sábado, 21 de marzo de 2009
Imposturas #1: Romain Gary
¿Saben aquel de un gris y solitario funcionario parisino que vive en un apartamento de dos habitaciones con una serpiente pitón de dos metros veinte y que intenta conquistar a una compañera de oficina negra que viste minifalda y botas por encima de la rodilla?
Mimos —novela que Romain Gary publicó bajo el seudónimo de Émile Ajar en 1974 — sería un chiste muy gracioso si no fuera porque lo que aguarda debajo de él es el desolador relato de «un hombre sin nadie dentro».
El texto de Gary repta, se enrosca, su escritura es también el trazado de una serpiente. Su innovador juego con el lenguaje contribuye a crear la sensación laberíntica que aplasta al pobre Cousin; chistes dentro un chiste con el que uno no está seguro de si reírse es lo más acertado.
La propia vida de Gary tiene algo de ese curveo «reptilíneo». Fue aviador, diplomático, narrador incesante, impostor audaz y, como lo definió su biógrafa, un hombre «repleto de mujeres» (su único hijo lo tuvo con Jean Seberg, la celestial protagonista de Al final de la escapada).
Gary llevó la impostura hasta el extremo de ganar el Premio Goncourt dos veces, algo imposible, pues sólo se puede obtener una vez en la vida; pero Gary engañó al jurado presentando una novela bajo seudónimo y haciendo pasar a su sobrino por ese Émile Ajar que firmaba la obra. El timo se descubrió por confesión propia después de su muerte. Se había suicidado en 1980.
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1 comentario:
Un gran descubrimiento. Es difícil encontrar esta novela pero la he reegalado en todos los cumpleaños y no hay nadie a quien haya dejado indiferente. Muy difícil de encontrar pero en internet se encuentra y en algunas librerías...
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