sábado, 23 de octubre de 2010

Sales en mi canción #23 // Que jamás me bese Helen Marnie si miento #9: Ian Curtis & cia.

Ian Curtis, un mito, como casi todos los cadáveres exquisitos. Biopics, documentales, biografías, reediciones, Bernard Summer estrujando bochornosamente la teta de Joy Division en conciertos, un bufete de abogados con el nombre del grupo…

A él, al mito, se le ha citado últimamente por estos lares en las siguientes canciones.

Ornamento y Delito en «Fin de siglo»:
Que vuelven los 80 y el after punk,
pobre Ian Curtis, no tedejarán morir en paz.

Los Directivos en «Jugando con fuego»:
Murió Ian Curtis,
murió Marilyn.
Rubia y con pechos,
autopsia feliz.

Y tienen canciones dedicadas a él, pero sin citarlo expresamente, OMD, The Durrutti Column o Los Planetas.

Y al grupo al completo lo mencionan:

LCD Soundsystem en «Losing My Edge»

Vicent Delerm en «Deutsche Grammophon»:
Des anglaises pâlichonnes
Avec Joy Division.
Una Sonrisa Terrible en «Lecturas recomendadas»:
Eres tan guapo y te gusta Joy Division,
qué más podría pedir.

The Wombats en «Let's Dance To Joy Division»:
Let's dance to Joy Division
and celebrate the irony.
Everything is going wrong
but we're so happy.
(...)
Let's dance to Joy Division
and raise our glass to the ceiling.

No para ahí el asunto, y este es el asombro de la cuestión. Por gustar, que el mito trasciende la sola música, resulta que Joy Division gusta incluso a los abogados, como los que han abierto un bufete especializado en divorcios y descasamientos varios, cuyo eslogan publicitario, además, es una de las líneas más famosas de la historia del rock. No queda claro, no obstante, si también llevan separaciones de bandas, que por ahí hay otro filón leguleyo.

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