La burbuja del ladrillo.
La burbuja de los cigarrillos electrónicos.
La burbuja de las hamburguesas.
La burbuja de los discos de vinilo.
Toda resurrección convertida después en moda acarrea un exceso —a la fábula bíblica nos remitimos—. Esta otra que se vive hoy con los vinilos no sólo tiene los precios sobrehinchadérrimos, sino que la producción no da abasto. Cuando explote se va a oír en Urano.
Las discográficas han optado por sacar tiradas muy pequeñas de manera que eso facilite su venta total y en el menor tiempo posible, lo cual les permite seguir editando otros discos. Pero por muy pequeñas que sean las tiradas, la proliferación de sellos discográficos que ahora se dedican al vinilo es tal que, a cuatro meses vista del Record Store Day, muchas fábricas de vinilo ya no aceptan más encargos hasta entonces. Así pues, las discográficas se encuentran ahora mismo atrapadas: les gustaría publicar más pero no hay forma. Y la que no quiera esperar, tendrá que inclinarse por otras estrategias, como ha hecho la estadounidense Shelflife con la banda Pretty Sad:
Las discográficas han optado por sacar tiradas muy pequeñas de manera que eso facilite su venta total y en el menor tiempo posible, lo cual les permite seguir editando otros discos. Pero por muy pequeñas que sean las tiradas, la proliferación de sellos discográficos que ahora se dedican al vinilo es tal que, a cuatro meses vista del Record Store Day, muchas fábricas de vinilo ya no aceptan más encargos hasta entonces. Así pues, las discográficas se encuentran ahora mismo atrapadas: les gustaría publicar más pero no hay forma. Y la que no quiera esperar, tendrá que inclinarse por otras estrategias, como ha hecho la estadounidense Shelflife con la banda Pretty Sad:
(...) due to the timeline challenges we're currently facing with vinyl production, we just couldn't justify the wait. So we instead decided to share these tracks digitally as a teaser to their full length album, to be released later in 2015.
Una lástima, porque las tres canciones que se presentan digitalmente como adelanto hubieran conformado un precioso Pretty Sad EP, que así es como lo han titulado aunque sea de forma virtual. Pretty Sad es un trío de muy diferentes procedencias y asentamientos. Victoria (voz y guit.) Luke (bajo) Maxim (guit.) —desde Escocia, Inglaterra y Dinamarca,
aunque no necesariamente en ese orden— intercambian sus ideas y archivos musicales por Internet. El resultado es un dream pop cálido, en el que las voces planean y las guitarras suenan como campanas celestiales.
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