Los sintetizadores tienen alma de juguete. Toda esa cacharrería electrónica a modo de instrumentos musicales tiene más de jugar que de tocar. Haces música con ellos pero a la vez es como si estuvieras jugando. Por eso no es de extrañar que, en la segunda mitad de los años setenta, dos imberbes chavales belgas, intrigados y fascinados con la música experimental que sonaba en algunas películas galácticas, quisieran probar a hacerla ellos mismos y pidieran a sus familias que les proveyeran de teclados primitivos, órganos y otros sintes. Los adolescentes Peter Bonne y Geert Coppens se entregaron a experimentar con sus sintetizadores analógicos con la seriedad que se tiene de niño al jugar, como diría Nietzsche, y en 1980 dieron vida a una de las bandas de synth pop más visionarias de Europa: Autumn. Al año siguiente compusieron y grabaron, en siete horas, dos temas legendarios del género —Synthesize / The Third Autumn— que en el verano de 1982 se convirtieron en hits en los clubs belgas. Escuchados hoy día y teniendo en cuenta lo jóvenes que eran, no queda sino considerarlos una proeza.
A ellos se les había unido Peter Koutstaal, y pertrechados con un secuenciador Roland CSQ600, una caja de ritmos Roland TR 808 y un sinte para bajo Roland SH-2, continuaron grabando casetes con oscuras gemas de synth pop que podemos volver a escuchar (descubrir) ahora gracias a la reedición en vinilo que ha hecho el sello Minimal Wave con algunas de ellas. Están las dos mencionadas, por supuesto, pero también asombros como «A Night In June», «Laughter of A Madman» o «I Say You Hello», tema este que seguro hubieran deseado haber compuesto Soft Cell, o al menos uno se imagina a Marc Almond cantándolo:
Autumn quedó varado ahí, pero sus tres componentes, más inquietos que una defensa ante un córner del Atlético de Madrid, siguieron experimentando juntos en otros proyectos musicales: Peter Bonne y Peter Koutstaal se dedicaron a Linear Movement, mientras que Geert Coppens y Bonne, a Twilight Ritual, si bien los conceptos de ambas bandas continuaron inalterados durante sus trayectorias, o sea, synth pop para pistas de baile vampíricas. De ambos combos el sello Minimal Wave también ha recuperado parte de su obra.