Pensó Gog que para un nuevo capítulo de esta sección podría estar bien preguntarle a un músico por sus canciones predilectas en determinadas circunstancias. Pensó Gog que si hay un músico que sabe de canciones ese es Jaime Cristóbal, media naranja de Souvenir, capitán absoluto de J’aime, pinchadiscos ocasional y alma completa de Popcasting, su programa radiofónico en formato podcast. Pensó Gog que sí, que Jaime Cristóbal probablemente completaría esa lista.
Para valorar como merece lo que viene a continuación, se hace necesaria una rotunda aclaración: Jaime Cristóbal no es un viejo amigo de Gog ni nada parecido; de hecho, ni siquiera se conocen personalmente, tan sólo mantienen una cordial y esporádica relación a través del correo electrónico para hablar sobre música. Así pues, todo el esfuerzo que ha realizado Cristóbal es fruto de su generosidad, de su amabilidad y de su desinteresada predisposición, llevado, sin duda, por lo que en él es un desmedido amor a la música, porque lo que jamás pensó Gog es que no se iba a limitar a contestar el cuestionario, que se implicaría así en las respuestas, crearía una mixtape con las canciones seleccionadas por él, las subiría a Internet y, atención, las grabaría en una casete, tuneada a mano a manera de collage, para regalársela al atónito Gog. Convendremos en que el mundo iría mejor con más gente así; ¿o no?
Sobre su sapiencia musical y su maestría no hay más que leer y escuchar lo que viene a continuación.
> Una canción de este año
JAI PAUL • jasmine (demo) // una canción de este año debe sonar a este año, y uno de los pocos sonidos realmente característicos, nuevos, de la música contemporánea es esa cualidad amortiguada, como de música que se oye tras la pared, o de cinta de cassette que ha perdido todos los agudos... Jai Paul funde ese sonido hipnagógico tan ‘indie’ con una canción de música negra que suena a unos 80 distorsionados, con algodón en la boca y los oídos. Un refinamiento del viejo lo-fi para una canción que me parece soberbia y narcótica.
> Una canción de los 80
NADIA CASSINI • obsessed // «la» canción de los 80 habría sido imposible de elegir. “Una” canción de los 80 resulta un complicado placer. ¿Por qué esta maravilla de 1983 producida por Bobby O? Seguramente porque la descubrí en los 00s y por tanto no la he desgastado después de 30 años. O porque precede a «West End Girls» por unos meses, como un familiar oculto que nadie conocía. O porque synthpop y melancolía mezclados me derriten el alma.
> Una canción para planear el atraco a un banco
MINK DEVILLE • Gunslinger // con Willy DeVille sacando su lado más callejero y alardeando de ser más duro que Jesse James y de tener la pistola más peligrosa de la ciudad, ¿quién no atracaría un banco en su compañía? Una canción de rock rabioso de 1978, producida por Jack Nietzsche, magistral toda. Le dan ganas a uno de ponerse a pegar tiros...
[Breve intervención de Gog: es una genialidad pensar en un tipo como DeVille para atracar un banco. Eso sí que sería una banda.]
> Una canción para impresionar a una chica
THE COUNTS • Enchanted Sea // los misteriosos Counts versionan el hit menor de los Islanders y le instilan un cierto veneno; es una canción romántica pero con algo también de bruma hipnótica y un punto de desasosiego... si consiguiese que una chica entendiera la belleza inherente a esa niebla sofocante que a veces puede envolver al amor, sería mía... o más bien yo sería suyo.
> Tu canción francesa favorita
LIO • baby lou // compartiría palmarés con otras 12 o 15, pero «Baby Lou» tiene algo que unifica todas las esencias en un solo frasco: mi canción favorita francesa tenía que ser de Serge Gainsbourg, y esta lo es, y además la grabó Lio: los 60 y los 80 en uno. Los arreglos son magistrales: orquesta, dibujos de guitarra. Su voz, la mejor. La melodía, de las mejores y peor conocidas de Gainsbourg. La melancolía, exquisita y a granel.
> Una canción infalible cuando pinchas
THE CRAMPS • Human Fly // tienen algo estas siete pulgadas de primitivismo rockanrolero que nunca falla. Será el simplismo máximo del riff, el ‘drone’ del fuzz de Bryan Gregory, o la batería troglodítica, pero es la canción que pinchando siempre funciona, no importa lo que venga después o lo que haya sonado antes. Curiosamente, el punk y rock entre 1976 y 1982 siempre funciona como transición entre las canciones más oldies y las más modernas.
> Una canción mientras te vistes para salir de fiesta
NICOLA ROBERTS • lucky day // la combinación perfecta de frivolidad comercial (Nicola R) y emoción propia de la música independiente (Dragonette, que firman y producen la pieza). Canción redonda, letra anticipatoria... ah, y pocas cosas dan más placer que cantar ese «are you gonna take this golden opportuniteeee?» mientras sacas a la veinteañera que todos tenemos dentro (yo al menos sí).
> Una canción mientras conduces
JOHN PHILLIPS • topanga canyon // Phillips es uno de los mejores compositores americanos, aunque no se le dé a veces toda la importancia que merece. Esta canción es pura languidez dorada, sacada del mejor disco crepuscular post-sixties. «Sometimes I drive out to Topanga / And I park my car in the sand». Vale, la canción es el bello lamento de un yonqui, pero es que a mí me gustaría coger mi coche y llegar hasta Topanga y recoger a John Phillips, y ayudarle a salvarse. «Oh Mary, I'm in deep waters / And it's way over my head / Everyone thought I was smarter / Than to be this dead». Dos razones más: a) oí la noticia de su muerte en 2001 mientras conducía; b) las pedal steel guitars son para escuchar mientras viajas.
> Una canción para arrullar a un bebé
VASHTI BUNYAN • rose hip november // de nuevo debo remitirme a la realidad. Sonó en casa recientemente mientras sostenía a mi bebé en brazos y funciona... puro placer exquisito. ¡Hasta la flauta me parece que queda bien, que ya es difícil!
> Tu canción del verano
KEN GRIFFIN • ebb tide // de este verano, desde luego. Casi un breve suspiro, comienza y ya está terminando, envolviéndote entre frescas olas de órgano, con la magia de la marea baja al amanecer. Este verano pasado ha sonado en mi reproductor, y sobre todo en mi cabeza, innumerables veces.
> Una canción para cocinar
THE KREW KATS • jack’s good // para cocinar, música instrumental o rock and roll. Es una de mis reglas. Así que si vienen dos por el precio de uno, mejor que mejor. Una gema de la recopilación «Phantom Guitars», recopilación beat instrumental y twang británico de los primeros 60, que he elegido porque siempre me recuerda a mi cocina cuando la escucho; hay un vídeo por alguna parte de Patricia y yo bailando esta canción allí.
> Una canción mala que te guste o que te guste de tan mala
BERT LOWRY • Portland Rose Song // dentro del paralelo multiverso de los Song Poems, también llamados Vanity Records, hay muchas delicias para amantes de lo bizarro con encanto. Pequeños lugares en los que las buenas intenciones fueron canalizadas por ineptos musicales que, si no ‘elevaron’, al menos sí ‘desviaron’ canciones destinadas a ser mediocres a una realidad extraña, grotesca a veces, pero con un ‘charme’ inimitable. A veces el arquero erra el tiro, sí. Pero, ¿cuántas además perfora su propio pie? En el espectáculo de los errores, lo extremo puede ser exquisito.
> La canción que más veces has intentado que te guste pero que nunca acaba de gustarte
GNARLS BARKLEY • Crazy // no tengo nada contra Dangermouse, pero nunca acaba de convencerme casi nada de lo que hace. Con Cee-Lo Green, tres cuartos de lo mismo. Esta canción es todo buenos exteriores, pero el interior está vacío... qué buen sample, sí, piensa uno... pero es que ahí empieza y termina la idea, ahí acaba la canción. Todo lo bueno lo aporta el original, «Nel Cimetero di Tucson», de Giancarlo Reverberi. Es la que suena, por tanto, en mi mixtape.
> Una canción infravalorada
LOS BICHOS • Wishin’ Shift // es posible que los que vivimos la explosión de rock, glam y pop de Los Bichos conforme sucedía en esta pequeña ciudad tengamos un recuerdo idealizado, y que ni Josetxo Ezponda fuese para tanto, ni sus canciones clásicos injustamente ignorados. Pero yo juro que desde que los oí en los 40 en 1989 (sí, sí, destacados como «disco rojo») incrédulo de que ese grupo pudiese ser de Pamplona, hasta la salida del Bitter Pink en 1991, un doble LP que marcó mi entrada en muchas cosas nuevas, los noventa entre otras, no dudé ni un instante de que eran el mejor grupo de España. El casi epitafio agridulce de Wishin’ Shift, la gran canción del disco que se quedó en nada, poesía y guitarra que muerde, sigue hechizándome como la primera vez que la escuché, solo en mi cuarto, en la oscuridad. Como él mismo solía firmar en sus dedicatorias, «Josetxo, keep on rockin’...»
> La canción que todo el mundo debería conocer
ERNEST RODGERS • Willie The Chimney Sweeper // de un viejo 78 rpm del año 27, aparece en numerosas recopilaciones dedicadas a canciones sobre drogas. Pero más allá de ese, digamos, MacGuffin musical, tenemos una canción que describe un sueño maravilloso y a la vez espeluznante, con ese punto que tienen con frecuencia estos viejos discos de pizarra entre la sicofonía y el canto primitivo capturado en una lámpara mágica. Una de las melodías más tristes que he oído nunca va narrando cómo Willie el deshollinador conoce en su trance a la reina de Saba, que le regala un coche con luces de diamante y un volante de oro, para seguir visitando a las bailarinas de hula en Honolulu, o guiñar a Cleopatra montado en un cocodrilo en las aguas del Nilo. «Poseyó un millón de vacas y un millón de ovejas, poseyó un millón de barcos en el profundo océano, y un millón de dólares en monedas pequeñas, lo sabía porque las había contado miles de veces». Una joya entre la canción infantil y el realismo mágico de las Basement Tapes de Bob Dylan que merecería ser un estándar.
> La canción de tu vida
THE GO-BETWEENS • Rock and Roll Friend // tantas alianzas musicales en mi vida que han desembocado en amistades hacen que esta hermosa cara B sea la banda sonora ideal. En un par de ocasiones lo fue literalmente, tocándola en concierto a dúo con Charlie Mysterio, hace ya demasiado tiempo. Y después, en la letra, tantas sensaciones familiares, el olor a tu música, los amigos, el reproche que se torna reconciliación... todo en nombre de la música.
[El enlace directo a la mixtape aquí.]
JAI PAUL • jasmine (demo) // una canción de este año debe sonar a este año, y uno de los pocos sonidos realmente característicos, nuevos, de la música contemporánea es esa cualidad amortiguada, como de música que se oye tras la pared, o de cinta de cassette que ha perdido todos los agudos... Jai Paul funde ese sonido hipnagógico tan ‘indie’ con una canción de música negra que suena a unos 80 distorsionados, con algodón en la boca y los oídos. Un refinamiento del viejo lo-fi para una canción que me parece soberbia y narcótica.
> Una canción de los 80
NADIA CASSINI • obsessed // «la» canción de los 80 habría sido imposible de elegir. “Una” canción de los 80 resulta un complicado placer. ¿Por qué esta maravilla de 1983 producida por Bobby O? Seguramente porque la descubrí en los 00s y por tanto no la he desgastado después de 30 años. O porque precede a «West End Girls» por unos meses, como un familiar oculto que nadie conocía. O porque synthpop y melancolía mezclados me derriten el alma.
> Una canción para planear el atraco a un banco
MINK DEVILLE • Gunslinger // con Willy DeVille sacando su lado más callejero y alardeando de ser más duro que Jesse James y de tener la pistola más peligrosa de la ciudad, ¿quién no atracaría un banco en su compañía? Una canción de rock rabioso de 1978, producida por Jack Nietzsche, magistral toda. Le dan ganas a uno de ponerse a pegar tiros...
[Breve intervención de Gog: es una genialidad pensar en un tipo como DeVille para atracar un banco. Eso sí que sería una banda.]
> Una canción para impresionar a una chica
THE COUNTS • Enchanted Sea // los misteriosos Counts versionan el hit menor de los Islanders y le instilan un cierto veneno; es una canción romántica pero con algo también de bruma hipnótica y un punto de desasosiego... si consiguiese que una chica entendiera la belleza inherente a esa niebla sofocante que a veces puede envolver al amor, sería mía... o más bien yo sería suyo.
> Tu canción francesa favorita
LIO • baby lou // compartiría palmarés con otras 12 o 15, pero «Baby Lou» tiene algo que unifica todas las esencias en un solo frasco: mi canción favorita francesa tenía que ser de Serge Gainsbourg, y esta lo es, y además la grabó Lio: los 60 y los 80 en uno. Los arreglos son magistrales: orquesta, dibujos de guitarra. Su voz, la mejor. La melodía, de las mejores y peor conocidas de Gainsbourg. La melancolía, exquisita y a granel.
> Una canción infalible cuando pinchas
THE CRAMPS • Human Fly // tienen algo estas siete pulgadas de primitivismo rockanrolero que nunca falla. Será el simplismo máximo del riff, el ‘drone’ del fuzz de Bryan Gregory, o la batería troglodítica, pero es la canción que pinchando siempre funciona, no importa lo que venga después o lo que haya sonado antes. Curiosamente, el punk y rock entre 1976 y 1982 siempre funciona como transición entre las canciones más oldies y las más modernas.
> Una canción mientras te vistes para salir de fiesta
NICOLA ROBERTS • lucky day // la combinación perfecta de frivolidad comercial (Nicola R) y emoción propia de la música independiente (Dragonette, que firman y producen la pieza). Canción redonda, letra anticipatoria... ah, y pocas cosas dan más placer que cantar ese «are you gonna take this golden opportuniteeee?» mientras sacas a la veinteañera que todos tenemos dentro (yo al menos sí).
> Una canción mientras conduces
JOHN PHILLIPS • topanga canyon // Phillips es uno de los mejores compositores americanos, aunque no se le dé a veces toda la importancia que merece. Esta canción es pura languidez dorada, sacada del mejor disco crepuscular post-sixties. «Sometimes I drive out to Topanga / And I park my car in the sand». Vale, la canción es el bello lamento de un yonqui, pero es que a mí me gustaría coger mi coche y llegar hasta Topanga y recoger a John Phillips, y ayudarle a salvarse. «Oh Mary, I'm in deep waters / And it's way over my head / Everyone thought I was smarter / Than to be this dead». Dos razones más: a) oí la noticia de su muerte en 2001 mientras conducía; b) las pedal steel guitars son para escuchar mientras viajas.
> Una canción para arrullar a un bebé
VASHTI BUNYAN • rose hip november // de nuevo debo remitirme a la realidad. Sonó en casa recientemente mientras sostenía a mi bebé en brazos y funciona... puro placer exquisito. ¡Hasta la flauta me parece que queda bien, que ya es difícil!
> Tu canción del verano
KEN GRIFFIN • ebb tide // de este verano, desde luego. Casi un breve suspiro, comienza y ya está terminando, envolviéndote entre frescas olas de órgano, con la magia de la marea baja al amanecer. Este verano pasado ha sonado en mi reproductor, y sobre todo en mi cabeza, innumerables veces.
> Una canción para cocinar
THE KREW KATS • jack’s good // para cocinar, música instrumental o rock and roll. Es una de mis reglas. Así que si vienen dos por el precio de uno, mejor que mejor. Una gema de la recopilación «Phantom Guitars», recopilación beat instrumental y twang británico de los primeros 60, que he elegido porque siempre me recuerda a mi cocina cuando la escucho; hay un vídeo por alguna parte de Patricia y yo bailando esta canción allí.
> Una canción mala que te guste o que te guste de tan mala
BERT LOWRY • Portland Rose Song // dentro del paralelo multiverso de los Song Poems, también llamados Vanity Records, hay muchas delicias para amantes de lo bizarro con encanto. Pequeños lugares en los que las buenas intenciones fueron canalizadas por ineptos musicales que, si no ‘elevaron’, al menos sí ‘desviaron’ canciones destinadas a ser mediocres a una realidad extraña, grotesca a veces, pero con un ‘charme’ inimitable. A veces el arquero erra el tiro, sí. Pero, ¿cuántas además perfora su propio pie? En el espectáculo de los errores, lo extremo puede ser exquisito.
> La canción que más veces has intentado que te guste pero que nunca acaba de gustarte
GNARLS BARKLEY • Crazy // no tengo nada contra Dangermouse, pero nunca acaba de convencerme casi nada de lo que hace. Con Cee-Lo Green, tres cuartos de lo mismo. Esta canción es todo buenos exteriores, pero el interior está vacío... qué buen sample, sí, piensa uno... pero es que ahí empieza y termina la idea, ahí acaba la canción. Todo lo bueno lo aporta el original, «Nel Cimetero di Tucson», de Giancarlo Reverberi. Es la que suena, por tanto, en mi mixtape.
> Una canción infravalorada
LOS BICHOS • Wishin’ Shift // es posible que los que vivimos la explosión de rock, glam y pop de Los Bichos conforme sucedía en esta pequeña ciudad tengamos un recuerdo idealizado, y que ni Josetxo Ezponda fuese para tanto, ni sus canciones clásicos injustamente ignorados. Pero yo juro que desde que los oí en los 40 en 1989 (sí, sí, destacados como «disco rojo») incrédulo de que ese grupo pudiese ser de Pamplona, hasta la salida del Bitter Pink en 1991, un doble LP que marcó mi entrada en muchas cosas nuevas, los noventa entre otras, no dudé ni un instante de que eran el mejor grupo de España. El casi epitafio agridulce de Wishin’ Shift, la gran canción del disco que se quedó en nada, poesía y guitarra que muerde, sigue hechizándome como la primera vez que la escuché, solo en mi cuarto, en la oscuridad. Como él mismo solía firmar en sus dedicatorias, «Josetxo, keep on rockin’...»
> La canción que todo el mundo debería conocer
ERNEST RODGERS • Willie The Chimney Sweeper // de un viejo 78 rpm del año 27, aparece en numerosas recopilaciones dedicadas a canciones sobre drogas. Pero más allá de ese, digamos, MacGuffin musical, tenemos una canción que describe un sueño maravilloso y a la vez espeluznante, con ese punto que tienen con frecuencia estos viejos discos de pizarra entre la sicofonía y el canto primitivo capturado en una lámpara mágica. Una de las melodías más tristes que he oído nunca va narrando cómo Willie el deshollinador conoce en su trance a la reina de Saba, que le regala un coche con luces de diamante y un volante de oro, para seguir visitando a las bailarinas de hula en Honolulu, o guiñar a Cleopatra montado en un cocodrilo en las aguas del Nilo. «Poseyó un millón de vacas y un millón de ovejas, poseyó un millón de barcos en el profundo océano, y un millón de dólares en monedas pequeñas, lo sabía porque las había contado miles de veces». Una joya entre la canción infantil y el realismo mágico de las Basement Tapes de Bob Dylan que merecería ser un estándar.
> La canción de tu vida
THE GO-BETWEENS • Rock and Roll Friend // tantas alianzas musicales en mi vida que han desembocado en amistades hacen que esta hermosa cara B sea la banda sonora ideal. En un par de ocasiones lo fue literalmente, tocándola en concierto a dúo con Charlie Mysterio, hace ya demasiado tiempo. Y después, en la letra, tantas sensaciones familiares, el olor a tu música, los amigos, el reproche que se torna reconciliación... todo en nombre de la música.
[El enlace directo a la mixtape aquí.]
6 comentarios:
E.N.O.R.M.E.
Y ya te digo que como persona está a la altura de sus gustos musicales...
¿Por qué no hacéis la lista en Spotify?
Luis, comprobado ha quedado.
Maneken, yo creo que porque no estarán disponibles muchas de las canciones en el invento verde ese. Además, a JC le gusta tirar de vinilo si lo tiene, que digitaliza, pero queda grabado el crepitar de la aguja y todo eso.
Gog tiene razón, faltan bastantes en Spotify, y además me gusta el sonido ligeramente único de la versión en vinilo, si la hay. De hecho, lo que suena en Soundcloud es una digitalización del audio de la cinta. Nada como un ligero aplastamiento del rango dinámico y pérdida de agudos para dar a una recopilación ese toque de antaño...
Estupenda! Hasta me han entrado ganas de aprender a conducir...
TL
Si Ticket Loser ha dado su beneplácito, amén, señores.
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