sábado, 26 de diciembre de 2020

Dime qué lees y te diré cómo se llama tu banda #35

A principios de los años ochenta, la onda siniestra proveniente del Reino Unido se extendió por nuestro país como marea negra. El afterpunk (o postpunk) lo hacían punks que ya sabían tocar los instrumentos que se cubrían de oscuro y se forraban con arreos góticos y estética cementerial. Bandas como Joy Division, The Cure, Siouxsie & The Banshees, Bauhaus, Killing Joke o Echo & The Bunnymen sirvieron de fuente de inspiración y motor vital a un enjambre de jóvenes españoles con ganas de modernidad. Y fueron muchos, más de los que puedan parecer echando un simple vistazo a los recuerdos. Así lo atestigua Pablo Martínez Vaquero en lo que probablemente sea el libro definitivo sobre la escena siniestra en España: Negro oscuro (Editorial Milenio, 2019). 

El autor no se queda en los consabidos y archisabidos nombres por todos, ni en la manoseada Movida. Es un trabajo de investigación profundo; se ha molestado en indagar, en preguntar, en conocer y dar noticia de cuantas bandas de corte siniestro se formaron en España entre 1981 y 1985. Narra anécdotas relevantes y traza las relaciones que había entre ellas. Llama la atención que para bautizarse artísticamente recurrían principalmente al cine (Gabinete Caligari, Décima Víctima, Alphaville, Polanski y el Ardor) y a la literatura, que es en lo que vamos a detenernos ahora. Los que siguen son los que hemos entresacado de la lectura de Martínez Vaquero. 

> Agrimensor K: formados en San Sebastián en 1981, su líder, Nacho Goberna, era un entusiasta de Franz Kafka. El nombre viene del del protagonista de la novela El castillo, que además fue el título de la cara B de su primer single: 

 

> Perspectiva Nevski: surgidos en Madrid en 1982, aunque sus miembros tenían diferentes procedencias. El nombre provenía directamente de un cuento de Nicolai Gogol

 

> La Caída de la Casa Usher: de Madrid hacia mediados de 1983. Es casi innecesario señalar a Edgar Allan Poe y su cuento de terror homónimo.  

 

> Donación Agnelli: grupo de la periferia de Barcelona creado en 1983. El nombre lo extrajeron del vodevil de Dario Fo La mueca del miedo, protagonizado por Gianni Agnelli, a la sazón presidente de Fiat. De lo más parecido que ha habido nunca a Siouxsie & the Banshees. 

 

Castillo Interior: grupo tinerfeño formado en 1984. Si su inspiración artística provenía de Joy Division, su inspiración literaria salió directamente de una obra de Santa Teresa Jesús conocida como Las moradas o Castillo interior.
Es de las bandas desconocidas más reivindicables de aquella época. Abrazaron el afterpunk y con él alcanzaron cotas que deberían haber merecido mayor atención. Afortunadamente, no hace mucho se publicó El sueño dorado: Castillo Interior y la escena musical de Tenerife en los 80 (Los 80 Pasan Factura, 2017), libro que recoge su historia y aporta numerosa memorabilia, y que se acompaña de un EP de 10'' y un CD/CDrom con el disco más un vídeo. 


> El Primer Tercio: grupo mallorquín de 1985, cuyo nombre no alude a un tamaño de cerveza, sino que sale de la novela del escritor de la Generación Beat Neal Cassidy

 

> Crénom 1867: valencianos con un más que curioso y rebuscado nombre. ‘Nom, crénom’ (contracción de ‘Sacre nom de Dieu’) fueron las últimas palabras que pronunció, a modo de blasfemia, el poeta Charles Baudalaire en el lecho de muerte en 1867. Un "Me cago en Dios" y la espichó. Un grande. 

> La Náusea: de Benimanet (Valencia), en 1984 el cuarteto recurrió, obviamente, a Jean-Paul Sartre

 

> Teatro Negro de Praga: del barrio de Moratalaz (Madrid) a comienzos de 1982. El nombre alude a un tipo de representación muda sobre un escenario a oscuras, cuya puesta en escena se dio principalmente en Praga.

> Farenheit 451 / Trópico de Cáncer: en una onda menos siniestra y más apegada al synth-pop (bastante luminoso) fue el cuarteto que tomó su nombre de la novela de Ray Bradbury y que estuvo en escena entre 1979 y 1982. Cuando el proyecto se deshizo, el cantante (Jorge Grundman) y el batería (Óscar Bergón) formaron otra banda también de literario nombre, esta vez bebiendo en las páginas de Henry Miller.

No hay comentarios: