La novela del huidizo J.D. Salinger ha inspirado a muchos. En el cine, su rastro puede verse en estas películas:
El coleccionista (W. Wyler, 1965), en la que el frágil monstruo interpretado por Terence Stamp se desespera porque no la entiende y la adorable Samantha Edgar le toma por memo. (¡Qué peliculón!)
Aunque no se menciona directamente, en la muy grande Ópera prima (Trueba, 1980): en casa de un descacharrante y verborreico Óscar Ladoire hay colgado un cuadro, en realidad sólo el marco, y debajo una placa con el nombre del escritor, muy poco dado a fotos y a apariciones públicas.

Conspiración (1997), con un Mel Gibson haciendo de tarado que ve conspiraciones allá donde pisa. El personaje tiene que llevar encima siempre el libro o le entra la paranoia, así que la pobre Julia Roberts acaba hasta la coronilla del tipo.

The Good Girl (2002), en la que Jennifer Aniston sale (casi) despeinada y haciendo de cajera y se echa un novio fan de la novela, que además se llama Holden. (El libro está sobre la mesa del fotograma.)

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