Una de las peores cosas que tiene la edad, eso de cumplir años y pasar de décadas como si fueran vallas de atletismo, es la tendencia a querer mirar atrás; mala idea, duele. De entre todas esas vallas, la peor es la que te instala definitivamente en la edad adulta: en ese momento comienzas a ser consciente de que tus sueños no se cumplirán y de que has perdido algo que jamás recuperarás.
Básicamente eso es lo que hay detrás de Beautiful Girls (Ted Demme, 1996), una de esas películas generacionales, inolvidable porque puede llegar a ser muy identificativa, tan cómica como triste, pavorosamente lúcida. Para la historia del cine cuenta con el aliciente de haber supuesto la evidencia de que la magia de Natalie Portman ante una cámara no había sido casualidad en El profesional (1994), y tiene unos diálogos tan luminosos como hilarantes. ¡Esa frase final!… Stay cool forever.
La banda sonora la produjo Greg Dulli, el cabecilla de Afghan Wings. La banda aportó dos versiones al álbum —«Be for real», de Frederick Knight, y «Can't get enough of your love, babe», de Barry White—, que además interpretaron en directo con su toque cavernoso, en una de esas numerosas escenas de bar que contiene el filme.
No ha habido forma de encontrar el vídeo sólo con la actuación, pero al menos en este se intercalan algunas imágenes.
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