sábado, 27 de septiembre de 2014

A mí no hace falta que me cambies el plato #48: Kelis


Que el sexto álbum de la estrella neoyorquina Kelis lleve por título Food (Ninja Tune, 2014) y contenga temas de aparente inspiración culinaria como el bombástico «Jerk Ribbs», «Cobbler» (una tarta de frutas), «Friday Fish Fry» o «Biscuits n’ Gravy» no es nada extraño. En primer lugar porque ya avisó de su querencia gastronómica en esto de la música al titular Tasty (Star Track, 2003) a otro de sus discos o «Milkshake» a una de sus canciones más afamadas. En segundo lugar, porque su mayor periodo de silencio discográfico (2006-2010) se debió a que andaba graduándose como chef en la escuela de alta cocina Le Cordon Blue. Ahora vende salsas de elaboración propia y presenta el programa Saucy & Sweet del Canal Cocina estadounidense. Una foodie en toda regla: 

 

¿Y qué ingredientes musicales hay en Food? La base es la presencia de Dave Sitek, de TV On The Radio, que lo produce y también colabora con ella en la composición. El sabor se aleja algo de ese R&B a la moderna que mezcla UK garaje, urban, dubstep, hip hop… Y contra pronóstico, lo que le ha salido ahora a la cambiante, camaleónica y versátil Kelis es un disco de R&B clásico; parece algo así como una recopilación de rarezas de R&B del sello Soul Jazz. Claro que hay bases electrónicas, pero llaman mucho más la atención las macizas secciones de vientos y cuerdas preponderantes en muchos de los temas. Aunque también le quita todo el aliño en la versión desnuda que hace de «Bless The Telephone» de Labi Siffre

 

En cuanto a esas referencias gastronómicas aludidas, son más una forma de ayudar a ilustrar un conjunto que trata principalmente de las relaciones sentimentales.

domingo, 21 de septiembre de 2014

Cameos musicales #56: The Untouchables


The Untouchables fueron una anomalía de la costa oeste americana, donde la moda ochentera del ska nunca prendió como en Inglaterra. De hecho, fue el sello inglés Stiff Records el que les publicó sus primeros temas para sumarse a esa fiesta que tenían montada en la isla The Selecter, Specials, Madness… Por cierto, aquel primer disco de 1984, Live & Let Dance, tenía una portada memorable: 


Breve, errática y muy poco sólida fue la carrera de este combo skatalítico. Como curiosidad más llamativa está su aparición tocando en directo en unas escenas de la película No Man’s Land (1987; aquí Tierra de nadie), un bodriete policiaco muy próximo al telefilm protagonizado por un Charlie Sheen que ya llevaba cubatas en la mano con bastante soltura. Puede verse y oírse a The Untouchables a partir de 19’17’’ y hasta 22’14’’:

viernes, 19 de septiembre de 2014

Cosas de hermanos #63 // Ellas llevan el ritmo #60: The Callas


Callas es un apellido legendario en la música clásica griega. Fue con el que se bautizó artísticamente la soprano María Cecilia Sofía Kalogeropoúlou. No sabemos si es de ahí de donde proviene el nombre de The Callas que luce el joven cuarteto griego formado por dos chicos —los hermanos Aris y Lakis Ionas— y dos chicas —Chrysanthi Tsoukala (guit.) y Marilena Petridou (bat.)—, y que están asentados en Londres. El art rock que practican, no exento de un estimable empuje pop , ha convencido a su compatriota Jim Sclavunos —sí, el batería de Nick Cave & the Bad Seeds y Grinderman y que ha tocado con gentecilla como Sonic Youth, Tav Falco's Panther Burns, Lydia Lunch, The Cramps…— para producirles Am I Vertical? (Inner Ear, 2014), su segundo álbum. A los coros, una especie de subgrupo, The Callasettes, trío femenino de nombres bien sonoros: Theodora Malamou, Terpsichori Savvala y Vikki Paras.

 

¡Y cómo se nota la mano de Sclavunos! No sólo en esa percusión diríase marcial que hay en todo el disco (atención al trabajo de Petridou), sino también en la densidad sonora que consiguen plasmar a base de unas guitarras feroces y un bajo oscuro como un pozo. Einstürzende Neubauten estarían orgullosos si escucharan, por ejemplo, «East Beat» (no en vano su líder Blixa Bargeld tocaba con los Bad Seeds); es una pieza de krautrock formidablemente arrasadora: 



Sería demasiado sencillo entrar en el manido juego de mencionar otras influencias musicales. No merece la pena de puro evidentes; vale más cerrar los ojos y sentir las dentelladas que salen de las guitarras y toda esa energía y potencia que la banda desarrolla de manera tan compacta. 


Cuidado con el perro; muerde. Y cuidado con The Callas; queman.

miércoles, 17 de septiembre de 2014

¿Qué se sabe de los belgas? #28 // Preparados para un solo de órgano #29: Fifty Foot Combo

Suelen contar quienes tuvieron ocasión de ver en directo a los belgas Fifty Foot Combo que sus actuaciones eran trepidantes y que la batidora rítmica que ponían en marcha sobre el escenario no dejaba músculo sin mover entre los asistentes. Todo ese torrente instrumental, que oscilaba entre el garaje, el surf, el psychobilly y subgéneros de esa calaña, contenía una energía que para sí hubiese querido reproducir Tesla. Es posible que haya habido pocas bandas con una capacidad tan grande para la aceleración. La guitarra, la batería, el bajo, los bongos y el órgano Hammond se disparaban enloquecidos como en una carrera de los Autos Locos. Durante la docena de años que duró su aventura (1994-2006), los de Gante recorrieron Europa de punta a punta; de entre el puñado de discos que grabaron en ese tiempo, afortunadamente alguno de ellos atestigua su portentoso quehacer en directo. 


De 2004 son los últimos que publicaron, precisamente directos: un doble elepé con el significativo título de Monstrophonic Sound Live at Ernesto's (Drunkabilly) y un picture disc de 7’’ con tres temas: «Jennifer Jennings», «Theme From F.A.C.T.S.» y «Banana Split». Además, para el mencionado «Jennifer Jennings», que estaba incluida en ambos, hicieron este divertido vídeo: 


Los tres temas del EP pueden escucharse del tirón en este enlace.

lunes, 15 de septiembre de 2014

Debut #89: Coves

 

La palabra atmósfera, aplicada a las composiciones musicales como sinónimo de «ambiente», puede hacer torcer el gesto a más de uno, porque es sabido que a veces ese término está intentando conferir autoridad a lo que no es más que el eufemismo de «sopor» o «ladrillo». No es el caso. 

La vocalista Rebekah Wood y el multiinstrumentista John Ridgard se conocieron en Lemington, localidad a orillas del lago Erie que mira a Cleveland frente por frente. Conforman el evocador y atmosférico dúo Coves. No sabemos si se debe a que la zona de los Grandes Lagos del norte de Estados Unidos son gélidos y de enorme evaporación, pero lo cierto es que los temas que construyen evocan algo de aquel paisajismo entre imperturbable y nebuloso. Ello se debe sobre todo a la lánguida, impávida y glamurosa voz de Wood. Por su parte, Ridgard se revela como un talentoso instrumentista —el dominio sobre las seis cuerdas es muy evidente— y aún mejor compositor, o casi habría que decir arquitecto musical, pues consigue con aparente sencillez la complicada tarea de amalgamar psicodelia, spagueti-western, garaje rock y art pop sin resultar pedante o aburrido; no hay nada en sus composiciones que no tenga sentido o no aporte un matiz especial, hace que los temas fluyan y se nos impregnen como una fina y persistente lluvia.



Soft Friday (Nettwerk, 2014) es su álbum de debut.

jueves, 11 de septiembre de 2014

Ette aquí #58 // Género chico #63 // En Re de reedición #4: The Cigarettes


En 1978 caía de pleno el chaparrón punk por toda Inglaterra y el trío The Cigarettes se granjeó cierta notoriedad en su Lincoln natal. Las campanadas llegaron a oídos del siempre despierto John Peel, que, como no, les dio una oportunidad en su programa. Un año más tarde, Rob Smith (guit./voz/piano), Steve Taylor (bajo) y Adam Palmer (batería) grabaron un EP con tres canciones titulado They're Back Again, Here They Come. Al año siguiente editaron el single Can’t Sleep At Night/It’s the Only Way To Live (Die) [Dead Good Records]. Siempre se dijo que su estilo musical sin definir y su imagen no se engarzaron como debiera para poder cuajar como banda. ¿Son punks? ¿Son mods? ¿No es eso power pop?, se preguntaba la gente. Que si galgos o podencos, todo acabó en 1981. 

Esos cinco temas (algunos de ellos se incluyeron después en diversas compilaciones colectivas) más temas en directo y la consabida sesión con John Peel se reunieron en la recopilación definitiva de la banda con el título de The Cigarettes – Will Damage Your Health [Detour Records, 2002]. Gracias a Paramecium Records, ahora acaban de reeditarse en su formato original los mentados EP y single. Este último suena así de auténtico y bronco por las dos caras, con una guitarra que parece lanzar dentelladas: 


lunes, 8 de septiembre de 2014

No son hombres: son Devo #27 // El arte de la versión #94

La parodia siempre ha sido uno de los ingredientes más manejados por Devo. Hay que acudir a ella para poder interpretar los postulados, proclamas y desfases de estos adorables orates. Sin embargo, para los representantes legales de los asuntos artísticos de Jimi Hendrix con ciertas cosas no se juega; así, les parece que en el vídeo que grabaron Devo de su versión de «Are You Experienced?» aquello era una burla del bueno de Jimi que no debe consentirse. Y es que a los 3’27’’ hace su aparición, desde un ataúd, un actor que comienza a imitar los modos del afamado guitarrista. Eso es todo, aunque suficiente para que los leguleyos consiguieran vetarlo y no pudiera incluirse en la colección completa de los vídeos de la banda que se comercializó en DVD en 2003. 

El inconmensurable mar de youtube, en cambio, no es tan fácil de domeñar:

jueves, 4 de septiembre de 2014

Hit instantáneo #30: The Zebras

En las impresiones que David Byrne recogió en su libro Diarios de bicicleta, Australia aparece como un lugar extraño, donde la naturaleza, siempre al acecho, le recuerda al ser humano su infinita poquedad. Tierras pantanosas, desiertos inconmensurables y toda una reata de animales diríase cuasifabulosos hacen que la gente tenga que vivir confinada en la costa, donde tampoco es que sea demasiado seguro bañarse. 


La cebra, ese animal cuyo pelaje ha servido de inspiración para pintar los cruces de las calles, es un équido que habita las sabanas africanas. Pero en Melbourne hay unos Zebras de otra especie que merecen hoy nuestro estudio. Siesta (Jigsaw, 2014) es su tercer álbum. Contiene once temas de pop de guitarras deliciosos de la primera a la última nota. Es acabar esos 40 preciosos y levitantes minutos y pulsar automáticamente de nuevo el play. Son frescos, emocionantes, tiernos, melódicos, pegadizos, euforizantes… Los cinco primeros —es decir, la cara A si estamos ante el vinilo— conforman una primorosa secuencia como hacía tiempo no se escuchaba. Y de verdad que podría extenderse esa consideración a los once cortes al completo. Es un álbum perfecto, un hit instantáneo todo él. 



No puede haber razón alguna para que a alguien no le guste este disco. Es amor a primera escucha. Y por si no bastara con el contenido, el continente es otro enamoramiento inmediato:

miércoles, 3 de septiembre de 2014

Sales en mi canción #84 // La influencia del centeno en la cultura popular #26: We Didn't Start The Fire, de Billy Joel

Agonizaba la década de los ochenta a la par que declinaba la carrera de Billy Joel. En realidad los ochenta no fueron una mala década para él, y desde luego obtuvo éxito comercial masivo con alguno de esos álbumes. Si la década anterior le había contemplado como un sensible cantautor al piano, en la siguiente se desató con un keyboard pop sobredimensionado y un rock de estadio que se acopló perfectamente a la radio fórmula y al gusto del Grammy. Podría decirse que desde 1980 se pasó persiguiendo su «All For Leyna». El intrascendente hasta el sopor Storm Front (1989) contenía un ramalazo en ese sentido: «We Didn’t Start The Fire». La letra contiene toda una ristra de personajes y hechos históricos clave, principalmente del siglo XX y desde una perspectiva muy estadounidense. Actores, políticos, deportistas, escritores —por ejemplo, cita directamente The Catcher in the Rye—, lugares, sucesos, músicos… Respecto a estos últimos, se oyen los nombres de Chubby Checker, Bob Dylan, Elvis Presley, Buddy Holly, Liberace y Johnny Ray