Que el sexto álbum de la estrella neoyorquina Kelis lleve por título Food (Ninja Tune, 2014) y contenga temas de aparente inspiración culinaria como el bombástico «Jerk Ribbs», «Cobbler» (una tarta de frutas), «Friday Fish Fry» o «Biscuits n’ Gravy» no es nada extraño. En primer lugar porque ya avisó de su querencia gastronómica en esto de la música al titular Tasty (Star Track, 2003) a otro de sus discos o «Milkshake» a una de sus canciones más afamadas. En segundo lugar, porque su mayor periodo de silencio discográfico (2006-2010) se debió a que andaba graduándose como chef en la escuela de alta cocina Le Cordon Blue. Ahora vende salsas de elaboración propia y presenta el programa Saucy & Sweet del Canal Cocina estadounidense. Una foodie en toda regla:
¿Y qué ingredientes musicales hay en Food? La base es la presencia de Dave
Sitek, de TV On The Radio, que lo produce y también colabora con ella en la composición. El sabor se aleja algo de ese R&B a la moderna que mezcla UK garaje, urban, dubstep, hip hop… Y contra pronóstico, lo que le ha salido ahora a la cambiante, camaleónica y versátil Kelis es un disco de R&B clásico; parece algo así como una recopilación de rarezas de R&B del sello Soul Jazz. Claro que hay bases electrónicas, pero llaman mucho más la atención las macizas secciones de vientos y cuerdas preponderantes en muchos de los temas. Aunque también le quita todo el aliño en la versión desnuda que hace de «Bless The Telephone» de Labi Siffre.
En cuanto a esas referencias gastronómicas aludidas, son más una forma de ayudar a ilustrar un conjunto que trata principalmente de las relaciones sentimentales.