Van Os Pontas armados con viejos instrumentos analógicos de fabricación brasileña y un buen manojo de pedales y válvulas, adentrándose por la selva al son de un garaje instrumental primitivo. Las guitarras reverberan, el órgano convoca a su alrededor espíritus enloquecidos, y la percusión trae a veces ecos de antiguos nativos.
Y sabor añejo ya desde la propia portada de Fuzz Jangle (Groovie Records, 2016).
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