Corrían los años 50. El cuarteto vocálico The Chordettes y la sencilla «Mr. Sandman» (n.º 1 en EEUU) abrieron paso a un nuevo pop, tan facilongo y tontorrón como infalible. Como curiosidad, la percusión que se escucha en ese tema la hicieron ellas mismas dándose cachetes en los muslos.
Y después repitieron con la aún más simpática y pegadiza «Lollipop»:
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