viernes, 20 de septiembre de 2013

Hubo un tiempo en que bastaba con una portada #14: hoy lo cuenta Juan de Ribera Berenguer


Pues lo último que me ha «bastado con la portada» es el recopilatorio de Lee Hazlewood The Lhi Years: Singles, Nudes & Backsisdes (1968-71), que actualmente es uno de los discos que preside mis estanterías. Lo editó Light In The Attic Records el año pasado a modo de introducción en el programa de reediciones que tienen previsto hacer del catálogo de Lhi, el sello fundado y dirigido por Hazlewood. Todo el mundo que me visita me pregunta por él, aunque al sector femenino no parece gustarle mucho la portada, que no tarda en calificarla de machista. No sirve de nada que les explique que creo que es una parodia del Electric Layland de Jimi Hendrix, pero no les logro convencer. También les digo que Lee Hazlewood tenía tendencia a poner bigotes a todo el mundo, empezando por él mismo y siguiendo por los niños, pero no hay manera, ellas parecen tener claro que Hazlewood es un machista de tomo y lomo.

Otros discos que tengo ahora expuestos en mi estantería son el maxi The Able Label Singles de The Go Betweens (¡está guapísima Lee Remick!), el Viens de Francoise Hardy (ella nunca falta) y los CD de The Essential de Sly & The Family Stone y Abracadadabra (un recopilatorio de él/Richmond Records con una magnífica portada futbolera). 





La sección de box sets que tengo también llama mucho la atención a las visitas, sobre todo la caja de One Kiss Can Lead To Another - Girl Group Sounds - Lost and Found. Imita las cajas en las que se guardaban los sombreros. Aquí el sector femenino cae rendido: tengo una amiga que se la compró al verla aunque tengo mis dudas de que escuche su contenido muy a menudo. 


En general las buenas portadas de los discos siempre han sido como la manzana de Adán y Eva, toda una tentación. Incluso aunque presientas que muchas veces el contenido no sea lo que el envoltorio promete. Si por mí fuera, tendría ahora todas las referencias que editaron muchos sellos discográficos únicamente por las portadas. Pero afortunadamente para mi bolsillo tengo algunos trucos para no caer en la tentación. Por ejemplo, el caso de Factory Records. Bastante material del que editaron no me gusta mucho, pero se editó un libro firmado por Mathew Robertson que recogía todas sus portadas... Así que me he ahorrado un buen pico con el libro. En cualquier caso adoro al estética de muchos sellos: Elenco, Verve, él, Les Disques du Crepuscule, Marina. Por no hablar de sellos de ahora especializados en reediciones que cuidan muchísimo las portadas y el artwork, como Numero Group o Soul Jazz. 

También tengo auténtica devoción por las portadas de las jazz vocal girls de los años 50: chicas como Betty Blake, Ethel Ennis, Meg Myles, Helen Merrill, Peggy Lee, Beverly Kenney, etc. Los discos son casi imposibles de encontrar, claro, y están fuera de precio. Los japoneses enloquecen con ellas y hacen reediciones en CD. Lo curioso es que en muchas ocasiones las chicas que salen en la portada no son ellas... Las discográficas buscaban el atractivo en imagen a toda costa y no dudaban en contratar modelos. Y aquí las contraportadas también son una delicia porque incluían textos de reputados críticos. Y muchos vivían de ello. Era todo un arte que lamentablemente se fue perdiendo, aunque hoy todavía hay grupos como Saint Etienne que siempre incluyen textos de sus críticos/escritores favoritos como en el Foxbase Alpha que escribió Jon Savage ("Stay busy, out of phase, in love"). 


También tengo que mencionar a un buen montón de ilustradores que hacen portadas de discos, como por ejemplo Frances Castle (Clay Pipe Records), María Castelló (los singles de Jabalina Love Songs), Wendy Smith (¡¡¡¡La Varieté!!!! y la saga de los Young Marble Giants), lo que ha hecho Jean Duprez para el In Space de los BMX Bandits, Javier Aramburu o el trabajo de Aggi para The Pastels, de la que tengo grabada en mi memoria el recuerdo de ella en uno de los primeros FIB en el backstage, donde todo el mundo estaba dedicado en cuerpo y al alma al hedonismo y ella estaba en un rincón en el suelo absorta dibujando con sus pinturas en un cuaderno. 

De todas maneras estoy pensando que todo esto de las portadas de discos suena ya a reliquia y que este tag en el blog de Gog es una batalla perdida, aunque siempre nos quedará el romanticismo. Vivimos en la época de las descargas y del desapego al material físico. Una vez leí a Bob Stanley (de Saint Etienne) decir que los mp3 eran aire y tiene toda la razón, pero lo curioso es que incluso cuando escucho una canción o un disco en descarga, necesito una referencia visual aunque sea mental. Igual es algo exclusivo mío y que estoy demasiado acostumbrado a las portadas, pero la portada es lo primero que busco en la web cuando me descargo algo. Ahora estoy escuchando el single de The Clouds "Tranquil" y es el disco que probablemente tiene la peor portada de la historia, pero me sirve... 


[Autor del texto: Juan de Ribera Berenguer, de http://lavarieteradio.tumblr.com/]

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