sábado, 24 de diciembre de 2011

Parecidos razonables #18

El mítico pianista Geraint Watkins (acompañante de Van Morrison o McCartney, por ejemplo).

Mark E. Smith, o sea, The Fall.

El asombroso parecido le sobrevino a Gog el otro día, durante el concierto de Nick Lowe, pues Watkins era el teclista de la banda.

Es este el momento oportuno para sacar a colación (qué expresión más raruna) el nuevo álbum de The Fall, Ersatz G.B. [Cherry Red, 2011], otro artefacto sonoro marca de la casa. Y van más de veinte. La crítica más extendida hacia Smith es que desde 1979 lleva haciendo el mismo disco; y se dice que únicamente los fanes con doctorado en The Fall son capaces de diferenciar uno de otro.

¿Qué tiene, entonces, este nuevo que merezca la pena? Muy fácil: el seguidor de la banda no se sentirá defraudado; quien no conozca a The Fall, que empiece por este, se lo ponga a todo trapo y flipe; y quien lo conozca pero no sea fan, podrá escuchar cómo Smith le ha dado ahora mayor espacio a la electrónica o a los sonidos electrónicos como chapa y pintura para su dinamita sónica (probablemente le viene de su ayuntamiento con Mouse On Mars en 2007). Eso sí, hay temas que podrían estar en un catálogo de hardcore. Lo cual, a estas alturas de la vida de Smith, se diría que es casi admirable.

The Fall - Cosmos 7

Sólo en «Happi Song» baja el volumen y cede la voz a la teclista Eleni Poulou, que canta con el tono helado y despegado de Nico, en una pieza que, obviamente, recuerda a ciertos momentos de la Velvet Underground.

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