The Beatles eran la música comercial de la época. Es tremendo el cambio. Por supuesto, eran buenísimos, los mejores, pero si empiezan su carrera ahora serían considerados como indies o alternativos.
Esta sorprendente y lúcida reflexión salió de los labios del inglés Robyn Hitchcock durante la entrevista que Nacho Ruiz le realizó para el Rockdelux de febrero (n.º 303). Y es que Hitchcock ha andado por aquí promocionando su último disco, y van 18. 18 de estudio y en solitario, no entran en ese cómputo los que sacó con The Soft Boys, ni directos o rarezas. 18 a su bola. Y Gog se niega a reproducir aquí la etiqueta que casi siempre se repite para describir el palo de este músico con apellido de director de cine. Se niega porque es inexacta y ni de lejos se acierta con ella para describir el sonido de Hitchcock. El suyo es un estilo absolutamente personal, y con un tono de voz inconfundiblemente único. Y tan a su bola va siempre que es capaz de poner un título así de poco comercial a su nuevo trabajo: Tromsø, Kaptein, publicado para más recochineo en un sello noruego (Hype City Recordings, 2011).
Pero sigue en racha. Llevaba varios discos magníficos haciéndose acompañar por The Venus 3, con Peter Buck y Scott McCaughey (que últimamente parecen casi una pareja de hecho de tanto como se les ve juntos en diversos proyectos). Esta vez Hitchcock ha optado por cambiar un poco; ahora se ha rodeado de una sección de cuerdas, que lo sigue a lo largo de los diez cortes del álbum. Entre ellos, una nueva joya de su cancionero: «August In Hammersmith». Atención a la voz femenina que crece al final, cuando ya no se espera a nadie más en la canción.
07 - august in hammersmith
07 - august in hammersmith
(Durante el bis que dio en el lobby del Teatro Lara de Madrid hace unas semanas.)
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