domingo, 27 de noviembre de 2011

Las cosas del directo #22 // Debut #42

El Primavera Club es un juego. Quien comprenda eso disfrutará mucho más de un festival itinerante (itinerante sobre todo para los asistentes), en el que como si se tratara de una ginkana hay que intentar pasar unas pruebas para al final comprobar quién ha podido asistir a más conciertos. Primero debes canjear la entrada por una pulsera en un punto determinado; después comienza un de aquí para allá, de sala en sala, exasperante. Si se le permite el chiste a Gog, es un puro festival underground, pero más por la cantidad de veces que hay que montar en Metro.

Lo bueno que tienen los festivales es que es una buena manera de conocer directos de bandas a las que no irías a ver en condiciones normales. Y quien haya asistido a algún festival sabe muy bien que suele ocurrir que grupos en los que tienes depositadas ciertas expectativas patinan y te decepcionan, y al contrario, te sorprenden para bien grupetes por los que no hubieras apostado jamás aunque te pasaran el soplo de que eran un caballo ganador seguro.

En este último caso se encuentra Gog con Still Corners y Givers, de los que había escuchado sus discos de debut pero que no iba a desgranar en En Esta Quiero Humo. Ambos se lo han ganado ahora.

La inglesa Tessa Murray es el proyecto de diva que da alma a Still Corners. Extrañamente, han publicado Creatures of an Hour (2011) en un sello guitarrero por excelencia como SubPop, cuando su dream pop etéreo y vaporoso encajaría sin fisuras en el sello 4AD. Hay temas en el álbum expansivos y profundos, muy bien estructurados, perfectos para estados de acurrucamiento.

Still Corners - Cuckoo by subpop

Aunque el set a veces fue un poco deslavazado por los kilos de pregrabados que traían, tan necesarios para crear esos ambientes oníricos y flotantes, consiguieron enganchar al personal con una propuesta esforzada y creíble. Versionearon el «I’m on fire» springsteeniano en las coordenadas gélidas propias del palo que tocan.

El sorpresón fue ver cómo Givers, quinteto de Lafayette (Louisiana), daba vida a In Light (Glassnote, 2011), un disco muy plano y demasiado lastrado por el referente Vampire Weekend que no refleja el contagioso vitalismo y las excelentes dotes que la banda tiene en directo, donde lo parten. Comandados por un eternamente sonriente Taylor Guarisco, una maravillosa criatura nacida para la música llamada Tiffany Lamson (voz, segunda batería, percusiones mil y ukele) y el poderoso bajista Josh Leblanc, convencieron al público de que si se les había colocado en horario estelar era por algo. Lo dieron todo —la actitud, estúpido, la actitud—, y salieron por la puerta grande. Hicieron una lógica versión de The Talking Heads.




2 comentarios:

Ticket Loser dijo...

Amigo Gog,

no te quejes tanto, que tú al menos puedes ir año tras año, no como otros...
Mis Veronica Falls fall...aron?

Abrazos desde un lluvioso DF

TL

Gog dijo...

¡¡¡Ticket Loser, cuánto bueno!!! Tengo pensado hacerte un resumen del festi, que aunque no alcanzará tus hilarantes y atinadísimos comentarios, al menos puedas hacerte una idea. A ver si consigo reunir unos minutos.
Te adelanto que Veronica Falls no es que estuvieran mal. El problema fue que no basta con tener buenas canciones si luego en el escenario no te lo crees o piensas que con eso es suficiente; así no emocionas a nadie. Ni se les pidió bis.
Para eso me pongo el disco en mi casa y ya está.
El escándalo fue John Maus. Pero ya te cuento en un privado.