domingo, 31 de agosto de 2014

Ellas llevan el ritmo #59: The Shivas


Shiva, con sus cuatro brazos y sus tres ojos, es el dios destructor en el hinduismo. Traído su nombre al mundo occidental para bautizarse artísticamente con él puede conllevar que se asocie tu banda con sitares, psicodelia, hipismo y letras místicas. Pero estos The Shivas de los que vamos a tratar aquí nada tienen que ver con todo eso. Lo corrobora el hecho de que, desde Portland, estos cuatro mozalbetes se fueran hasta Olympia, casa de K Records, para grabar Whiteout (2013), y que ahora anden trasteando en Burger Records para el que se nos viene encima en breve. 

Le dan al pop garajero, bien regado de guitarras animadas, acordes surferos y armonías vocales con aroma a los cincuenta y primeros sesenta. Kristen Leonard lleva las riendas del ritmo, alternando con precisión baquetazos enérgicos, bailables o delicados, según. Además, es la voz principal en algún tema («Baby I Love You») y hace coros. 


Y por lo que se ve y se lee, son una banda de directo muy a tener en cuenta si pasan por tu ciudad:


jueves, 28 de agosto de 2014

Últimamente se está muriendo gente que no se había muerto nunca #35 // Preparados para un solo de órgano #28: Peret


Mucho se habrá dicho ya, se estará diciendo y se dirá en los próximos días (y con mayor propiedad que aquí) sobre Pedro Pubill Calaf alias Peret y la rumba catalana. La alegría desbordante que desprendían aquellas canciones, llenas de ritmo y palmas más contagiosas que el ébola, te cambiaban el ánimo. Quizá el humor que se gastaba en las letras —hoy un tanto anticuado, pero hay que ponerse en la época— le han restado algo de prestigio artístico a todas ellas. Pero, la verdad, que le quiten lo «bailao»: uno se pone esas rumbas y todo se ve más soleado y jubiloso. Rumboso.

Sin embargo, vamos a recordar aquí a Peret con una rara y valiosísima pieza de la arqueología musical española. Se trata de «Chaví». Cantada en caló con mucho sentimiento, es un tema de groove funk que tuvo formato de single en 1972 y que recientemente se incluyó en el recopilatorio Achili Funk: Gipsy Soul 1969-1979 (Lovemonk, 2007). Tiene una riqueza orquestal de impresión: desde los rasgueos de guitarra iniciales, al órgano, los timbales y la sección de vientos que la recorren. 



La letra (y una posible traducción encontrada en internet) dice así:

Xaví, manguis at camelo// Chica, yo te quiero 
Xaví, manguis at duquelo// Chica, yo te amo 
Xaví, manguis at camelo// Chica, yo te quiero 
Xaví at camelo mistó// Chica te quiero bien. 
Tuquis batus // Tus padres 
manguis batus //Mis padres 
gallibelan da nusotri //Hablan de nosotros 
manguis i mutsubat// Y yo contigo 
an camelo romandiña// Me quiero casar 
Ua, ná, najá// Ua, no, huye 
Ua, ná, najá// Ua, no huye 
Xaví villén amán// Chica, ven conmigo 
Amán villén xaví //Conmigo ven, chica 
Ca manguis at duquelo// Que yo te amo a ti 
Xaví villén amán// Chica ven conmigo 
et duquelo mistó// y te quiero bien 
aman villén xaví //conmigo ven, chica 
Sinelas bon venir //Estaremos muy bien 
Xaví villén amán// Chica, ven conmigo 
i at camelo par man// y te quiero para mí 
De todis las calis// De todas las muchachas 
que pingarelu m,// que conozco yo 
Tuquis sinelas xaví// tú serás, chica 
La que camelo par man// la que quiero para mí. 
Xaví villén amán// Chica, ven conmigo 
Amán villén xaví //conmigo ven, chica 
Ca manguis at camelo// Que yo te quiero 
Xaví villén amán// chica, ven conmigo 
at camelo mistó// y te quiero bien 
aman villén xaví //conmigo ven, chica 
romandiñarme camelo// quiero casarme 
xaví villén amán //chica, ven conmigo 
Sinelas bon venir// Estaremos muy bien 
aman villén xaví // conmigo ven, chica 
De todis las calis// De todas las muchachas 
que pingarelu, man// que conozco yo 
Tuquis sinelas Xaví// tú serás, chica 
La que camelo par man //la que quiero para mí 
Xaví villén amán //chica, ven conmigo
Amán villén Xaví. //Conmigo ven, chica.

lunes, 25 de agosto de 2014

Doble o nada #10: Liars


Aunque Los Angeles es ciudad vasta capaz de abarcar géneros musicales muy dispares, uno no asocia con aquella soleada parte del orbe el noise-pop experimental y el art punk extremo de Liars. Si encima, como es el caso, se coquetea con un tinte industrial más propio de otras latitudes y otros cielos menos luminosos… Claro que si lo vemos desde el punto de vista de un sonido tan consistente y desmesurado como el de un terremoto ya la cosa se aproxima por aquello de ser zona de aconteceres sísmicos. 

Liars van por su séptimo artefacto sonoro y su hacedor principal, Angus Andrew, sigue mostrando una tendencia encomiable a hacer lo que te sale de la gana. En este fascinante Mess (Mute, 2014) los sintes suenen densos y magmáticos y los ritmos martillean las paredes. De las grietas que se abren surgen ritmos tribales como con huesos percutidos, voces moduladas para resultar cavernosas y grotescas, siniestros teclados sintéticos y pedorretas percusivas. Lo curioso es que este clima pavoroso tiene la capacidad de calar emocionalmente y hasta hay opciones para espantar fantasmas en la pista de baile. De hecho, el apocalíptico «Mess On A Mission» es tan espectacular que escucharlo interpretado en directo con su bien de watios o pinchado en un club a todo lo que dé el volumen tiene que resultar una experiencia apoteósica. 



Liars son tan caóticos que a veces da la impresión de que no saben hacia dónde se dirigen, de que corren como un pollo sin cabeza, pero cuando dan con el camino son infalibles. Audaces cual Prometeos modernos, ahora han llegado a un punto en el que imponen su voluntad sobre la música electrónica. 

Casi una hora empaquetada en un vinilo doble, con las letras impresas en las fundas interiores y cedé incluido.

martes, 19 de agosto de 2014

Grafitis por el mundo #39: Valencia (II)

Atravesar callejeando el casco histórico de Valencia —pongamos desde la plaza del ayuntamiento en dirección al IVAM, esa meca del arte moderno en la ciudad—, es una orgía para los sentidos si eres un aficionado al arte urbano. 




























Y seguro que hay más de esos monigotes esperando a la vuelta de cualquier esquina o agazapado en cualquier rincón:



viernes, 15 de agosto de 2014

Las cosas del directo #32 // La cara oculta #14: Plasmatics

Si eras un adolescente fanático de la música y en tu revista favorita te encontraste una foto de Wendy O. Williams sobre un escenario embadurnada de espuma de afeitar como prácticamente único atuendo, es difícil que se te haya borrado esa imagen del disco duro de tu memoria. 

El hard rock pasado por el punk y el metal que practicaban los Plasmatics no fue para marcar una época musicalmente hablando. Si tuvieron más notoriedad de la que tal vez se merecían fue por la publicidad que les aportó el hecho de que las autoridades se empeñaron en perseguir y arrestar a la feroz Williams, que montaba el pollo siempre que estaba en público con su escasísima ropa y las poses lascivas y lujuriosas que llevaba a cabo con todo tipo de instrumentos, considerada esta palabra en su sentido más genérico y no circunscrita sólo al plano de los instrumentos musicales. Además de la parte que le tocaba a ella, los espectáculos de la banda se hicieron famosos por su querencia a arrasar atilamente con todo: destrozaban guitarras, amplis… Vale, eso lo han hecho muchos, así que pongámoslo un poco menos obvio: prendían fuego, dinamitaban coches, usaban motosierras eléctricas, taladradoras gigantes, lo aporreaban todo con martillos que noquearían a Superman… Un grupo de demolición. 

Debutaron en 1978 en el mítico CBGB y allí ya dejaron prueba de lo que se le venía encima a quien los contratara. Sin duda Plasmatics eran más una banda de directo que de estudio. Su primer álbum se lo publicó la siempre atenta Stiff Records, New Hope for the Wretched (1980); allí estaba «Butcher Baby», una de sus canciones más señeras. En el siguiente vídeo se ve una interpretación de dicho tema, amenizada con alguno de esos recursos destructivos descritos más arriba. Además, salvo ella, toda la banda aparece con la cara cubierta. 


Entrañables e inolvidables. 

martes, 12 de agosto de 2014

¿Qué se sabe de los belgas? #27: Arsenal

Bruselas es ciudad que suele asociarse con una especie de Babel, sí, pero de la cosa europea, cuando lo cierto es que la inmigración africana y árabe que pulula por las calles es casi igual de importante, si no más. Hay barrios totalmente copados por la cultura y las costumbres allende la Vieja Europa, calles llenas de olores, colores y sonidos venidos del Sur y del Oriente. 

Hendrik Willeyms y John Roan, belgas de sangre y afincados en Bruselas, supieron captar este ambiente étnico y adaptarlo a su pop electrónico pensado para la pista de baile. Formaron Arsenal y en 2003 recogieron un disco de oro en Bélgica con su Oyebo Soul (Kriztal). El éxito no ha dejado de perseguirlos desde entonces. Recientemente han publicado Furu (Sony BMG, 2014), que fue número 1 en iTunes en su país de inmediato. 


Para Furu han acudido a la inspiración de la música japonesa, que se saborea desde el título, hasta el punto de incorporar en algunos cortes el koto, instrumento japonés de percusión; pero todo esto es más anecdótico que relevante. Lo cierto es que es un álbum para reventar las suelas de quienes les guste bailar en una discoteca; un allegro risoluto permanente. Además, han invitado a un buen puñado de cantantes occidentales para que interpreten la parte vocálica. Lydmor, estrella rutilante de la música electrónica danesa, interviene en tres de ellos («Lovesongs» es tremenda), a la que se suman Shawn Smith (en Brad y Satchel), Tim Bruzon (en Wave Machines), la sueca Karin Dreijer Andersson y Gavin Friday (en Virgin Prunes), que lo peta en el megahit del disco: «Not Yet Free».



sábado, 9 de agosto de 2014

Pero qué listas son #6: post-punk

En el número de mayo de la revista Mojo se hacía un primoroso repaso al post-punk a través de los mejores singles del género publicados entre 1978 y 1981, sus años gloriosos. Siguiendo el título del álbum de Throbbing Gristle 20 Jazz Funk Greats, la redacción de la revista eligió los veinte mejores 7'', y además listaba a continuación otros 20 que a su entender también hubieran merecido estar en esa selección definitiva. 

Si bien la propia revista reunió en su web los vídeos de los veinte primeros y de los otros veinte, Gog ha decidido hacer posible su escucha del tirón, siempre ordenados los temas tal cual aparecen en las páginas de Mojo, que a su vez es un orden cronológico. Lamentablemente, en Spotify no están disponibles los de Throbbing Gristle (perteneciente a la primera veintena), ni de Robert Rental, Beyond The Implode, Drinking Electricity y Au Pairs (a la segunda), lo cual se intenta subsanar añadiéndolos fuera de la lista gracias a Youtube para que al menos queden aquí como muestra y porque que no esté la de Au Pairs sería imperdonable: 











jueves, 7 de agosto de 2014

Sales en mi canción #83 // Discos con portada con discos #69: The Pooh Sticks

Siendo como eran The Pooh Sticks un paradigma de manual del indie pop británico de cuando aquello comenzaba, es curioso su empeño por parodiar y reírse del propio género. De su primera etapa, esa actitud es muy evidente en temas como «I Know Someone Who Knows Someone Who Knows Alan Mcgee Quite Well», «Indiepop Ain't Noise Pollution» o, fundamentalmente, la colosal «On Tape», cuya letra está plagada de referencias que seguro eran parte de su educación musical. No hay otra que copiarla entera: 

I've got Falling And Laughing - the original Postcard version. 
I've got The Pastels' Song For Children, 
Sky Saxon's solo album. You want it, I got it - I'm talkin' 'bout everything. 
All the Velvet Underground records... On Tape! 
I was ligging with Mighty Mighty. I think they all really liked me. 
But they're only after one thing: my 67 vox phantom 12-string (it's a copy) 
You want it, I got it - I'm talkin' 'bout EVERYTHING. 
I've got The Monkees' Head soundtrack... On Tape! 
I sent for the Soup Dragons single, mail-order only. 
£1.30 to Martin Whitehead, but it never ca-ame! 
I rock out to Philip Spector [be my bay-bee!]. 
I've got everything by The Ronettes... On Tape! 

(La primera línea es como citar directamente a Orange Juice.)


Siempre dispuestos para la chufla y a mostrar un optimismo y una energía a raudales cual eternos quinceañeros, quizá fue eso mismo lo que no les permitió llegar más lejos. Los galeses Hue Williams y Steve Gregory —los dos únicos miembros reales— decidieron darle un toque más americano a su carrera a partir de 1991; curiosamente, recurrieron entonces a otra indie de pro como es Amelia Fletcher. De esta segunda etapa de su carrera es Million Seller (Zoo Entertainment, 1993), otra coña marinera de título y también de portada, con Williams volando por las nubes sobre un disco de oro, y el mismo concepto para su powerpopero, «The World Is Turning On», con modelos diferentes para el single y el maxi.