La separación del trío Galaxie 500 a comienzos de los noventa trajo la bifurcación de dos nuevas bandas: Damon & Naomi y Luna. Los primeros siguieron una senda muy parecida a la que practicaban en Galaxie 500: melodías pesimistas, tempos lentos, arreglos instrumentales minimalistas, desarrollos kilométricos y canto fúnebre como de ballena herida. Así que Gog con quien realmente disfrutó musicalmente fue con el otro proyecto, más vitaminado, el del guitarrista y cantante (Dean Wareham). Es curioso, tanto en su encarnación como Luna como en sus siguientes pasos junto a Britta Phillips (¡esa bajista!), quizá sea Wareham uno de los músicos que Gog haya visto más veces en directo, cuando el sopor que le causaban los Galaxie llegaba casi a la irritación; mucho Velvet Underground, sí, pero a desesperante cámara lenta. Paradójico que escogieran de nombre artístico el de un modelo de coche de Ford con pinta de veloz y célere, cuando lo de ellos era más el ralentí de tractor.
No es de extrañar, pues, que Gog haya tardado tanto tiempo en descubrir Copenhagen, un álbum en directo grabado en la capital danesa en 1990, el último concierto de su gira europea, y publicado siete años después. Conocía sus tres discos de estudio e incluso atesora el tributo que les hicieron desde el sello Elefant (en doble cedé y en precioso 7’’), pero ahí se quedó todo.
Aunque en Copenhague se congregan todas las coordenadas descritas más arriba, sin duda revela las dotes instrumentistas del grupo y una brillante solidez (tal vez esta sí digna del modelo de Ford). Llaman la atención las tres versiones con que cerraron el show: «Listen, the Snow Is Falling» (Yoko Ono), «Here She Comes Now» (Velvet Underground) y «Don’t Let Our Youth Go to Waste» (Jonathan Richman).
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