Los White Stripes no tienen término medio: o están entre lo mejor de la década que acaba de finalizar o hay quien opina que son unos pordioseros musicales.
En sus inicios, un degustador suyo, ante la acogida masiva que empezaban a tener, escribió a una de las revistas especializadas más entregadas a esa banda de Detroit para pedir a los editores que se olvidaran de su grupo favorito: no quería que el éxito acabara con ellos.
En cualquier caso, verlos en directo era quedarse prendado de Meg White, una especie de pequeño elfo un poco autista, simpática en su ensimismamiento, que parecía disfrutar mucho con su trabajo tras bombos y platillos. Descalza, pantalones rojos ajustados y un cinturón grande cayendo sobre su centro de gravedad más femenino.
Ray LaMontagne le dedicó una canción:
Meg White
You’re alright
In fact, I think you’re pretty swell
Can’t you tell?
Meg White
Such a pretty thing
I saw your face on the cover
Of a magazine
Some day (some day)
I’d like (I’d like)
To take a walk with you
Maybe ride our bikes down by the sea side
Meg White
I saw you on the big screen
Oh, Jack was king, but you stole the scene
Meg White
Baby, you’re the bomb
Oh, Jack is great don’t get me wrong
But this is your song
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