La pasión es uno de los motores más fiables para poner en marcha un proyecto. Que luego funcione o no es otro cantar. Pero esa chispa de la ilusión, de la satisfacción de empezar y volcarte en algo en lo que crees, lo enciende todo. El impulsor del novísimo sello afincado en Madrid Meritorio Records es una de esas personas movidas por el arrebato y el entusiasmo. Lo suyo son los discos de vinilo y el indiepop de origen australiano o como australiano, con su bien de jangle, que es hacia donde ha dirigido su primera mirada, ya sea publicando directamente o distribuyendo. Larga vida a este sello y a estas bandas que ahora empiezan.
> Smokescreens – S/t (Meritorio Records, 2017)
Un restallido de guitarra, unas notas de bajo y la batería haciendo una aparición triunfal. I can’t waaaaait. Así
de fulgurante empieza el debut de la banda angelina Smokescreens. Y por
esa senda continúa su álbum homónimo. Todo un tobogán por el que
deslizarse y disfrutar con la seriedad que de niño se tenía al jugar.
El cantante Chris Rosi y Corey Cunningham (de Terry Malts) unieron esfuerzos para grabar un disco que recordase, en lo posible, al sonido Dunedin. Para la grabación, echaron mano de Jon Green a la batería y la producción (Dum Dum Girls), fallecido poco después.
> Last Leaves – Others Towns Than Ours (Lost & Lonesome, 2017)
Hay discos que requieren intimidad, tranquilidad, una escucha demorada pero activa, un regodeo en los detalles, en el tempo, en la profundidad del sonido. No funcionan igual en condiciones jaraneras y bulliciosas, no sirven para complementarse con otras actividades. Pero cuando te quedas a solas con ellos, no quieres que el momento se acabe nunca. ¿Un ejemplo?
Compartir 37 minutos de tu vida con este álbum, de los australianos Last Leaves, es reconfortante, te emociona, te acompaña, te llena. Parece que Marty Donald cante para nosotros y nadie más, mientras que la banda —hay tres miembros de The Lucksmiths— acompasa y nos mece. Delicatessen para el espíritu.
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