Camille, esa chica extraña, de mundo propio, habitado por voces metamorfoseadas. Juega con ellas, las moldea, las lanza al aire como si fueran pompas de jabón y las hace chocar. La voz como instrumento; y el agua y el cuerpo pueden servir para hacer percusiones que la acompañen.
Fascinante este Music Hole (2008).
Intervino al cante en el primer disco de Nouvelle Vague, ese grupo franco-belga que se dedica a hacer versiones del post-punk en clave de bossa nova. Su interpretación del «Too Drunk To Fuck» (de los Dead Kennedys) es memorable.
Camille sólo tiene un grado de separación con Lio, aquella cantante ochentera de la famosa oda a la masturbación femenina titulada «Amoureux Solitaires», ya que Helena Noguerra, hermana pequeña de Lio, también canta en Nouvelle Vague.
1 comentario:
¡Maldita sea! Qué putas ganas descucharla me han entrado por su manera dexpresar la locura que parecentrañar esa voz.
Bueno, poco más, si, total, escribo este comentario para ver si alguien se lee mis estúpidos proyectos de cuento...
¡¡¡Saludos!!!
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