
Esa novela es un vals de monólogos interiores, el fluir de las conciencias; y la pluma de la autora, una batuta que va posándose en ellas. Woolf describe lo que no pasa, lo que se piensa y se siente y no se ve, el ruido interno que nadie más salvo uno mismo puede oír y rara vez dejamos escuchar a los demás.
Luego, en el plano artístico, Virginia Woolf se aventuró más allá, al pretender que esas descripciones se refirieran a un mismo tiempo, porque las cosas no transcurren de una en una, como naturalmente sabemos, sino a la vez. Así que, paradoja pura, al procurar plasmar ese acontecer simultáneo, hizo que su literatura, de latido tan vanguardista, fuera en el fondo un intento desesperado de realismo literario.

Pulp: «My Lighthouse»
No hay comentarios:
Publicar un comentario