein:

Peter Buck (REM) + Steve Wynn (Dream Syndicate) + Linda Pitmon + Scott McCaughey (The Young Fresh Fellows) = The Baseball Project

El problema —Gog es muy consciente— es que este rock contemporáneo, de predominio guitarrero e interpretado con la sabiduría y clase que se presupone a sus integrantes, está dedicado exclusivamente a narrar hazañas de legendarios jugadores de béisbol, lo cual que por aquí no va a interesar demasiado.

Llevan dos discos: Vol. 1: Frozen Ropes & Dying Quails (Yep Roc, 2008) y Vol. 2: High & Inside (Yep Roc, 2011).

En lo musical, resulta mucho más interesante el segundo: más consistente y mejor vestido, con las peculiaridades de que por vez primera se oye cantar a Linda Pitmon como voz solista («Fair Weather Fans»), meten algún saxo caliente y teclados sabrosos y no hay temas cantados en español como en el primero (cuánto daño a la música ha hecho Jonathan Richman cantando en español).



Por si el póker de ases no fuera suficiente, Ben Gibbard echa una mano en los coros de «Ichiro Goes to the Moon» e Ira Kaplan toca la guitarra en «Buckner's Bolero».

Cada uno de los miembros se declara fan de un equipo:

Wynn → Yankees
Pitmon → Twins
Buck → Braves
McCaughey → Giants

Ah,

Gog → Cubs

martes, 20 de diciembre de 2011

Rock 'n' actor #23: Matt Berry

Queda instaurado el siguiente premio anual: el mejor álbum con peor portada. El ganador de 2011, por mayoría absoluta —tan de moda estos días—, es Witchazel (Acid Jazz), del actor, cómico y músico inglés Matt Berry. En el fondo, una vez escuchados los trece temas, se comprende ese aire a otra época, a otro siglo o a otro mundo, de la cubierta y contracubierta.

Toda la instrumentación, a excepción de la batería y el clarinete, corre a su cargo: desde la guitarra eléctrica al ukelele, pasando por todo tipo de teclados (pianos, órganos eléctricos, Korgs…), incluidos melotrón y acordeón, y cachivaches varios. Por etiquetarlo de manera que la gente se haga una idea de por dónde van las inquietudes musicales de Berry, podría decirse que practica un folk progresivo setentero, entre pastoral y espacial. Ya: leído del tirón acojona y echa para atrás. Realmente es un panorama de una riqueza musical hermosa y con saborcillo a castañas asadas en fogón añejo que merece una escucha.

Hay una melodía principal que se repite varias veces a lo largo del disco interpretada de maneras diferentes. Y en «Rain Come Down» hace unos coros McCartney.

1. An Awakening
2. Take My Hand
3. Accident At A Harvest Festival
4. A Song For Rosie
5. So Low
6. Look In My Book
7. The Pheasant
8. Woman
9. The Badger's Wake
10. Rain Came Down
11. From The Manger To The Mortuary
12. Into The Sky
13. Roosting Time

Fa-Gog-ritas: 4, 5 y 12


sábado, 17 de diciembre de 2011

Las cosas del directo #24 // Gastan gafas #43: Nick Lowe

Precioso y exquisito concierto anoche de Nick Lowe. Sobrado de clase para todo: desde su elegante atuendo negro, su pelo nevado y sus gafas pintonas, a una forma de interpretar la música que de cálida, tierna, sentida y excelenciosa podía hacer llorar. Le acompañaban un grupazo de teclista/organista, contrabajo, guitarra y batería.

El público —fiel y dinosáurico, incluso podría asegurarse que había camuflados milodones auténticos— le pidió dos bises. Tocaron éxitos de ayer y hoy (acaba de sacar álbum nuevo, The Old Magic). Cerró con versión acústica de Costello: «Alison». No tocó esta de su disco anterior, que a Gog le gusta toneladas:



lunes, 2 de agosto de 2010

Gramatiquerías #8: Jorge Ibargüengoitia

«Serafina quería un arma grande, aunque al disparar ella tuviera que sostenerla con ambas manos, aunque el retroceso levantara la boca del cañón, aunque la detonación fuera ensordecedora, aunque la bala, al entrar en el pecho de la víctima, le abriera un boquete en la espalda.»

Con esta sucesión de subordinadas concesivas, ensartadas como un pincho moruno, no se quiere hacer notar cierta pobreza estilística en la novela Las muertas, del mejicano Jorge Ibargüengoitia. Muy al contrario, es sólo una muestra de los fascinantes hallazgos estilísticos y gramaticales que le asaltan al lector a cada página.

Y además de esa prosa suya tan ágil y luminosa, gastaba humor negro a espuertas, sarcasmo salvaje.

Para el que le guste que le cuenten atrocidades como si fueran nanas. Porque Ibargüengoitia no era de los escritores que piensan que el impacto de lo contado libera al narrador de cuidar el arte de narrar.

domingo, 25 de julio de 2010

Gastan gafas #21 // Doble o nada #4: The Black Keys

El dúo de Akron (Ohio) formado por Dan Auerbach y su amigo el gafoso batería Patrick Carney acaba de publicar un pedazo de buen disco titulado Brothers. Es el sexto que hacen y no paran de crecer.

Este blues-rock profundo, salpimentado a veces con funk y r&b, es lo que estarían haciendo los Rolling Stones si empezaran sus andanzas hoy día. «The Only One», por ejemplo, es un baladón de los mejores Rolling cuando les acompañaba Nick Hopkins al órgano.

Y si alguien quiere hacer un guateque en su casa con intención de arrimar la cebolleta, que pinche su versión del temazo «Never Gonna Give You Up» que inmortalizara Jerry Butler y que tantos otros han versioneado después.

La edición en vinilo es doble, e incluye póster desplegable, a la antigua usanza. El diseño gráfico parece influenciado por Barrio Sésamo (léase detenidamente la portada, y hágase idea de que así es por todo el disco), aunque en realidad era algo que se hacía hace bastantes décadas (Howlin' Wolf es el referente directo); muy retro, pues, pero queda bien.

Chicos jóvenes con alma de viejos. Aroma a clásico, por tanto, desde que se le quita el precinto o la aguja se desliza por el primer surco.



(Curiosidad añadida: el guitarrista, Auerbach, ha compuesto este mismo año un tema para el discazo de Dr. Dog.)

viernes, 18 de junio de 2010

Últimamente se está muriendo gente que no se había muerto nunca #13: José Saramago

Ha muerto el gran José Saramago (Azinhaga, 1922-Lanzarote, 2010).

La muerte tampoco se pega, y a pesar de eso todos morimos. (De Ensayo sobre la ceguera)

No hacemos más en la vida que ir buscando el lugar donde quedaremos para siempre. (De El Evangelio según Jesucristo)

Nadie sabe verdaderamente lo que es un beso, tal vez la devoración imposible. (De Historia del cerco de Lisboa)

jueves, 6 de mayo de 2010

...Y ellos se juntan #19: Broken Bells

Se conoce que los backstages dan para mucho. Y Danger Mouse le ha cogido el gustillo a lo de arrejuntarse con otros músicos. No hace mucho lo practicó con Sparklehorse. Ahora se lo hace con James Mercer (cantante y guitarrista de The Shins). Se apodan Broken Bells: beats comedidos y tiernos falsetes para un estupendo disco homónimo (Columbia, 2010).

Las diez canciones tienen un equilibrio exacto resultado de mezclar con tino la melodía de los Shins con la efervescencia de Gnarls Barkley. A la espectacular primera sólo se le puede tildar de emocionante; el órgano de la segunda parece flotar; la séptima es una reconfortante nana; y qué molonas y groovies son la cuarta y la novena.

01. The High Road
02. Vaporize
03. Your Head Is On Fire
04. The Ghost Inside
05. Sailing To Nowhere
06. Trap Doors
07. Citizen
08. October
09. Mongrel Heart
10. The Mall and Misery

sábado, 10 de abril de 2010

¿Y tú de quién eres? #5: Mark Oliver Everett


Mucho más conocido por E o Eels, es hijo del que fuera famoso científico norteamericano creador de la teoría de los universos paralelos, Hugh Everett. Pero el gafotas del hijo era partidario, más que de mundos paralelos, de otros mundos, así que prefirió dedicarse a la música.

En los últimos tiempos anda muy prolífico. Muy pocos meses después del feroz Hombre Lobo (Vagrant, 2009), entrega End Times (Vagrant, 2010), un disco adscrito al género del álbum del divorcio o de la ruptura (Dylan, etc.). Intimista, reflexivo, más solitario que nunca, no tiene muchas ganas de jaleo, y el álbum recoge ese tono. Y esa soledad en su máxima expresión está representada por «High and Lonesome», una breve pieza compuesta exclusivamente por el sonido de la lluvia, un móvil que nadie descuelga, unas lúgubres campanas y unos golpes en una puerta a los que nadie contesta. En lo musical, un sonido de raíces más clásicas, menos personal de lo que habitualmente suele ser en él.


01 The Beginning
02 Gone Man
03 In My Younger Days
04 Mansions of Los Feliz
05 A Line in the Dirt
06 End Times
07 Apple Trees
08 Paradise Blues
09 Nowadays
10 Unhinged
11 High and Lonesome
12 I Need a Mother
13 Little Bird
14 On My Feet

La edición especial lleva un cedé extra con cuatro temas:

01 Some Friend
02 Walking Cloud
03 $200 Tattoo
04 The Man Who Didn't Know He'd Lost His Mind

Podría decirse que End Times es la continuación de su autobiografía, Cosas que los nietos deberían saber, de la que se hablará aquí más adelante.

viernes, 12 de marzo de 2010

Últimamente se está muriendo gente que no se había muerto nunca #11: Miguel Delibes

«Es lamentable caminar por el mundo sin ideas propias. Me horrorizan los hombres que se limitan a seguir un surco. Admiro, en cambio, a los que abren uno nuevo aunque sea torcido o imperfecto.» (La sombra del ciprés es alargada)

«El Undécimo Mandamiento afirma que todo el mundo se vuelve roñoso y suspicaz tan pronto advierte lo que cuesta ganar una peseta.» (Las ratas)

«Nuetra lucha se acepta como un coñazo social.» (El disputado voto del señor Cayo)

«Su matrimonio fue la cantada soledad de dos en compañía.» (La hoja roja)

«Acababa de descubrir que metiéndose de un golpe en el miedo, cerrando los ojos y apretando la boca, el miedo huía como un perro acobardado» (La mortaja)

viernes, 27 de noviembre de 2009

Con la boca #7 // Ovejas negras #9


Robert Crumb, gozoso azote contracultural, acaba de adaptar con su lápiz el Genesis. Muchos ya han entrado al trapo de las reacciones. Él se muestra muy tranquilo en las entrevistas:

Es imposible no ofender a aquellos que quieren ser ofendidos. Cuanto más fanáticos, más ofendidos se pueden sentir.


Recuérdese que este Crumb fue el autor de la portada de Cheap Thrills (1967), el segundo álbum de Janis Joplin con Big Brother & The Holding Company.

martes, 13 de enero de 2009

Todo el mundo quiere a PJ Harvey #1 // Caricaturas #1

PJ Harvey, una Eva nacida de la costilla del rock que está entre nosotros para dar nombre y sentido al mundo esencial que nos rodea: vestido, pelo, fuente, piernas, serpiente, agua... Así de sencillos son los títulos de sus composiciones. Lenguaje básico para una música básica, cruda, auténtica.

Y la gente la dibuja de mil formas:

















 


Con Nick Cave