Los contadores de historias existen prácticamente desde los albores de la humanidad. Los seres humanos, ávidos de escucharlas, han precisado de quien pueda crearlas y, muy importante, de quien sepa contarlas.
Luis Sánchez, el compositor de Lavandera, parece ser uno de esos contadores. Se conoce que en Pola de Siero, de donde procede el trío asturiano, han mamado esa tradición. Porque el álbum de debut que han publicado (Discos de Kirlian, 2014) está lleno de historias fabulosas y de personajes que les dan vida: pescadores, duelistas, submarinistas, bomberos, asesinos… Esas historias contienen, además, frases colosales, desarmantes, de tierna apariencia pero de fiera puya.
Y luego hay ritmo, un ritmo extraordinario en 19 primorosos minutos. El trabajo de Javier Prado a la batería sobresale de manera colosal, es el timón y los remos de toda esa feliz cadencia que tienen las canciones (hágase una escucha del disco poniendo el oído especialmente en esa batería y podrá apreciarse su magnitud). Delfi Fonseca le sigue con el bajo; también hace coros y alterna la voz con Luis Sánchez en algunos cortes.
Y vamos con esas historias:
> En «A lo zorro» el protagonista nos asegura que tanto un amigo como su propia familia quieren matarlo antes de Navidad. Así que no sabe qué hacer, aunque a veces la mejor defensa es un ataque…
> «La duelista» es la historia de una mujer que… Mejor dejemos que sea ella misma quien nos lo cuente:
Sólo el ver dos hombres pelear me ayuda a sobrevivir
Me llaman la duelista, me llaman la duelista
Yo soy esa mujer y he de reconocer
que tuve algo que ver para llegar a esa situación.
> «El tuerto» es una pieza instrumental, pero aunque no tenga letra, sólo con el título y esa trompeta invitada (Pablo Camblor) con aroma a spagueti western y la batería marcial hace imaginarnos otro duelo y el ojo de un hombre saltando de la cuenca de un balazo.
> El título de «La nana del alcalde» no engaña si nos atenemos a la parte musical, porque, en efecto, ese es el género, una canción de cuna, un toque infantil en la forma de cantarla pero una letra truculenta, un cuento de horror, retorcido y atroz.
> Si te sumerges en «Submarinista» encontrarás al pez payaso, tesoros españoles e islas griegas.
> «Superpodre» es enigmática; habla de flores, insectos, un jardín, pero algo huele a podrido en ese aparente remanso de paz y probablemente el olor viene de algo enterrado bajo tierra…
> «Acampau» está cantada en asturiano y en principio no da la imprensión de que contenga otra historia de espantos.
> «Jackie» (¿Kennedy?) es otro instrumental.
> Y remata este maravilloso disco de pop atemporal «Valparaíso», que de nuevo parece otra inocente canción con las melodías de las voces y el riff de guitarra juguetón y que de nuevo exige un pero en la subordinación. Y es que nada es lo que parece con Lavandera. Te invitan, pero luego te lo tienes que currar:
Yo tengo una casa al otro lado del mar
Si quieres venir a verme sólo tienes que nadar
Oooh, oooh
3 comentarios:
La del "Valparaiso" es una versión, estoy seguro, pero ahora no caigo. Bueno, o un homenaje :-). Esta melodía ya la he oído antes. $%$%& pero no me sale ahora de quién es.
Juan de Ribera
¡ya la tengo! es una versión de The Siddeleys, del "Falling Off My Feet Again"; si es que la tenía en la punta de la lengua, pero no me salía :-)
Ahora la cuestión es saber si en los créditos figura como versión. En caso contrario diremos que es un homenaje
Juan de Ribera
No, en los créditos no consta nada. El autor de los temas es uno de los componentes del grupo. Tampoco se cita nada en el cd con la demos.
Sin duda, el "aire" es parecido, pero no creo que sea versión, ni copia premeditada.
Supongo que cuando compones es difícil discernir qué es tuyo y qué hay en tu cabeza que es de otros.
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