Precioso y exquisito concierto anoche de Nick Lowe. Sobrado de clase para todo: desde su elegante atuendo negro, su pelo nevado y sus gafas pintonas, a una forma de interpretar la música que de cálida, tierna, sentida y excelenciosa podía hacer llorar. Le acompañaban un grupazo de teclista/organista, contrabajo, guitarra y batería.
El público —fiel y dinosáurico, incluso podría asegurarse que había camuflados milodones auténticos— le pidió dos bises. Tocaron éxitos de ayer y hoy (acaba de sacar álbum nuevo, The Old Magic). Cerró con versión acústica de Costello: «Alison». No tocó esta de su disco anterior, que a Gog le gusta toneladas:
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