viernes, 11 de marzo de 2011

Dime qué lees y te diré cómo se llama tu banda #10 // A mí no hace falta que me cambies el plato #8: Patrullero Mancuso

Murky López (guitarra), Guillermo Monje (batería) y los hermanos Jaime (guitarra) y Manuel (bajo) Godino, de la localidad madrileña de Villaviciosa de Odón, siempre fueron unos cachondos mentales. Cómo si no adoptar el nombre de uno de los personajes secundarios de La conjura de los necios, la hilarante, disparatada y brillantemente patética novela de J. K. Toole. (Angelo «el patrullero» Mancuso es un incompetente policía de la ciudad.)

Como el cachondeo mental no está suficientemente considerado, Patrullero Mancuso no duraron ni una década.

En los primeros 90, empezaron haciendo un noise pop con Los Planetas, Penélope Trip o El Inquilino Comunista. Ellos combinaban sus raíces de música distorsionada con puntos kitsch y temas descacharrantes, porque las letras siempre fueron su fuerte. Con el cambio de discografía les llegó algo de reconocimiento, gracias a un sonido más sencillo y limpio y una evidente mejor producción.

> El trabajo de odiar (Munster, 1991)
> Fantasía (Munster, 1993)
> ¡Viva bonito! (Munster, 1993), alguna de sus primeras grabaciones peinadas y acicaladas de nuevo
> Tortilla estatal (Elefant, 1997). Despegaron levemente con su afamada «El Halcón Milenario».
> Bodegón musical (Elefant, 1998)


Y eso fue todo.

Irónicos y satíricos, quizá nacieron demasiado pronto, como una especie de sietemesinos del indie patrio. En su haber, contribuyeron a desarrollar el indie español cuando aquello era un largo y soporífero secarral. Pero hubieran cuajado mejor en estos tiempos más posmodernos de los Joe Crepúsculo, Manos de Topo, Ornamento y Delito, Ginkas, Punsetes, Directivos

Si «Mi vida va bien» no es adelantarse a los tiempos... Hoy, en este ambiente de crisis apocalíptica, también hubiera quedado niquelada con todo ese sarcasmo que rezuma:



En la segunda parte de su discografía, parece que comieron un poco mejor, o tal vez no, y por eso recurrieron más al asunto gastronómico.

Si un «bodegón» podría remitir, sin duda, a una mesa cubierta de viandas, además frieron «Bienmesabe» en ese mismo álbum; si cuajaron una «tortilla estatal», también se reconocieron «Adictos al gazpacho» (incluida en el ep de «Mi vida va bien»):

Agradecidos a Colón
por descubrirnos el tomate.
Adictos al gazpacho.

Por fín colgamos los abrigos,
nos deshicimos ya del frío.
De nuevo un gazpacho.

También me gusta el salmorejo,
pero no importa un pepino
disuelto en el gazpacho

Voy a invitar a mis amigas
a la piscina de mi tía
que prueben su gazpacho
gazpacho
gazpacho


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