domingo, 19 de enero de 2020

Faropedia #27

> Sandi Patti - Another Time... Another Place... (Word, 1990)
La foto se tomó en Pigeon Point, Pescadero, California.




> The Lighthouse Keepers - Lipsnipegroin (Phantom Records, 1992) 




> Jim Noir - Tower Of Love (My Dad Recordings, 2005)

sábado, 11 de enero de 2020

5 sobre... #42: el paracetamol

Tiempo de rebajas y gripes. Bajan los precios, suben las fiebres. Y aunque no hay mayor ahorro que no comprar, ni mejor remedio que meterse en la cama a sudar y beber agua, nos echamos a la calle en busca de supuestas gangas y nos atiborramos de analgésicos. ¿Dolor de cabeza, unas décimas, mal cuerpo, más mocos que un cesto de caracoles? Chutazo de paracetamol. 

> Fischer Z - Pretty Paracetamol (1979) 
El tema del que siempre, siempre, indefectiblemente, me acuerdo cada vez que tengo que tomarme un pastillazo de paracetamol, sobre todo si es de 1 gr. Fischer Z fueron un grupo más interesante de lo que la historia les ha otorgado finalmente. Sus tres primeros discos tuvieron cierta repercusión en su época, pero el tiempo se ha empeñado en enterrarlos bajo capas y capas de olvido. 

Pretty paracetamol you soothe my aching brow, 
I need you when my heard is spinning round 


> Distractions - Paracetamol Paralysis (1980) 
Temazo de estos punks mancunianos, aquí ya más cerca de la new wave. El tema fue cara B del single de presentación del álbum, aunque el corte se incluyó también en el LP. Una joya muy poco conocida. 



> The Moles - Tendrils and Paracetamol (1991) 
Apabullante. Para acompañar una marcha militar que termina en una explosión nuclear. 



> Catatonia - Goldfish and Paracetamol (1998) 
La voz tan peculiar de Cerys Matthews y una percusión metálica de fondo. Corte de su álbum más acertado. 


> Muph & Plutonic - Paracetamol 
Hip-hop y Australia no suelen ser palabras que coexistan en una misma frase. El dúo Muph & Plutonic lo consiguieron, y además con bastante naturalidad. Flow cadencioso, suaves cuerdas; rap de seda. 

It's like Panadol, Paracetamol 
These things, they clear in my brain



lunes, 6 de enero de 2020

Letras sin acordes #17 // ¿Y tú de quién eres?#32: Steve y Justin Townes Earle


No somos por En Esta Quiero Humo unos degustadores del country y del género de la Americana, dicho así en general. Por lo tanto, poco tenemos que añadir a lo que musicalmente de dedica Steve Earle, sobre todo por desconocimiento casi absoluto de quien esto escribe. Más interesantes nos resultan sus facetas de activista político (ya desde lo de Vietnam, y presente en bastantes composiciones suyas), actor (The Wire; también es suya la versión de "Way Down The Hole" de Tom Waits para la cabecera de varias temporadas) y de escritor. Pese a este interés, y con el libro comprado hace años, no ha sido hasta recientemente cuando hemos abierto No saldré vivo de este mundo (El Aleph, 2011). El título, realmente llamativo y brillante, sale de una canción de Hank Williams, personaje presente en la novela en forma de fantasma, que se le aparece al empedernido yonqui Doc cada vez que está de subida. 

Doc es un heroinómano que vive en el peor barrio de San Antonio ejerciendo como médico clandestino de la zona, aunque le retiraron la licencia. Todo cambia cuando llega una joven mexicana, Graciela, para que le practique un aborto. La chica acabará quedándose y ayundándolo; a Doc y a cuantos la rodean, porque empieza a manifestar curaciones y redenciones milagrosas con solo tocar a una persona. A Doc, por ejemplo, lo desengancha. Un cura irlandés se meterá por medio prevenido por los milagros de la chica, que además tiene un estigma en una muñeca. Y, mientras, Doc habla con el fantasma de Hank Williams. Esta historia se ambienta en la América profunda en 1963, año de la muerte de Kennedy. El retrato de la vida de un yonqui es implacable; y en general todos los personajes están muy bien perfilados. Hay cierta influencia literaria del realismo mágico hacia el final. 

Si existen o no las casualidades, o si son otra cosa, poco importa. El caso es que justo cuando acabábamos el libro, nos enteramos de la existencia de Justin Townes Earle, primer hijo de Steve Earle, fruto de uno de sus numerosos matrimonios. Lo llamó así en honor de su admirado Townes Van Zandt. Justin Townes también se dedica a la música desde hace años y a un palo similar al del padre. Su último álbum es The Saint of Lost Causes (New West Records, 2019), impecable y muy ortodoxo, pero sin la intensa herrumbe ni rugosidad de las canciones paternas.

sábado, 4 de enero de 2020

Cameos musicales #64: Megatón ye-yé

En 1965, el éxito de Micky y Los Tonys era tan grande que empezaron a llegar las ofertas de conciertos más allá de las sesiones del Price y hasta su incursión en el mundo del cine. La arrebatadora personalidad de Miguel Ángel Carreño, 'Micky' le llevó incluso a protagonizar Megatón ye-yé (1965), dirigida por Jesús Yagüe y coprotagonizada por María José Goyanes. La banda sonora de la película —compuesta íntegramente por Micky y Los Tonys— es todo un compendio entre rock clásico, el rock instrumental de The Shadows, la música surf y el ye-yé. Sobresalen muy especialmente los temas "I'm Over", "Sulpher Soap" (tocada en la película por Los Shakers), "Ya No Estás" o "Pretty Baby". Por cierto, Los Shakers (los españoles, que hay por todo el mundo conjuntos llamados Shakers) estaban comandados por los hermanos Ricardo y José Luis Sáenz de Heredia, sí, hijos del muy conocido director cinematográfico. 

Volviendo a Megatón Yeyé, a continuación se lista el elenco al completo de artistas/bandas que salen tocando, el minuto en que aparecen (minutaje aproximado, es un cálculo propio hecho a ojímetro) y las correspondientes canciones: 

> Juan Erasmo Mochi - Yvonne (primera escena) 
> The Shakers - Sulpher Soap (18’15’’) 
> Micky y Los Tonys - I´m Over (21’) 



> Juan Erasmo Mochi - No comprendo (25’15’’) 
> Micky y Los Tonys - Pretty Baby (40’) 



> Micky y Los Tonys - Tú serás muy feliz (45’55’’) 



> Juan Erasmo Mochi - Pediré (51’30’’) 
> Micky y Los Tonys - Tú ya no estás (53’19’’) 



> Micky y Los Tonys - Un bel amour (70’) 
> Micky y Los Tonys - Sha-la-la (74’) 


Ese mismo año, Fernando Argenta tiene que dejar a Los Tonys para cumplir el servicio militar y entra en su lugar Francisco Ruiz, que acababa de abandonar Los Shakers. Por su parte, Micky siguió compaginando música y cine. En 1968, llegó a participar como actor en la película La vida sigue igual, protagonizada por un entonces emergente Julio Iglesias, pero ese es el capítulo de otra historia.

viernes, 3 de enero de 2020

Y ellos se juntan #105 // Cosas de hermanos #84

Una teoría puede ser una simple especulación, independientemente de que tenga o no aplicación práctica o demostración palpable. Hay campos abonados para que broten teorías como patatas. El álbum que salió de la colaboración entre Daniele Luppi, Parquet Courts y Karen O (Milano, 30th Century Records, 2017) da para exponer varias de ellas, aunque sólo sea por el placer de exponerlas. 


> Teoría 1 - No hay canción mala si en ella interviene Karen O 
Su voz tiene una personalidad única. Por su timbre y su forma de interpretar. En Milano pone la voz en tres temas, y además es la compositora de ellos. No se entiende, por tanto, que su nombre no figure también al frente del proyecto. “Talisa” no es sólo uno de los mejores cortes del disco, sino que lo es de toda la carrera de la líder de Yeah Yeah Yeahs (qué es del grupo, por cierto). 

> Teoría 2 - Los proyectos en común no suelen pegar tanto como una simple banda 
Los hay, que conste, hay supergrupos que han llegado a cuajar sólidamente, aunque la impresión es que la mayoría de las veces se derriten con los primeros calores de la primavera. Tienen un problema adicional que los hacen antipáticos: obviando el orden alfabético, ¿dónde los colocas en la discoteca? 
Añadido/Hipótesis: La importancia de un nombre bien puesto es fundamental. En el caso que nos ocupa, el álbum probablemente quedó diluido a falta de un nombre artístico común y no todo ese Daniele Luppi & Parquet Courts. Podría haber sido tan fácil como Luppi Courts o algo así.  

> Teoría 3 - Lo más interesante de las listas con “lo mejor del año/década” muchas veces está en lo que no traen 
Las listas son volubles, inconsistentes, inanes y caprichosas. Y engreídas, porque se basan en el secreto principio de que nada como mi gusto personal. Claro que son peor aún cuando van de listas o cuando se muestran como un listado de tendencias. Prácticamente ninguna recogió este disco, que pasó demasiado inadvertido para lo buenísimos que es. 


Es un disco fraternal. En todos los sentidos. En el literal porque también intervienen un par de hermanos: Lorenzo Luppi a la trompeta; y los Savage, Andrew y Max, por parte de los neoyoquinos. En el figurado, porque es un disco entrañable, afectuoso, con el que te sientes bien. Y qué maravillosamente encajan la mencionada genialidad de Karen O, con la supuestamente anárquica marcialidad de los Parquet Courts y el lado más pop y cinematográfico de Luppi. Un disco surgido del talento de tres artistas en su apogeo.