domingo, 23 de junio de 2013

No son hombres: son Devo #21

En la patata está todo. Sin la fécula en la cadena alimentacia, el ser humano habría tardado más en llegar a desarrollar los smartphones. A la patata se le han hecho odas y estudios macroecómicos; a la patata se la ha comido y se la ha cantado. Patatín, patatán. Devo, de cachondez supina contrastada, siempre han sido unos adalides del patatismo. La última demostración tuvo lugar el pasado 9 de junio, durante una actuación en el Museo de Historia Natural de de Los Ángeles. La ocurrencia: lanzar al público bolsa de patatatas fritas marca… Devo's. 


En 1982, ante las múltiples críticas que recibían en las que les acusaban de fascistas y payasos, decidieron no comedirse y retorcer aún más su estética y el mensaje. La foto de la portada de Oh, No! It’s Devo, producido por Roy Thomas Baker, habitual de The Cars, mostraba sus cabezas superpuestas en unas patatas, el mismo motivo que se utilizó en parte del merchandising. 



El álbum, en conjunto, fue el inicio de cierto declive creativo; por supuesto, aún había alguna de esas piezas eufóricas capaces de alegrar cualquier fiesta o de sacarle una mueca a una momia: «Time Out For Fun», «Peek-a-boo!» o «That’s Good», cuyo vídeo se estrelló contra la censura de la MTV porque se veía a una patata frita atravesar un donut.

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