El salmón es animal muy noruego. En cambio el Salmon es animal muy australiano; menuda salvajada montó con The Scientists a comienzos de los ochenta; y además alternó con otras bestiezuelas del rock australiano, Beasts of Bourbon. En la década siguiente formó Kim Salmon & The Surrealists, con los que puso un poco de funk y calentura al post-punk y al rock a la australiana que siempre había practicado:
El nuevo siglo le ha mantenido más errático y menos activo, pero antes de que deviniera el cambio de dígitos, dejó inconclusa una aventura, y es esta la historia que Gog ha venido a contar. Para ello hay que sumergirse en el huracán musical que asolaba los noventa: el grunge. Este género musical, que según Simon Reynolds «fue la fusión del punk y el metal en un nuevo hard rock 100% norteamericano», se consumió como una llamarada en la propia pira que encendió. En 1995, Turner, fundador de los Mudhoney, estaba más quemado que un guiri en Salou, así que decidió bajarse del carro para tomarse un descanso. Los otros tres componentes, sin embargo, quisieron seguir adelante y se les ocurrió la peregrina idea de sustituir a Turner por Salmon. La aventura no llegó muy lejos, y sólo alcanzaron a grabar unos cuantos temas, que permanecieron inéditos hasta hace muy poco. Esa casette adormecida en un cajón se transfirió a cedé en 2010, y al año siguiente la remasterizó Sergio Delgado en Madrid. Until…, de Kim Salmon & the Guys from Mudhoney vio la luz en forma de vinilo el año pasado, gracias al esfuerzo de Bang! Records.
Contiene siete temas, que pese a estar compuestos conjuntamente, en general bordean una línea más próxima a Salmon & Surrealists, excepto la quinta y la séptima, claramente más Mudhoney y más grunge.
Un rescate muy disfrutable, intenso y con entraña.
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