domingo, 13 de julio de 2014

Últimamente se está muriendo gente que no se había muerto nunca #34 // 5 sobre... #31: The Ramones


La foto de la portada del álbum de debut de The Ramones allá por 1976 es legendaria. Apoyados sobre una pared de ladrillo visto y ataviados con chupas negras, vaqueros rotos y zapatillas, desde ese instante proyectaron una imagen imitada hasta la saciedad. En aquella foto neoyorquina en blanco y negro, Jefrrey Hyman (alias Joey Ramone), John Cummings (alias Johnny Ramone), Douglas Colvin (alias Dee Dee Ramone) y Tamás Erdélyi (alias Tommy Ramone) tenían alrededor de 25 años. Desde hace un par de días no queda nadie vivo de esa foto. El último en irse ha sido Tommy, el primer batería de la banda. Recordémoslos a través de cinco momentos diferentes de su discografía. 

> Blitzkrieg Pop (1977). El primer tema de su larga carrera. Ahí estaban ya presentes sus señas de identidad: guitarras surferas hiperaceleradas, escasísimos acordes, ritmo repetitivo, letras simples y su primer grito de guerra. Hey ho, let’s go! 


> Surfin’ Bird (1979). Los Ramones eran animales de escenario. En la Nochevieja de 1977 grabaron el concierto que dieron en el Rainbow Theater de Londres. Fue su primer álbum en directo, y a la postre uno de los mejores directos que se han grabado en la historia. Esta versión en vivo del tema de The Trashmen es, sencillamente, apoteósica. 


> Baby I Love You (1980). De End of the Century, el álbum producido por Phil Spector, que tantas historias aportó al anecdotario de la banda y que supuso un cambio en su sonido muy controvertido para muchos seguidores. Porque, sí, eso que suena al fondo son violines. 


> Come On Now (1981). Su siguiente álbum intentó retomar la senda del inicio, pero el evidente pulso más pop que había en la docena de temas tampoco acabó por poner de acuerdo todos. Sin embargo, el paso del tiempo está haciendo justicia con Pleasant Dreams y dando la razón a quien lo apoyó entonces. 


> Chasin’ The Night (1985). Too Tough to Die, irónico título visto hoy, fue el último álbum decente de los Ramones. Le siguieron después otro puñado más, sobre todo directos, pero la creatividad artística de la banda fue aquí donde dio sus últimos coletazos. El «duro» al que aludían estaba en el sonido, próximo en algunos pasajes al hard rock.



Más en este blog sobre ellos (bandas que los citan en sus letras, etc.), aquí.

 

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