
En el mundillo del rock hubo una época en que solía correr el siguiente chiste:
—¿Cuál es el mejor trabajo del mundo?
—Ser el batería de Blondie.

Ya saben, siempre por detrás de
Debbie Harry. Y es que el gancho que tenía la rubia cantante era muy evidente. Así las cosas, en 1981 pensaron que sería buena idea hacerle un disco a su medida con la esperanza de venderlo a miles. Para ello, contrataron a los
Chic,
Nile Rodgers y
Bernard Edwards, que se lo compusieron y se lo produjeron.
Menos conocido es que los coros del álbum los hicieron
Mark Mothersbaugh y
Gerald Casale de
Devo, acreditados como Spud y Pud Devo.
Como última curiosidad, la portada del álbum, con esa mezcla de acupuntura y piercing de faquir, la diseñó el suizo
H.R. Giger, que dos años antes había diseñado el mundo de
Alien.
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